Subjetivando

 


           La imaginación y la originalidad es algo que siempre privilegio a la hora de ser y estar. No hace falta ser un adicto a las percepciones alteradas para atreverse a crear mundos paralelos. Con quemarse los sesos unos segundos alcanza y sobra para darle a la gente algo diferente. Lo que no puedo omitir es que a veces el arte nos lleva a situaciones muy complicadas...

       El otro día salí a caminar por las calles una vez más. Siempre salgo con mi religión mala buscando verdad. Siempre siento esa voz interior que me pregunta si puedo ver o no. No sé qué quiere decirme pero yo siempre le hago caso. Así es como empiezo a escalar la verticalidad urbana buscando huir de ella para acercarme más a... Bueno, no me interesa decir que hay un cielo arriba de nosotros. Eso es algo que cualquiera puede decir. Es suficiente aclarar que mi intención es transitar por dimensiones paralelas como las callejuelas ocultas de Buenos Aires o los montes sangrientos de mis ideas siempre despiertas.

     En esto de la caminata me detuve porque es costumbre muy argentina pararse donde están parados todos los idiotas del vulgo: No piensen que la masa está compuesta exclusivamente de viejas católicas e ignorantes de las artes. No. La chusma se forma esencialmente de burgueses desalmados y otros bobos que se creen seres alados pero son cobardes como las palomas y no altivos como los halcones. Bien, dijimos que la gentuza adinerada y acalorada estaba allí al calor de su menopausea...

       Los argentinos de mierda estaban viendo lo que pasaba sin hacer nada para evitarlo. El clásico "no te metas", que fue cómplice de torturas, violaciones, desapariciones, secuestros, asesinatos, robos, suicidios y peleas, se escuchaba una vez más saliendo de la boca de los viejos y de los jóvenes adultos ya aburguesados. Inertes masas ateas, católicas, comunistas y materialistas coincidían en su amor a la pereza y en su rechazo a toda forma de sacrificio e ideal en pos de los demás. Los jovencitos callaban y obedecían pues temían no llegar a una vejez apacible....

    Viejos de mierda. Hijos de puta. Argentinos mediocres que son odiados en todo el mundo. Se creen romanos y son pobres italianos que se rindieron en todas partes. Basura humana que necesita siempre del rescate alemán. Lástima que las SS no estaban allí para socorrer a esa vejez moribunda. Siempre lo digo y no me cansaré de decirlo: todo lo que es viejo, enfermo y débil tiene que morir y con la mayor violencia posible cosa de escarmentar a las futuras generaciones. ¡Qué los corderos vayan al matadero! Ellos quieren ser como su dios y no tienen las agallas para ser mártires. No quiero hacer apología de los Santos pero estos al menos murieron por sus ideales en lugar de ser católicos solamente dentro de la Masonería disfrazada (la iglesia del cura chorro).

      Gente como Galtieri, que dijo "si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla", le hace muy mal a la Argentina. Después, él muy perro se rindió ante el otro viejo perro del Tío Sam. No caímos ante Inglaterra en la guerra. No. Nos ganó la podredumbre moral de la diplomacia, la religión y la política. Gente vieja que ya murió o que pronto ha de morir. Mierda.

     Bueno, este es mi descargo antiviejos pero ¿qué se encontraban viendo esos jóvenes frustrados en medio de esa muchedumbre octogenaria, burguesa, liberal y falsamente socialista? Ellos contemplaban mudos a dos jovencitos peleándose. El que hablaba era él carta en mano y decía todas estas cosas que transcribiré a continuación...

  Estimada Señora Desgracia:

Con odio venenoso yo me dirijo a usted
para reprocharle su malicia
de ponerme entre la espada y la pared.

Yo no le he dado permiso
para meterse en mi vida
y perdón si no soy sumiso
pero me duele esta herida.

Existe en mi ser
una sometida región
por su malo ser
de mentida religión.

Todo el tiempo me grita
con su tragedia eterna,
hipócrita, usted se irrita
si mi cara no es tierna.

Usted merece el podio
de la criminalidad:
No se enoje si la odio,
es su perversidad.

Usted es un alma vacía
del concepto de solidaridad.
Usted es la vil desgracia
de mi tan, tan larga soledad.

Váyase de mi existir
para no volver jamás
o tendrá que morir:
¡Ya no aguanto más!

Atentamente, el ladrón de tu sonrisa.

       Me pareció todo esto muy raro: los jovencitos no discuten en medio de la calle Florida sus querellas de amor ya que dicha calle es peatonal y es muy transitada los días de semana a las tres de la tarde. De todas formas y deformaciones, todo puede ser a esa hora teniendo en cuenta que la muerte de Cristo fue en esa franja horaria. Si Dios ha muerto a esa hora ¿por qué no habrían de pelearse una parejita de histéricos y adinerados? Ese no es el punto. Lo que no entiendo es cómo ella no dijo nada ante las agresiones del chico rubio y carilindo. Tal vez lo amaba mucho. Ahora ¿por qué él la trataba de usted a su chica si eso no se acostumbra en estas latitudes? Eran argentinos ya que ningún acento los delataba ante las decenas de curiosos allí apostados. Tiene que haber una explicación...

           La chica pasó la gorra y muchos viejos desaparecieron antes de dar una moneda por el espectáculo que disfrutaron por más de media hora. Ratas. Al fin caí en la cuenta de que estaba ante una exhibición de teatro y poesía callejera pero sentía que algo faltaba explicarle a mi mente. Demasiados sucesos en poco tiempo o mucha lentitud mental de mi parte. Ahora viene lo mejor...

            Yo me había gastado casi todo mi dinero en libros y revistas españolas muy caras para nuestro tipo de cambio. Lo único que me quedaba en el bolsillo era un billete de cinco pesos argentinos - casi un euro - y se lo di a la muchachita pecosa de ojos verdes y cabello castaño. Ella me devolvió la plata y me dio una sonrisa que me alegro completamente el día...

  - Hoy invito yo - me dijo.
- No, estás trabajando - le dije.
- ¿No te acordás de mí? -
- No. ¿Quién sos? -
- Fernanda, tu amiga. -
- No me acuerdo de vos -

   Después de mucho buscar en el Google de mi mente, me acordé de que ella era una chica del pasado que jamás se había llevado bien conmigo. El chico que estaba con ella no era su novio en verdad sino un socio. Ella después me dijo que se había arrepentido de todas las cosas feas que me hizo en el pasado: las calles fueron testigos de sus burlas para con mi persona pero hoy, estas sucias y putas calles podían dar cuenta de su pedido de perdón. Naturalmente yo le dije que estaba todo bien. No soy rencoroso. Para nada.

Esto no termina acá: ella me explicó que eso no era solamente un espectáculo callejero. Me contó que había una amiga de ella que le robaba a los burgueses sin alma que se iban sin dejar monedas a cambio del show visto y disfrutado. Hurto tendría que decir para hablar con propiedad. Yo le manifesté mi repudio a esas acciones criminales y ella me dijo lo siguiente:

   "¡Ay Alan! ¡Siempre tan inocente! Esa gente que nos padece no es cualquier gente porque nosotros tenemos "inductores de caminos" que llevan a ciertas personas hasta donde estamos y no siempre estamos en el microcentro porque un día podemos estar en la costanera de Vicente López y otro día nos vamos a La Boca. Lo importante es que el que le roba a ladrón tiene cien años de perdón. Nuestro grupo "castiga" a usureros, proxenetas, masones, estafadores, políticos, periodistas, abortistas, hombres de negocios y otros muchos ladrones de guante blanco".

"Esto te lo cuento a vos porque tu literatura me abrió la cabeza y el corazón: sé que nunca alentaste semejantes acciones típicas de negritos mierderos pero nosotros tenemos fines que justifican los medios empleados. Nuestro arte alegra a la gente y castiga a sus opresores. No me molesta que un indigente no me dé plata o que un trabajador me regalé un paquete de cigarrillos; vos sabés que tengo de todo y que no me falta nada. Lo que me importa es juntar "material" comprometedor para manipular a esta gentuza y empezar a torcer así el rumbo de la política mundial. El otro día, sin ir más lejos, le quitamos el célular a un promotor del aborto con muchos mensajes de texto que destruirían su matrimonio. Este diputado ahora se va a meter su proyecto de ley en el culo y, como dicen en España, ¡qué le den!"