Las fuerzas morales

   
          Tenía mucha razón José Ingenieros al plantear el mundo como una lucha histórica de las fuerzas morales. A veces parece que uno tiene todo bajo control pero se olvida de que hay valores, concepciones, sentimientos y visiones que son determinantes a la hora de vivir el día a día. Mi intención es ir un poco más allá de lo convencional y hablar de lo personal y no de lo histórico.

         ¿A qué viene este cuento que no es cuento? Usualmente cometemos el error de pensar que todo está perfectamente listo para nuestra felicidad; decimos que vamos a prosperar, tener una buena vida, comprar cosas lindas. Pensamos que teniendo un trabajo y una carrera en curso todo se da por añadidura. ¿Alguna vez pensamos en cómo nos  nos sentimos? ¿Pensamos el por qué y el para qué?Podemos hacer planes geniales pero omitimos que la soledad, la tristeza y el dolor pueden echar todo a perder .¿Despojarse de todas las pasiones? De alguna manera u otra ser frío es una forma de pasión; pasión por el desamor y la indiferencia ante los demás.

             Yo puedo plantearme algunos objetivos como conseguir un empleo que me guste o aprobar semiología con ocho en la universidad pero eso es menospreciar el factor anímico. ¿Me voy a sentir bien en lo inmediato? ¿No voy a tener el corazón roto por alguien? Las cuestiones emocionales son soslayadas por la mayoría. Craso error. Ojo, también es desacertado fracasar en los objetivos personales a causa de la inestabilidad personal. No es mi caso ya que me va bien en los estudios y muchos me auguran un brillante porvenir pero hay otras cosas.

                 ¿Cómo soportar la indiferencia o el desinterés de esa persona que tanto nos interesa? Eso yo no lo sé. Tal vez sea un símbolo de que en la vida se necesita de alguien y no de algo. Es fundamental tener una imagen que nos mueva en lo cotidiano. Por lo menos así lo veo yo. No se puede sostener la mentira de vivir si no se tiene una razón de verdad para existir. Esos espacios vacíos los llena el amor o la ilusión.En mi caso es toda una quimera que me salva de mi triste realidad.

               Tengo ganas de decir tantas cosas. Me callo por respeto. Estoy confundido. Cuando siento que está conectada a mí con la mente me pongo muy contento pero al notar las reticencias de su corazón me amargo por dentro. Sufro su altivez y su juego esquivo. Siempre evita mi galantería y mis intentos de tocar temas personales. La quiero atrapar pero no puedo. Ella me atrapó a mí. No sé qué hacer. Creo que me veo destinado a otra frustración amorosa.

                          ¿Qué dice la persona que lee? Espero la última palabra...