Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

martes, 15 de enero de 2013

Discurso de otros tiempos

       

          
       Una lluvia de calumnias injuriosas ha estropeado mi reputación y mi buen nombre. Miles y miles son las leyendas que se tejen sobre mi persona no habiendo ninguna que haya sido autorizada por mi persona (los mitos urbanos son creaciones de los mitómanos).
            Se dice que soy un hombre peligroso. Tal vez sea nocivo realmente para aquellos que quieren mantener el actual estado de cosas. Yo puedo ser visto como un ateo negador o como un fanático religioso por grupos que se valen de las antinomias de los hombres para destruirlos. En verdad soy un enemigo de la falsa moral y un hijo de la Naturaleza y sus eternas leyes.
             Se pueden conjeturar muchas cosas sobre mí pero no son más que productos de la imaginación ajena. No obstante esto quiero decir que yo soy la mejor fuente acerca de mí mismo. Se diga lo que se diga también deberá oírse la otra campana y esa es la que tengo en mi voz gruesa lista para mi descargo...

              Dije esto en el juicio pero el jurado, conformado por burgueses, pidió mi muerte. El juez dijo que yo era inocente de culpa y cargo pero la gente seguía pidiendo mi cabeza. Entonces el magistrado les advirtió a los presentes que él no tenía responsabilidad sobre mi sangre. La chusma dijo que era ella la soberana en la asamblea. Fue ahí que me golpearon casi hasta morir. Una vez consumada la infamia nadie se quiso hacer cargo de tamaña vileza. Todo quedó en el anonimato cobarde de la masa. Nadie a quien juzgar por la flagrante injusticia. Cuando gobierna la tiranía del número nadie es responsable de sus actos. Me sentí bien al recordar las palabras del sabio que decía: "Es preferible padecer una injusticia en lugar de cometerla".

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