Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Judith

     
 


        Una lluvia de sol caía incesantemente sobre las veredas de ese barrio escondido de la ciudad. Creo que la sombra de un hospital con sus ramos de flores fue el motivo estético de esta historia. No se concibe una calle sin magia ni una esquina sin la sensualidad de la mujer que se da vuelta para ver cuántos la miran de atrás. Así, en medio de estas llamas, se consumía una imagen de la vida real en el ensueño de lo cotidiano que parece remitirnos a planos más felices de la existencia.

        Es decir que Brian necesita un relato desordenado para que sea más personal. Es como el toque de primera que da el tipo que sabe mimar la bocha como si fuera una mina de las difíciles e imposibles (si no se toca se pierde y si se agarra se revienta). Un picadito en la canchita de la vuelta tiene el sabor de los asados siempre postergados por las lluvias de un agosto 2.0. ¿Cómo esquivar el perfume de la primavera?

        
           Brian laburaba en la verdulería del bolita porque no le quedaba otra. No ganaba ni mierda pero el bola le obsequiaba con frutas y verduras y no era mal tipo. El guacho tenía estudios y todo pero le costaba una banda pegar un laburo como la gente. No es que quisiera sacar siete u ocho lucas al mes pero tampoco da romperse el culo de sol a sol solamente para pucherear (no hablo de puchos porque el gil no fumaba y era tan careta que no tomaba ni una gota de escabio).

           El boliviano lo quería meter con su hija. Como una eugenésis inconsciente. Es algo perturbador si se piensa un poco. El pibe no era racista en sí pero tampoco iba a salir con Florinda Mamani. Simplemente se dedicaba a baldearle la vereda al paisa y nada más. A ningún argento de bien le cabe que lo encamen de prepo con una guacha que ni conoce. Eso es de cuarta. Es lo que hay...
           
              Una lluvía de sol caía incesantemente sobre las veredas de ese barrio escondido de la ciudad. Como una patrulla perdida en la noche de los tiempos caminaba una paisana con la estrella de seis picos sobre el pecho plano como el de un varón. Estaba vestida ridiculamente con una larga pollera violeta estridente cuan primavera alucinógena; llevaba un saco del mismo color y, debajo del mismo, una remera negra que contrastaba con lo blanco de su tez muerta. Era gracioso verla porque parecía una mezcla de feminista, punk y judía bolchevita al mismo tiempo. Hay que reconocer que pocas veces la luz del cielo alumbró cara tan hermosa como la suya. Una gota de la divinidad era su celestial rostro de muñeca que inspiraba lujuria, respeto, idolatría, amor y admiración con la pasión propia de un oriental exacerbado.

              La judía comenzó a mirar condimentos y cositas varias para preparar la comida del hogar. Llevaba un billetito de diez pesos en la mano. Daba impresión de ser una menesterosa. Tiraba un poco de lástima y mucha ternura. Brian comenzó a mirarla con curiosidad y admiración. No todos los días se ve tan cerca de uno a una persona de una raza oriental como una hebrea cuya familia viene de Medio Oriente. El chico era verdulero pero no se comía cualquier verdura: Sabía que esa mujer era oriental por el marrón de sus ojos y por lo oscuro de ese cabello lacio que caía sin piedad hasta los hombros. Lo gracioso es que a la altura de las sienes presentaba marcas de haber sido rapada con máquina (era una moishe punkie con toda la onda feminista que no usaba corpiño por no tener con que rellenarlo). Parece cuento pero pasó...

               En un momento dado ella empezó a hablarle al criollo notando sus miradas acosadoras. Él ansiaba la conversación pero no la buscaba a sabiendas de lo cerrado de esa cultura anticristiana que siempre se mantuvo al margen de la sociedad por propia voluntad y no por una discriminación que nunca existió. Era increible ese duelo de miradas entre los representantes de los dos pueblos bíblicos: La eterna lucha a muerte entre católicos y judíos se daba una vez más en los gestos de esos dos individuos que no actuaban por propia voluntad. El diálogo que sigue se dio frente a las canastas de mimbre que contienen semillitas y esas cositas que nadie come.


- Mi marido no cobró todavía. Voy a llevar poquitas cosas-
 - ¿Usted tiene marido?-
 - Sí, tengo marido, tres hijos y un nieto. Tengo treinta y cinco años.-
 - Parece de mi edad.-
 - ¿Veintiocho tiene usted?
 - Veintitres.-
 - Estar así vestido y peinado a la gomina te hace parecer más grande.-
 - ¿Cómo hace usted para verse así?-
 - Trato de comer bien. He comido panchos, hamburguesas y otras porquerías pero ahora me cuido. Como sano. Todo natural. Y trato de no comer carne. La carne envejece.-
- He oido decir eso.-
- No como cerdo. Cuando venga el mesias quizás coma.-
- Ya vino el Mesias.-
- Ah, Jesús. Sí.-
-El mismo.-
- ¿Viste ese maiz que está ahí? Eso me gusta comer a mí. Eso comen ustedes en el locro.-
- ¿"Ustedes"? ¡Somos argentinos los dos!-
- Sí, pero distinta religión. ¿Viste esas lentejas rojas de Turquía? Yo soy judía turca. La gente piensa que somos marcianos por vestirnos así pero ellos cambian a cada rato de pareja y no es así. Yo hace dieciocho años que estoy con mi marido. Él tiene cuarenta. El amor es eso. No todos los días es un viva la pepa. Y cuando pasan cuatro días y no hay nada, el reencuentro se disfruta más que algo normal.-

     
       Brian simuló seguir trabajando para que su patrón no lo viera ocioso en la conversación. Luego de verificar que el boliviano se encontraba cagando y leyendo el diario, aprovechó para seguir hablando con la señora judía...



- Ya vino el Mesías.-
-Ustedes hablan mucho pero Jesús era judío.-
- Nosotros somos más judíos que ustedes.-
-¿Tu madre es judía?-
-No, pero nosotros somos de la secta judía de los católicos.-
- No son judíos.-
- Nosotros respetamos y admiramos a Abraham, Isaac, Saúl y David. Inclusive yo siento estima por Rizpah, aquella hermosa concubina del primer rey de Israel.-
- Yo me llamo Judith. ¡Ojo que yo corto cabezas! - Una vez dicho esto, la judía empezó a reír.
- Volviendo al tema de la fidelidad conyugal, admiro su abnegación y su entrega por su marido. Mi novia es judía pero no cree en Dios. Ojalá fuera como usted en cuanto a valores.-
- Convertite al judaísmo.-
- No me voy a convertir.-
- La vas a tener que dejar.-
- No quiero.-
- Entonces sé una buena persona.-
- Eso sí quiero y puedo.-
- Está por venir el Mesias. Se siente en la atmósfera.-
- Ya vino.-

                 
          Brian se reía por dentro al escuchar a Judith. Sabía muy bien que el Mesias ya vino y que ese que esperan los judíos es el anticristo del cual habla el Apocalipsis. Jesús dijo que su reino no es de este mundo. Aquel judío que vendrá será bien mundano y terrenal y llevará la obra sionista hasta las últimas consecuencias...


- Joven verdulero ¿sabía que Dios ya estuvo en la tierra?-
- Sí, en la persona de Cristo.-
- Estuvo cuando la circuncisión de Abraham. Habían tres angeles a su alrededor.-
- Puede ser pero yo soy católico.-
- Somos hermanos después de todo. - La judía Judith dijo esto sin creerlo de verdad.
- A pesar de nuestras discrepancias, admiro sus valores maritales.-
- Vos podés tener la mina más linda de todas pero eso no es todo.-
- No.-
- Hoy en día todo es degeneración por todos lados.-
- Debo reconocer que los gentiles somos unos tarados que consumimos basura.-
- Hay gentiles justos. Gentiles que se convirtieron al Judaísmo.-
- Yo creo que se deberían convertir ustedes.-
- También hay judíos mesiánicos.-
- Yo no me voy a convertir.-
- Cambiando de otro tema, te conviene independizarte ahora que sos joven. En estos trabajos de hoy en día pagan poco y encima te piden que te quedes horas extras.-
- Estoy buscando algo mejor. Es difícil pero intento.-
- Bueno, me voy. Muy buenos días.-

         El angel del Señor se marchó llevando algunas bolsitas con semillitas para alimentar a sus tres hijos y a su nietito. Brian estuvo todo el día pensando en Judith y le dijo a su novia que quería que fuera tan fiel como su paisana ortodoxa. Deborah le dijo que ella es así de fiel y que no hace falta andar disfrazada para demostrar valores morales. Brian se mató de la risa pero en el fondo guardó la fantasía de que su noviecita es una hebrea de la Antigüedad y él, un bárbaro conquistador. El pibe siempre quiso vestir a su chica como religiosa y hacerle el amor apasionadamente pero jamás se lo dijo por no quedar como un loco.

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