Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 11 de agosto de 2013

Sueños locos VIII (Las piedras)

       








     
     Hay un instante en el cual coinciden el alba y el ocaso. Fracciones de segundos donde el cielo es anaranjado o rosado. Bien podría sacarle una foto al amanecer y venderla como una postal del atardecer. Las transiciones son sagradas. ¿Por qué es tan hermoso el momento en el cual el sol se está yendo? Quizás porque guarda algún anhelo, alguna esperanza, un amor o una lágrima del corazón. O tal vez porque brilla la última luz del día como un beso a la eternidad. Fluye como el universo y despierta en los brazos de una vida mejor. ¿Podría robarle al tiempo un minuto excelso del ayer para quedarme en él por siempre y no volver nunca más a perder? Lo mío es pura pereza existencial, en mí filosofan las carencias (al menos eso diría uno que ha muerto hace mucho). La línea azul del horizonte se va mezclando con otros colores. No se sabe qué hora es, es siempre una primera vez de voces, susurros, silencios y vientos que se van muy lejos. ¿Alguna vez se sintieron insignificantes frente a la naturaleza? Eso es pura vanidad. Es como decir que a pesar de ser tan pequeños todavía estamos. Las transformaciones leves valen en sí mismas y no solo como procesos del devenir o como enmarcados dentro de una visión teleológica. ¿No está bueno pararse en la frontera y lanzar piedras a ambos lados de la raya y ganarse la enemistad de todos? De ambas bandas se levantan los ejércitos para tirarte a matar. Entonces, hablando de tirar, decidís tirarte pecho a tierra mientras te tiran de todos lados pero ya sus tiros no pueden alcanzarte (¿juego de palabras o vulgar redundancia?). Los soldados de los dos países quedan tirados en el piso. Se mataron entre ellos. Vos saliste caminando para el otro lado, el lugar de la victoria. Comiste de los despojos de los dos vencidos, te quedaste con sus armas y te hiciste con dos imperios de la nada. Todo por ser un loco fronterizo.

   Luego de "nadear" tanta belleza y de ningunear los tiempos y las reglas, debo ir al combate del día de la fecha. En ficciones inconscientes me encontré otra vez con la muerte pero no la muerte misma sino aquella del sueño, las pesadillas, las fatigas y las vueltas olímpicas por la almohada. Imaginen un estacionamiento. Complejo Habitacional Lugano 1 y 2. La Torre 11, la de color amarillo, frente al Parque de las Victorias. Avenida Larrazábal, donde pasa el premetro y la gente sale a correr. ¿Conocen? ¡Qué van a conocer ustedes si no salen de Palermo! ¡Seguro que piensan que Lugano es Provincia? Bueno, suponiendo que mis pagos fueran parte del Conurbano, ¿dónde queda Villa Lugano? ¿En la Matanza o en Lomas de Zamora? Bueno, el barrio queda en el extremo suroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se podría decir que es el culito de la Capital, por eso algunos dicen que es una mierda. No importa. ¿Ahora se ubican? Pueden venir con la línea 141 y dar una vuelta. No sé, si quieren puedo hacerles de guía de turismo a cambio de treinta pesos. Los llevo a pasear por Soldado de la Frontera y por los lugares más bonitos de la zona (los hay aunque parezca cuento). Bueno, lo de la plata es simbólico. Si me invitan a comer quedamos a mano. Vengan con un churrasquito y yo les cocino en casa y comemos juntos mientras tomamos unos vinos y hablamos de las chicas que pasan caminando por Roca. ¿El paseíto por acá es solo para hombres? No, también llevo a pasear a mujeres pero suelen ser temerosas de abandonar su comodidad burguesa aunque más no sea un rato. ¿O me tienen miedo a mí? ¿Qué podría hacerle yo a una dama? Yo soy todo un caballero y siempre trato de darle lo mejor a una señorita...

  ¿Ya se ubicaron? Breve composición de lugar: el playón para los coches está abierto al público. Imaginen un barrio de edificios despintados como los que construye el Gobierno para la gente de bajos recursos. Lo más loco es la política imperialista de los consorcios del complejo: van robando espacios públicos, lugares de todos, para ampliar las cocheras rentadas. ¡Flor de negocio! Viene un vivo, toma una parcelita, se hace su cocherita, la vende y se gana algunos miles de pesos. ¡Pero antes era gratis estacionar ahí! ¿Será que en Lugano 1 y 2 hay vecinos nazis que aplican las máximas de la doctrina del "Espacio vital" postulada por Hitler? Vamos a decir las cosas con propiedad para que vean que hablo con conocimiento de causa: Lebensraun. Esto es muy grave. Algún día yo podría quedarme en la calle porque a alguno se le ocurra hacer un gran garaje en mi edificio. Ahora se perfeccionaron mucho los ascensores para autos. No importa que haya gente sin casa siempre y cuando los vehículos estén cubiertos bajo techo. Pero esto de la anexión de territorios es una política demente que terminará en una guerra vecinal. ¿Ha pasado alguna vez en la historia del mundo que un afán expansionista no haya terminado en guerra? Tal vez los conquistadores germanófilos puedan salirse con la suya pero ya están padeciendo el rechazo de muchos como yo. No tiene mucha razón de ser el nefasto arte de privatizar. Bueno, suena contradictorio hablar de Nazismo y Menemismo en un mismo párrafo pero las analogías pueden ser múltiples y de ahí lo equívoco de ciertas expresiones. Porque sí, hay algo hitleriano en eso de tomar lo que es de otros con la excusa de conquistar o perecer. Es una mentalidad desesperada. Pero al mismo tiempo es de capitalista nato arrancarle una esquina al barrio, levantar cuatro paredes y cobrarle la estadía a la gente que le puede dar una mejor calidad de vida a su automóvil.

   Quizás tengan razón al pensar que esto es Provincia. This is the Conurbano! El Gobierno de la Ciudad no se acerca nunca a fiscalizar lo que se hace acá. Entiendo que la gente puso plata por los materiales de las cocheras y por la mano de obra pero no se pueden apropiar de un espacio que es de todos. Pero bueno, no creo que se apersone nadie a ver qué está pasando, qué se construye, cómo, quiénes lo hacen, por qué, cuándo empezó todo y cuándo termina, etc. Esto es un quilombo. ¡Devuélvanle la bombacha a mi hermana! Risas a un lado, esto es un candombe y no por la música sino porque está lleno de negros vagos. Pero no va gastar tantas palabras en las usurpaciones de la pobre gente que se cree dueña del lugar. Dios los perdone. Yo tengo que ir al cuento suculento y dejarle el fiambre y el mate cocido a los pobres. No puedo ser tan yeguo de sacarle la papa de la boca a los inspectores de la Municipalidad. Siempre yo termino haciendo el trabajo de los demás. Ya podría reclamar un sueldo estatal por la cantidad de denuncias que hago en esta página grandiosa. Yo no sé si soy una maravilla pero les aseguro que sobran las maras y las villas... ¿Y esos puntos suspensivos? ¿O prefieren putos suspendidos? Vayan a otro lado si quieren maraquitas alegres del Caribe. Acá se habla del frío, del Sur, de los problemas, la inseguridad, el culo de la vecina, las tetas de mis compañeras, el bigote del vigilante, el partido del domingo y la mar en coche. Pero nada de trolos y trolas (bueno, trolas sí pero solo a modo de recepcionistas, no olviden que soy hombre de una sola mujer). Lo digo lisa y llanamente: me cago en la ideología de género. Voy con lo importante. Prefiero hablar de un asadito y no de los degenerados que se sienten minas pero no se quieren cortar la pistola porque la usan para salir a robar por ahí. No va.

   ¿Otra vez las digresiones? No, parece que no se dieron cuenta de que mi literatura es una digresión permanente y una transgresión a los rígidos cánones del Marxismo Cultural. Pero quiero dar una estocada precisa como pedrada en ojo de boticario. Les voy a contar lo que soñé para no irme al infinito: estaba con la espalda apoyada en un alambrado del estacionamiento privado de la Torre 11. Frente a mí estaba el playón público. A mi izquierda, la avenida Larrazábal; a mi derecha, la mentada torre. Esperaba el ataque del enemigo. Por eso no regalaba mis espaldas a nadie sino que estaba bien despierto, bien atento a lo que podía pasar. Los ataques por la retaguardia suelen ser mortales. Sin descuidar mi parte trasera, no sea cosa que venga un grone y me toque el traste, me dediqué a juntar piedras para tener proyectiles en una eventual trifulca. ¿No saben ustedes que uno tiene que armar montículos de objetos contundentes si sabe que se va a producir algún enfrentamiento grave? Las reglas marcan que hay que pelear mano a mano pero el oponente puede llegar en malón y arrojar pesados cascotes sin pensar en la vida del otro. Una piedra puede matar o herir gravemente pero uno se tiene que defender y pagar con la misma moneda. ¿Por qué tanto odio? Es solo un sueño. Creo que en la vida real no me quedaría esperando como un pelotudo la arremetida del contrario sino que iría a buscarlo a sabiendas de que la mejor defensa es el ataque. Es una chiquilinada andar tirando piedritas (de alguna manera u otra los piqueteros y los activistas de Izquierda son unos chiquilines nerviositos). Un consejo: si les lanzan algo no deben huir. Por el contrario, deben embestir con todas sus fuerzas ya que los que arrojan elementos duros para herir al prójimo, rara vez suelen ser diestros en el manejo de los puños. Si ustedes se van corriendo es peor: pueden recibir un piedrazo en la nuca o en la espalda y quedar terriblemente lesionados. No es conveniente mirar para otro lado cuando el peligro se hace presente. ¿O acaso tienen ojos en la cola para ver lo que está pasando? Eso sí, si van a ir al frente, tengan la precaución de ponerse en guardia cosa de no ligar un cascotazo. Rechacen la agresión pétrea cuan si fuera una trompada. Despejen hacia el costado con el antebrazo o esquiven con agilidad lo que se les viene pero no retrocedan nunca. Sean fieras embravecidas y muestren las fauces leoninas para amedrentar al artillero que tienen enfrente...

  Esta es la primera vez que me pasa pero me interrumpieron en el acto de escribir. Cada día me siento más Lucio Mansilla. Sonó el teléfono y era, bueno, omito decir quién pero me dijo que una tal Fulana es muy puta. Me dijo también que a ella "le gusta la pija como el pan de cada día". No doy más de la risa. Ahora sí vuelve Alan. Vamos al combate. La luz del alba clareaba o era el ocaso con su paleta de colores desplegada en el firmamento.  Habían dos chicos conmigo, dos jovencitos blancos de pelo marrón y ojos pardos. Me estaban haciendo el aguante. Pero ustedes saben que es mentira el axioma que dice que de la nada nada sale. De la tierra pareció surgir un patovica furioso y loco como un toro cuya vaca le ha metido los cuernos con un torito de Mataderos. Mis dos amigos y yo nos lanzamos al oso ese que nos sacudía de lo lindo a pura paliza. Pero así y todo le complicamos la existencia porque en un momento Goliat se cansó de cagarnos a bifes y lo pudimos amarrar con los lazos que eran nuestros vigorosos brazos. Cada uno de mis compañeros le sujetaban un brazo con las dos manos mientras yo le llenaba todo el frente de trompadas a la par que le pateaba las pelotas. En el fondo de la escena se escuchaban chiflidos de auxilio para salvar al cuco acorralado (en Lugano los pibes chorros se comunican a puro chiflar, códigos carcelarios trasladados a la calle). Los tres valientes domadores del centauro  esperábamos una horda de indios enloquecidos por el vino en cartón pero nunca vinieron los negros. Luego de ver a mi archirrival en el piso, ensangrentado y aturdido, el sueño terminó y me levanté temprano para ir a votar en otra farsa electoral...

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