Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 28 de diciembre de 2014

Esbozos o trazos distintos...

 



  Siempre es lo mismo: una pausa, un respiro y a dar de vuelta. Siempre es lo mismo. Por eso se repiten las palabras, que no alcanzan a dar cuenta del corazón que me revienta el pecho a puñaladas. Pero voy a tratar de dar imágenes. Imaginen una esquina cualquiera, unas calles limpias y brillantes y un sol plateado. Imaginen una mañana hermosa, pura, clara y alegre con los comerciantes felices y unos pocos transeúntes perdidos en ellos mismos. Tal vez algunas nubes pálidas en el cielo celeste de Buenos Aires y casas bajas llenas de blanco y custodiadas por árboles perfectos. Tan sólo efectos de una canción mejor. Vean la grandeza de la Argentina plasmada a cada paso que se divide a sí mismo hasta el infinito. Y contemplen la alegría de vivir en la gracia que es sentirse libre solamente por caminar. Bueno, todo eso es lo que quiero reflejar y lo quiero hacer hoy...

  Es la calma misma. No hay nada más. Sólo paz, sólo paz. Está todo para perderse, para irse; está todo por andarse, por marcharse a unos soles mejores. Son las paces de la mañana, del mañana. Es el suave viento del Sur y su frescura poderosa, ese aliento mágico lleno de ensueños y visiones capaces de transportarnos adonde nace lo inimaginable. Un silencio puede explicar mejor todo esto que vanamente intento describir: esta gratitud inconmensurable por ganar una vereda y la sonrisa de las plantas, el perfume de la tierra apenas mojada por el rocío y por el toque mágico de la aurora cargada de fuerza magistral. Es un poema de pausas, de murmullos y caricias; un pequeño espacio donde siempre es consuelo y no hay pasado sino un presente de quietud y transparencias.

  Sí, mi corazón está muy cansado. Ya lo dije muchas veces. Estoy muerto por dentro. Ya me mataron demasiado. Y nunca quise suicidarme, nunca. Algunas veces me pegué un par de tiros en la cabeza para librarme de tanta sangre que hinchaba mis venas. Pero lo hice en mis escritos. Quiero vivir a pesar de todo y correr fuerte por la verde llanura pampeana. Quiero correr y ver dónde es que se esconde el sol y cómo lo hace, por qué no se queda. "Intenciono" perderme en la línea del horizonte y matarme en algún sitio donde nadie me vea. Digo, quiero extinguirme en un ocaso lejano y no hablo de nada literal; entiendan que es una metáfora. Simplemente expreso mi voluntad de ser solo en el desenlace de las provincias, verme en el aire último de la Patria y no acordarme de las noches de desesperanza y temor. Ya nunca más quiero verme acorralado por la miseria, el hambre, la desesperación, el pánico, la angustia, la violencia, las frustraciones, los sinsabores, las trifulcas, las humillaciones, las desmoralizaciones ni las madrugadas desgraciadas de llanto, sufrimiento y terror ante el abismo de un mañana incierto. No más inestabilidad ni tierra movediza bajo mis pies. Sueño con proteger lo poco que queda de mi alma y alcanzar el cielo con la mirada y vivir una soledad plena, voluntaria, buena y compasiva. No esa vil soledad del mundo; la de los golpes, el desprecio, el menosprecio, el rechazo, el desempleo, el fracaso y la frente escupida por la chusma de ignorantes, vagos, locos, locas, idiotas, viciosos, inmorales, asesinos, asesinas, golpeadores, golpeadoras y mentes insecticidas (sí, me dicen que soy un bicho y me rocían su veneno y juegan conmigo y mi agonía como un pasaje de Kafka. Es una metamorfosis provocada por la sociedad misma). 

    ¿Qué más? Por ahí podría ser bueno algún cuerpo, algún alma que me deje entrar y salir. Una voluntad de ser junto a mí: una amiga y compañera, novia y amante y esperanza y musa y descanso de este pobre peregrino. Imagino una suavidad de rasgos, un tornasolado en la mirada, una pincelada de cariño en las manos y magia en los besos. La quiero mía, no de la masa de degenerados y brutos, de los machos locos y desmesurados. "La soledad de dos en compañía" dijo un sabio alguna vez. Nada más que eso. Abrazos, caricias, miradas cómplices, palabras sanadoras y goces compartidos a la distancia, no complicaciones y opiniones ajenas. Soy una especie de enfermo terminal que no quiere enredarse en convencionalismos burgueses, prejuicios clasistas ni intereses de casta. Me veo haciendo el amor todos los días y perdiendo los días del pasado en el olvido; veo alegría y felicidad alrededor, sonrisas blancas como la tez que se escribe "feliz" con el roce de mi cuerpo. Anhelo entregarme de lleno a alguien que se entregue a mí sin reservas. "Te amo", dos palabras que valen más que toda la mierda que nos quiere vender el mundo por televisión e internet. Con semejante reposo y apoyo tendría fuerzas para traer el Aconcagua todos los días a la mesa de ambos. 

     ¿Algo más? Sí, correr en el viento y resumir el campo, las montañas y la ciudad en una página tan bonita como esta porque quiero abarcar el infinito en un abrazo penetrante, fuerte, potente y lleno de la vida, el ardor y el fragor de mi juventud toda. En algún lugar está esa magia que ando necesitando para encenderme y volar. En algún sitio de este orbe tengo lo que tendría que tener entre mis manos. A ver, cambiemos el cuadro y hagámoslo más urbano: otra vez Buenos Aires pero de noche, llena la Reina del Plata de todas las luces de la Vía Láctea. La Ciudad es mía. Nací de su seno. Está bien. Es entonces que digo que imaginen una avenida cualquiera abriéndose para mí y un auto y una señorita y tras ella, la estela de sueños consumados y los polvos de la mejor de todas las hechiceras. Eso. Y también la confianza que da poder tocar un par de tetas cuando uno quiera, esa incomparable sensación de poder que te brinda una mujer generosa que te hace sentir el tipo más genial del universo. Voy más allá: una cena liviana, un café y unos besos y después de eso, unas palmas deslizándose al fondo de la imaginación, al jardín del amor, a las montañas del deseo. Lo pinto así: un escote cargado y a punto de levantar a su dueña como esos globos que se alzan en el aire hasta perderse de vista. Y una pollera que deja ver piernas divinas con tacos que pinchan mis fantasías más ardientes. O tal vez un pantalón ajustado que envuelve todo lo que se me viene negando hace mucho, mucho tiempo. Entonces yo beso, beso, beso. Acaricio el cuello, la espalda y la abrazo. Le beso el cuello y le beso los labios otra vez y otra vez. Le tomo las manos y le abro los dedos para meter los míos. Al tiempo le rozo las piernas con mis manitos y caliento la sangre con cada miradita. Ella no se niega nunca y deja que juegue con sus pechos y hasta permite que le haga mimos en la cola. Es mía. Eso es todo...

  ¿Cómo terminar? ¿Cómo acabar con esto? Tal vez no quiera hacerlo, de hecho, quiero seguir hasta morir. Pero algo me dice que tengo que parar por un rato para respirar, comer, tomar agua y descansar un instante para volver a la carga. No sé. Me cambió el humor en plena composición porque cambié de música varias veces. Creo que se hizo realidad en mi mente todo eso que deseé en líneas anteriores. Es la fuerza de la sugestión. Estoy solo como un idiota con el teclado pero me creo amado. Me parece que escribir para mí es hacer el amor. Mi fantasía ganó una intensidad impresionante. No entiendo nada. Es como si los brazos del deseo me tuvieran apretado. Raro, raro, todo es raro y hasta es bueno. Es un vicio que consumo para no torturarme con horas vacías de cariño. Voy a sufrir cuando deje esta prosa alegre en la superficie pero amarga en su origen: ya dijo el sabio que uno desea lo que no tiene. Platonismo puro. 

  ¿Volvemos al punto de partida para ser un poco más prolijos? Bueno, Buenos Aires. La Argentina es la Patria. El cielo celeste con el blanco de las nubes, la perfección de la emoción y la musa atrapada en mi corazón y en mis brazos. Todo se sucede en las veredas, los patios, las plazas y los almacenes que venden amaneceres y dulces con el gustito de lo nuestro. Una reflexión seria en medio de tanto chiste vulgar: la Patria es el tesoro de los que no tenemos nada. Nos hacemos argentinos porque no somos ni podemos ser  ciudadanos del mundo o burgueses contentos con las vaginas que se chupan todas las mañanas, manjares estos que se me niegan hace mucho. Somos pobres hijos de esta tierra regada con lágrimas. Al menos eso es lo que soy yo. No puedo decir otra cosa. A París no fui nunca y a esta altura, dada la miseria en la que vivo, dudo que alguna vez salga del país. Y si salgo, va a ser para extrañar, mirar a la distancia y volver con más amor todavía. Es como el idiota que le es infiel a su mujer y vuelve arrepentido al caliente lecho conyugal donde la cucharita unta los postres más sabrosos. Nada más que decir. A lo sumo, podría agregar que le pido a Dios por todo lo negro que soy pero bueno, la vida me hizo así. He comido mucho de la lata. Reconozco todas mis culpas y mis miserias humanas y las acepto como tales. Y aclaro que no soy referente de nada. Soy un tipo decadente y me rindo ante el Cielo buscando perdón (no firmo la  rendición ante ningún agente de la Perdición que se muestra como dueño de la Razón). Algún día voy a comparecer ante el Señor. Recen por mí que yo rezaré por ustedes cuando esté allá arriba...

viernes, 26 de diciembre de 2014

Últimas reflexiones del 2014






 Me siento esperanzado. Si la niña Rothschild dejó a un multimillonario de apellido Goldsmith para estar con un impresentable como este "Jay Electronica", ¿por qué no habría yo de ilusionarme con encontrar el amor algún día? Dejando la autorreferencialidad al costado, es fascinante la historia de estos banqueros de origen judeo-alemán. Esta piba tiró todo a la mierda y se fue con el tipo que le gusta. Lo malo es que tiene tres chicos con Ben, su ex marido, pero bueno, Dios dirá. Parece que en el futuro vamos a tener algún negrito con apellido ilustre que quizás tire un poco para los pobres del mundo entero...
      (La increíble y maravillosa historia de Kate Rothschild)

  Buenos Aires es una selva de cemento. Para ganar el harén, tenés que ser el macho alfa de la manada. Por eso hay tanta violencia en los boliches. Pero bueno, todo esto es parte de una verdad más profunda que la vagina misma: la mujer es la culpable de toda la sangre que corre en el mundo. El hombre mata y va a la guerra para traer el botín de regreso a casa y ganar una bella hembra si es que no la tomó en el bando de los vencidos. Y el hombre que defiende su patria en realidad lucha para que no violen a su esposa y a sus hijas. Y lo mismo con los ladrones: roban para poder tener sexo. Y los policías hacen lo propio. Las relaciones carnales son el móvil de casi todas las acciones humanas. El único que miró por encima de la carne fue Dios, que se clavó en la cruz para burlarse de la materia y de la condición miserable del ser humano...
        (Los machos malos)

  Me gustaría ver de qué se van a disfrazar los nacionalistas locos y malos machos desencajados que tanto bancan a Putin: ahora bajó el precio del petróleo y se acabó la mentira de Rusia, Venezuela e Irán. No se puede sostener un país que no diversifica su industria. Mejor dicho, no se puede sostener un país sin industria. El que apuesta a las materias primas pierde. Por dar un ejemplo clásico, Alemania, Japón y Corea del Sur no tienen nada pero son potencias mundiales. ¿Dónde está el negocio? Hay que invertir en ciencia, tecnología, investigación y conocimiento. La educación es la única salida. Los Chávez, los Vladimir o los quejes del oro negro han muerto para siempre. Ya no hay lugar para ellos. Se acabó la farsa...
      (Nacionalistas locos y malos)

  Hoy en día no tiene sentido ser facho. Me acuerdo que tenía catorce y escuchaba Almafuerte y Hermetica. Durante años seguí esta movida, cuando Iorio no era un personaje popular ni una parodia de sí mismo. Y me acuerdo también de haber hablado de la Iglesia cuando no había Papa argentino. Y durante el secundario dije lo mismo que dice Berni hoy en día con respecto a la inmigración. Es decir, ser facho no tiene razón de ser ahora. Otro ejemplo: la imagen del Estado de Israel en el mundo quedó muy mal. Cualquiera se opone al Sionismo en esta época, en este 2014 casi 2015. ¿Y los gays? La sociedad ya les tomó bronca ante la amenaza de los travas subsidiados. Como dije más de una vez, los discursos de la representación no tienen cabida. Aquellos que dicen representar tal o cual causa suelen ser tipos patéticos, locos, paranoicos, violentos, extremistas, ignorantes, brutos, desmesurados y descorteses. La Argentina es demasiado grande como para que un grupo de individuos se arrogue la defensa de los intereses de la Nación. Eso es más bien una mezcla de mitomanía con megalomanía. Uno puede hablar por sí mismo pero no en nombre de una clase social, un Pueblo, una religión o un colectivo cualquiera como puede ser el de los negros, los homosexuales o las mujeres. Y tampoco creo que por el simple acto de delegar, si es que algo así es posible, alguien puede devenir en portavoz de las masas. Desde ya que no. El siglo XXI va a ser de consensos, negociaciones, asambleas, intervenciones masivas y voluntades emergentes. Así como hay un rebaño envilecido por los vicios más deplorables, así también surge ante el mundo la luz de generaciones enteras de estudiantes, profesionales, intelectuales y autodidactas capaces de confrontar con el poder, interrogarlo, cambiarlo, cuestionarlo... La clave de todo es la educación. Las poses de macho criollo comedor de choripanes y bebedor de vinos envenenados no van más. Ante la faz de la Tierra se eleva una constelación de hombres y mujeres comprometidos con su futuro, personas que cuestionan, critican, proponen y peticionan; personas que se movilizan en defensa de sus derechos y sus libertades individuales. Dios, fuente de toda razón y justicia, ilumine el porvenir de todos nosotros y aclare las turbias inteligencias de aquellos que moran en la ignorancia y la ignominia...
            (Ser facho está de moda)

  Alan hace escuela. Dijo un buen amigo mío: "En una sociedad en la que la vagina se ha convertido en una tarjeta de débito y crédito con muchos beneficios, hoy quiero felicitar a todos y todas que siguen teniendo dignidad y se ganan las cosas por mérito, no de rodillas. La sociedad tiene esperanza por gente como ustedes."
         (Alan y su escuelita)

  El Papa hizo que se amiguen Cuba y USA pero no consiguió que San Lorenzo le gane al Real. En definitiva, es el Embajador de Dios en la Tierra, no es Dios. Tampoco la pavada. Nuestro querido Francisco puede evitar una guerra en Medio Oriente pero no puede conseguir que Ortigorda pare a Bale... Los milagros los hace Cristo nada más...
  Yo si fuera el Papa excomulgaría a todo el plantel de San Lorenzo incluyendo al técnico y a Tinelli. Vergüenza nos hicieron pasar en todo el mundo. No se puede creer. Es verdad que el Real tiene la plata del universo pero lo nuestro es mediocre. Parecemos bestias con esto de pegar y pegar. Asco.
  Me tiene podrido esa escuela de fútbol iniciada por Boca y luego copiada por Estudiantes y San Lorenzo que dice que hay que pegar y pegar. Si les gusta dar patadas, practiquen artes marciales. Lo de San Lorenzo el sábado causa indignación. Parecemos unos negros brutos y locos, unos machos malos y pegadores. Al final, me parece que es verdad eso que dice un profe de mi facultad: "Si venís a Sudamérica, un machazo fatal te la va a dar"...
        (San Silencio y la puta que te parió)

    El mejor regalo de Navidad que tuve en la vida es esta hermosa sentencia que un amigo me regaló al notar mi malestar del corazón: "Que mirando al Niño Dios puedas perderte y encontrarte en el misterio de Dios hecho hombre entre los hombres." Nunca me dijeron algo tan hermoso en ocasión de las Fiestas. Es genial. Esta frase le ha dado alegría a mi alma. Es digna de un santo sacerdote...
         (Dios para todos)

  Dijo mi amigo: "En Dios nos vamos a encontrar tal cual Él nos pensó, en nuestra justa medida." Pregunto yo: ¿cuál es la medida del hombre? Es un tema muy interesante. Nunca lo pensé. Creo que solamente el Señor puede responder esto...
         (Dios)

  Ah, me olvidé de decir que estoy muy contento por las gestiones del Papa Francisco para la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Nuestro querido Jorge está haciendo historia. Argentino y peronista.
          (El Papa Pancho)

  Siempre vi a los monoblocks de Fuerte Apache muy parecidos a los de Villa Soldati. Estos últimos quedan cerca de casa y los conozco porque paso muy a menudo. La cuestión es que hoy me enteré de que ambos emprendimientos urbanos fueron llevados a cabo por el estudio Staff, compuesto por Jorge Goldemberg, Ángela Bielus y Olga Wainstein-Krasuk. Estos hacedores de mamarrachos trabajaron en su obra siniestra durante la época de Onganía. Es decir, estamos hablando de una mezcla de degeneración moral, decadencia política, totalitarismo, militarismo, avidez de dinero y megalomanía. Nefasto. Es cierto que yo hablo con el diario del lunes. Quizás en su tiempo fue algo innovador pero yo, como habitante de Lugano 1 y 2, les cuento que es inviable esta forma de vivir todos pegados los unos con los otros, hacinados y excluidos del tejido del resto de la Ciudad. Estigmatización, palabra de moda y que viene a cuento de esta realidad que denuncio; realidad de geometría cruel, cuadraturas que saturan y verticalidades que destrozan el alma. En síntesis, el Estado no tiene que construir viviendas sino favorecer el pleno empleo y el normal funcionamiento de la economía para que no haya pobres que dependan del Gobierno...
           (Tierra de chacales)

sábado, 20 de diciembre de 2014

Mi plegaria




 ¿Qué hacer cuando no se puede hacer nada? ¿A quién recurrir cuando todo el mundo se llena de nadies? ¿Y Dios? Creo pero no lo veo pero creo, creo mucho. Dicho esto último, no sé qué más escribir. Sólo me gustaría pedirle a la vida ese abrazo que se me viene negando hace rato. Me siento muy solo, muy mal. La angustia me carcome los ojos. Me cuesta ver el futuro. La coyuntura me achica el horizonte. Estoy ahogado de lágrimas. El párrafo este guarda los cortes de mi alma, las cicatrices de estos 25 años de escasa claridad. Desearía dejar hoy algo mejor pero no consigo hallarme a gusto en esta noche de las últimas de diciembre. En serio, anhelo dar un poquito más pero se ve que no es la ocasión. La confusión envuelve mis pensamientos, tengo nublado el entendimiento y la voluntad parece que me traiciona a cada instante. Las puertas no se abren y los caminos se hunden debajo de mis pies y esto no es chiste ni exageración. Confieso que siento mucho temor, mucha incertidumbre y una tensión nerviosa por tantas sales y tantos males que cargaron mis espaldas. No veo las sonrisas en la oscuridad que podrían indicarme la salida ni veo esa mirada vivificante y gratificante deseosa de devolverme el sosiego. Nada más que tropiezos y enredos hallo a cada paso. No es mi hora esta. ¿Por qué será que el cosmos no me es favorable? A mi alrededor todo tiembla, todo se pierde y se revuelve contra sí mismo y contra mí. Parece que los infortunios se están comiendo los segundos de mi existencia como si no hubiera mejor alimento en el universo entero. ¿Será que no hay mañana? Quizás lo haya pero tal vez no esté a la vuelta de la esquina.

 Este texto está claro que no lo voy a dar a la difusión. Será comentado o leído por aquel ser iluminado que haya recibido el permiso divino para acceder a este drama personal. Yo hago catarsis. Mi prosa es el arte de suicidarme sin matarme. No pienso darme a ninguna suerte de desesperación más que esta de sufrir en letras lo que no puedo resolver en hechos. En torno a mi persona noto cómo la falta de un empleo estable y los conflictos familiares desgarran mis días. Me va muy bien en los estudios y agradezco a Dios por ello pero siento que tendría que vivir solo, tener seguridad en mi porvenir y no depender de los trabajos temporales, los microemprendimientos, los rebusques, las changas y la alternancia eterna de la Fortuna. Sería deseable estar tranquilo en un departamento para mí y no tener que soportar a nadie más. Bastante tengo conmigo mismo. No es que me lleve mal con mi propio ser pero la ausencia de una familia bien constituida o, mejor dicho, la presencia de muchos problemas hogareños hace que se me traben las mañanas, las tardes y las noches. ¿Cuándo llegará ese momento de libertad y calma suprema? ¿Por qué tengo que depender de otros? Me pasa repartir curriculum como un pelotudo y que no me llamen de ningún lado. Lo primero que te dicen es que el C.V. está mal redactado y no es así: yo pongo todo lo que dicen los supuestos "especialistas". Y nada, nada de nada. Los meses transcurren sin novedad. Tal vez tenga que redoblar esfuerzos pero lo que consiga difícilmente me permita emanciparme definitivamente. Yo he vivido un año y seis meses en soledad y tuve que regresar por necesidad, por quedarme desocupado. No hay para siempres en la Argentina de hoy a menos que tengas la gracia de entrar en el Estado, lo cual parece misión imposible.

  Parece que la tarea es llegar hasta el final sin precipitar todo esto. Estoy dispuesto a cumplir. Muchas veces creí que me estaban vedadas todas las luces pero el tiempo me ha demostrado que surgen astros luminosos en momentos impensados. Siempre viene el sol. Puede tardar mil años pero va a venir, aunque uno esté seco por el frío de una madrugada casi eterna. No entiendo nada de lo que estoy diciendo. Escribo con mis reservas morales y energéticas, es puro vómito de palabras llenas de veneno que me hicieron tragar. Tengo el corazón muy cansado, ya no quiero sufrir más. De ahí la veta cómica que he explotado en este sitio durante los últimos meses. Cada vez quiero menos peleas. Puede parecer un cuento chino pero la posta es que estoy muy viejo por dentro. Siento que mis años valen doble. La inmadurez de mi discurso literario sirve para encubrir los cincuenta que guardo en el pecho. Eso de que tengo 25 años es una mentira del documento. Tal vez tenga más siglos que la injusticia. No sé. Todo puede ser. La verdad es que no quiero bardo con nadie. Me gustaría hacer nuevos amigos y abrazarme para siempre a ellos y no desprenderme nunca jamás de sus brazos. Siento ganas de esconderme en cuerpos ajenos, en pechos femeninos y en consejos de varón. Deseo profundamente entenderme con los otros y hallar su cariño, no lástima de ninguno o ninguna. Qué sé yo. Me veo rodeado de emociones dulces y frases suaves. Es complicado decirlo pero mis aspiraciones me fueron aspiradas por los trajines de mi andar errante. No acepto ya ninguna clase de fraseología grandilocuente ni esfuerzos desmesurados que bien podrían interpretarse como megalomanía. No quiero cambiar el mundo como un loco que se extingue en los fragores de la guerra. El cambio pasa por estar bien uno. No me veo liderando ninguna turba de enfermitos ni plantando una bandera donde corran las balas. Todo lo que haga en un sentido que pueda presumirse delirante, todo lo que obre en contrario al sentido común y la cordura, es pasible de ser interpretado como despecho contra el Señor Mundo, como amargo resentimiento.

 Veo como perfecto un alba en que todo haya terminado. Me contemplo tomando un café al lado de alguien genial, una persona que no me deje llorar ni ponerme mal, un alma sensible que me ahorre la fatiga que me genera derramar mis fuerzas en el llanto. Me anhelo contenido, querido, protegido y respaldado. Me imagino distinto por fuera, tal vez más formal o, por lo menos, mucho más radiante, seguro y confiable, como cualquier sujeto del futuro que le sonríe a la humanidad con un dejo de satisfacción. Mi búsqueda pasa por vivir en años de paz y tranquilidad. Quiero estar en el silencio o en diálogos calmados y complacientes. Quiero situarme en el terreno de las ventanas limpias, los árboles frescos, los balcones brillantes, las mesas llenas, los besos puros, las caricias tiernas, los manteles blancos y los pisos lustrados. No está en mi lista de deseos complicarme en el berenjenal de los sueños insensatos y desmedidos. Básicamente, quiero ser un tipo normal. Así el éxito me toque a la puerta y me consagren los años como destacado en lo que haga, creo que preferiría el perfil bajo con tal de tener la certeza de verme siempre relajado y sin sobresaltos. Bah, tal vez este humor sea pasajero y pasado mañana vaya con mi ambición de llevarme el mundo por delante. ¿Pero vale la pena? ¿Y si me quedo en el egoísmo y me hago un burgués que es feliz comiendo, tomando helado, yendo de paseo, viajando y criando niños bellos de piel blanca y ojos claros? No sé. La verdad que me asquea ese existir estandarizado, racista, clasista, tonto y superfluo. Pero es un escondite que se insinúa confortable. Ojo, no es que yo represente una amenaza para ninguno. Pero muchas veces quise un poco más, hacer algo por los demás y servir a causas que me excedan: quise ser cura, sexópata, militar, policía, ladrón, revolucionario, político, defensor de pobres, sindicalista, activista, anarquista, agitador, pacifista, pacificador, Papa, Presidente, periodista, pata de lana y muchas cosas más. Ahora me conformo con guardar todos mis escritos para mí y no involucrarme en quijotadas. ¿Será que tiré la toalla? Es posible. Pasa que ahora mi lucha pasa por comer todos los días, tener para viajar, moverme, terminar mi carrera y escudarme en momentos de ocio que recreen mi alma. No se puede querer cruzar la Cordillera de los Andes con la panza vacía. Bah, se puede pero yo no soy granadero ni lucho contra los españoles de los cuales desciendo.

La Argentina de hoy está difícil. Se le da plata a los travestis, a los presos, a los inmigrantes, a los militantes políticos, a los vagos y a una constelación impresionante de impresentables. Yo no pido dinero. Me basta con tener un empleo acorde a alguien que va a la facultad, sabe idiomas y tiene ganas de crecer. No sé si alguien recogerá este lamento. Desde ya, le agradezco a toda persona que me lea pero si va a comentar, que sean palabras de aliento, oraciones a Dios o soluciones concretas. No acepto ningún consejo estúpido de esos de "fíjate tal página de internet para conseguir trabajo". Para eso es mejor no escribir nada. Yo compuse este texto intitulado Mi plegaria con la remota esperanza de hallar algo para cambiar mi presente. Yo no soy papá ni estoy casado ni juntado ni de novio y siento que tengo toda la vida por delante. Quiero forjarme algo mejor. Pero necesito una ayuda, una oportunidad. Desde ya, no me imagino que esto pueda ser leído por la Presidenta ni por alguien de su séquito, claro que no. No soy tan importante. Mejor dicho, no soy importante. Soy un pobre soretito en algún lugar de Villa Lugano. Nada más que nada. Pero mi meta es poder "ser alguien en la vida". Qué sé yo, me gustaría poder mudarme y estar solo aunque tenga que alquilar en una residencia para estudiantes. Lo que sea. Si tuviera que limpiar las veredas, no sería problema. Lo único que reclamo es estabilidad, algo que no suele verse en el rubro de limpieza.¿Es una utopía permanecer? Estamos en el imperio de lo efímero, del aquí y ahora; de las agencias laborales, esas que exprimen muchachos según la demanda de un empleador sin escrúpulos de conciencia. En fin. Me parece que me abrí. Hay muchos que hacen leña del árbol caído. Y está eso de que "el mundo cómo te ve, te trata y si te ve mal, te maltrata" pero a esta altura medio que me da todo igual. ¿Qué más me puede pasar? A lo sumo, algún maldito se burlará de mí y me mandará un comentario insultante pero eso no es algo verdaderamente grave. Lo tomo de quien viene. ¿O no? Tampoco puedo darle entidad a los idiotas que nunca faltan.

 Es cierto que puede pasar que con esto no pase nada y quede acá, sin comentarios ni reacciones de ningún tipo. Son estos momentos donde todo parece posible menos lo imposible. En todo caso, si nadie levanta esta suplica, ruego a Dios que sea Él mismo el que me salve de estas horas angustiosas. Yo estoy abierto. Quiero salir. Es posible que los días se vayan para volver de nuevo al status quo, a la mentira sin final y a la convivencia forzada con los ingresos escasos y los problemas familiares. Si la vida sigue igual, por lo menos esto me habrá servido de desquite. Ya ni sé. Hace rato que estoy con este descargo. Es demasiado extenso pero es lo único que tengo ahora. Mañana se verá. Ya es tarde. Se me está apagando la cabeza de tanto maquinarme. Ahora tengo que dejar hacer, dejar pasar. A ver si existe la liberalidad en algún ser sensible que me quite de en medio de lo que me tocó en suerte por nacer donde nací. ¿Será? ¿Qué dicen ustedes?

viernes, 19 de diciembre de 2014

Sueños locos XXXII (El Papa encubierto)





   ¿Sueños locos XXXII? ¿Sí? ¿El papa encubierto? ¡Vamos con eso carajo! El lugar de los hechos fue el Teatro Colón, en Buenos Aires. Van por la calle Viamonte y paran donde está el espacio de los chicos que entrenan con el skate, al lado de esa casa de la cultura porteña, en la explanada llena de magia wagneriana. Sí, se cruzan los skaters con los amantes de la música clásica y la opera. Todo se mezcla en una ciudad cosmopolita: las rampas de los que hacen acrobacias y los vestidos elegantes de las damas aristocráticas. Todo. El mundo está al lado de su representación a escala. Esto a modo de introducción. Pero esa noche de invierno y verano y de verano e invierno no fue tan prodigiosa en contrastes y mezcolanzas: yo estaba con la camisa negra y el cuello blanco sentado en un banquito. Miraba con tranquilidad el Metrobus de la 9 de Julio y el progreso de esta urbe tan hermosa. Los políticos pasan pero hay una voluntad popular que clama por el desarrollo y el avance de la civilización contra la barbarie que todavía se enseñorea de la mayor parte de nuestra patria. Decía que miraba, miraba como siempre miraba. Miraba los colectivos, los autos y las motos. Allá a lo lejos, como reflejos que se prenden en los espejos de la noche. Estaba desde la tardecita con el entretenimiento que me brindaban los jóvenes arriba de sus tablas. Era un turista en mi lugar natal. Algo muy pintoresco, muy romántico. Estamos cargados de matices y cosas bellas a nuestro alrededor pero no tenemos ojos para verlas por la natural y humana predisposición a las lejanías del tiempo y el espacio. El presente siempre se hace pasado. Se busca sí o sí lo venidero y eso es, tal vez, la esencia de estar vivo. No lo sé. Sólo sé que pensé que el atardecer iba a ver una vez más ahí plantado. Nada particular.

  Poco a poco, la noche fue cambiando. Los naranjas, rosas y rojos del cielo viraron a un azul bien muerto. Se consolidó la penumbra, se adueñó totalmente de la jornada. No quedaba nada. Un poco de melancolía pero de la suave, esa que queda en el fondo del tarro de helado o en el recuerdo de la mirada de una chica que  no está más. Ya había prendido en mí ese fueguito del solitario. Ahora miraba un desfile de caras vagas, largas, oscuras y desdibujadas propias de almas parduscas condenadas a cargar con el peso de la pena, pena que les ha sido impuesta por nacer hijos de sus padres y no de otras madres mejores que aquellas que les ha tocado en mala suerte. Una muchedumbre de tipos y tipas y tipitos y tipitas pateaban las calles juntando cartones y tapitas y bolsas con las que se vestían. ¡Pobrecitos! ¿Y el Estado? ¿Y "la Ciudad de todos los argentinos"? ¿Y los argentinos? ¿Y la Ciudad? ¿Y la Argentina? ¿Y Cristina? ¿Y Mauricio? Sólo un murmullo cargado con las lágrimas del campo. No había más ídolos para sacrificar. Sólo los propios hijos tirando de un carro. Yo estaba solo, como siempre. Alcé la mirada todavía más y giré mi cabeza hacia todos los lados. Me vi frente a frente con un campamento de indigentes de ojos marrones, bocas resecas, dientes ausentes, pelos duros y negros y gestos horribles. El aire explotaba en el vómito de una botella barata, de una panza seca y vacía. Los niños revoloteaban alrededor y copiaban las palabras y las acciones simiescas de los adultos. Los pibes de las patinetas desaparecieron ante tanto pedido de monedas. En un segundo cualquiera los zaparrastrosos estos prendieron un fogón. Pusieron unos pollos a cocinar. Aparecieron unas banderas rojas en algún lugar y algunos se taparon el rostro. Yo seguía ahí junto al lumpenproletariado. Ni cuenta se daban esos bobos de mi procedencia social idéntica a la suya. Tal vez porque mis rasgos sean más de Palermo que de mi Lugano. O porque no me siento ni gesticulo como estos matungos viejos que son machotes feroces del Conurbano. No señora, yo soy un señorito. Podré ser de condición humilde pero fui educado por un sacerdote católico de origen alemán. 
  
- ¡Es un cura! ¡Hay que matarlo! - Gritó un indio de pelo largo y ojos rojos.
- ¡No soy cura, mierda! - Grité ante toda la chusma mortal. 

  No me creían. No sé por qué, pero tenía un cuello blanco de cura. Era una pesadilla. Hasta mi cara fue en un momento la del Papa, que ha cumplido 78 años recientemente. Tengo 25. No entiendo cómo en un segundo me vi como un señor mayor. Bah, yo no me vi tan así. Ellos sí. Me gritaron "chupacirios" y comenzaron a increparme. Querían dinero, planes sociales, comida, ropa, vivienda, auto, vacaciones, computadoras, drogas, indultos, alcohol, entradas para el fútbol, cigarrillos, perfumes, motos, televisores, entrevistas, paquetes para el Mundial Rusia 2018, armas, camisetas, documentos argentinos, zapatillas Nike, joyas, gorras deportivas, relojes, anteojos, tatuajes, choripanes, aritos, plata para el casino, vales para el gimnasio, cochecitos de bebé, medicamentos, chapas, pañales y todo lo que existe. Sí, querían todo menos un trabajo. Estos chongos locos viven de la Iglesia y el Estado. No van a la sinagoga de la calle Libertad a romper las bolas. No son boludos. Saben que los moishes le meten una patada en el ojete por vagos y hacen bien. Los tarados somos nosotros. La cosa es que yo estaba en peligro. Acercaban sus caras sucias a la mía como si fueran a darme un beso pero me pedían pesos, muchos pesos y no besos. "Eh amigo, ¿no tene' una moneda?" Sí, los clásicos pedigüeños pero multiplicados por un millón. Y había pedigüeñas y pedigüeñitos y pedigüeñitas. Un espectáculo terrible.

   Creí ver pasar a la esperanza frente a mí pero no fue más que una vana ilusión. Un Comandante General de la Gendarmería, hombre alto y blanco de bigotes marrones, se dirigía al Teatro justo cuando yo lo abordé. Le pedí por la policía. Con acento porteño dijo que me iba a auxiliar. Me tomó del hombro y me llevó con él a ver la función. No lo podía creer. ¿Por qué digo que hubo un desencanto acá? Bueno, no todo es color de rosa. La fija es que sólo en sueños se corta el mar negro de la violencia y el caos social. Esta plaga de desposeídos está en todos lados. Cada vez son más. Nadie hace nada. No le dan empleo a todos esos corsarios de la calle que vagan sin cesar de un punto al otro de la megalópolis. Van por el mundo tomando, drogándose, robando, matando, peleando, pidiendo y haciendo cosas malas. Son ganado electoral. Están acá para votar e ir a los actos políticos. Son los eternos clientes de nuestros gobernantes. Parece que la noche de los tiempos se va a comer a toda esa multitud de indigentes, desquiciados y dementes...

lunes, 15 de diciembre de 2014

Sueños locos XXXI (La hija del psicólogo)

   



     
    Eyaculación precoz literaria en este texto. No es el caso en mi vida particular porque soy el hombre de nunca acabar (dos años sin sexo y más también contando los días, las semanas y los intereses que me hacen explotar en una deuda brutal conmigo mismo). Bien, la hago corta: fui a un psicólogo ahí en Cafayate y Berón de Astrada, en la hermosa casita de la esquina. Si quieren ver bien el lugar, vengan a Lugano, y si no quieren venir, rásquense el ano... Bueno, nada, el "profesional de la salud mental" tenía una hija histérica, una belleza joven de tez pálida, ojos esmeralda y pelo más que negro. Era una flaquita de pechos generosos, cola arriba, piernas cortas pero duras y panza chata. La perfección en una chica no muy alta. Diría que era chiquitita. Me inspiraba muchas ganas de poseerla. La verdad es que el viejo la tenía encerrada por su adicción al sexo: era peligrosa para los demás y para ella misma. Una fiera enjaulada. Aunque "el especialista" creyó adecuado soltar a la bestia: me metió con ella para que yo cure mis angustias y para que su florcita se sacie un poco. Quedé solo con la criatura. La que no puedo nombrar se movía como ninguna, parecía poseída, agitaba el cuerpo a una velocidad infernal. Cabalgaba como una jineta del inframundo. La cama parecía tocar el techo bajo de color blanco. Las paredes amenazaban con comprimirnos. No había ventanas, no había nada más que ese lecho en el que la princesita pasaba sus días, muchas veces atada. La blancura de ese manicomio improvisado devino en un rojo pasión muy intenso, muy fuerte, muy grave y perverso; un rojo cargado de estrellas bajas, calores desbordantes y gritos irrefrenables. La lunita quemaba sus cráteres en cuestión de segundos, en segundos sin cuestiones y en el lugar primero que le corresponde a los astros más depravados, que secundan a las fuerzas más misteriosas del universo.

     La boquita se le derretía en besitos de miel. No daba ni pedía razones ni palabras. Acto más acto más actos sin actuaciones de ningún tipo pero con todos los tipos que albergo en el vigor de mis testículos. Muy fuerte. La promiscua es de la carne, no de las frases huecas, que no consiguen llenar sus pasiones lánguidas. Esta jovencita parece hermana de la tal Fernanda de la cual hablé la otra vez. Tal vez lo sea pero aunque usted no lo crea, otro la crea en cada instante, en cada nombre o en cada omisión, en cada partición del hombre o la dicha o desdicha nunca dicha. Todas participan del misterio de Eva con mayor o menor fortuna, suerte, fuerza y esperanza. Son todas del todo. Y la hija del psicólogo era de la nada de esa piel sin color ni vida, esa alfombra para la lengua de sus invitados, una superficie brillante apartada por completo de los rayos del sol y de los sucesos que ocurren allá afuera, cuando es mediodía y los humos de las comidas bullen por todas partes con la insistencia desesperada de vivir para vivir un día más. Sólo las frases repetidas apiladas de manera obsesiva pueden hacer el retrato fiel de esa veintena de años desperdiciada en varios brazos y en falsos abrazos, en besos como reflejos de pulsaciones  vanas y en miradas demandantes de más sangre y sudor como esas lágrimas que reclamaban mayor atención...

     Aunque largas algunas frases, siento que me quedo corto. No puedo plasmar con palabras las víboras de esos brazos suyos que me ataban a una agitación casi mortal. Lo único que me gustaría decir sí o sí es que el padre del monstruo de vez en cuando entraba al dormitorio para ver su "terapia experimental": "Bien Alan, vas a quedarte con este caramelito. Podría acabar por consumirte pero sarna con gusto no pica. Es rica. ¡Mi manzanita perfecta, la fruta bella que cayó de este árbol podrido que soy yo! Ella es todo lo que tengo. La madre es igual de libidinosa y así tengo los cuernos que tengo, que ni puedo pasar por esta puerta pero bueno, soy un tipo liberal. Lo único que me importa en la vida es que respeten a mi señora y a mi chiquita, lo demás es moral barata de tipos que esclavizan a las mujeres, resentidos. Vos fíjate que yo dejo volar a mis dos amores y siempre vuelven aunque a esta la tengo en cuarentena porque tampoco quiero que me la maten por ahí con todas las cosas que pasan. La Argentina no está preparada para que chicas emancipadas estén dando vueltas por ahí. Siempre se lo comento a mis pacientes." Creo que hay humo en este discurso pomposo y grandilocuente escondido en expresiones populares. La forma es rastrera y hasta vil pero hay toda una teoría en esto de dejar hacer, dejar pasar. Con el entendimiento no puedo penetrar tanto. Soy apenas un estudiante. El tipo este, además de haberse recibido, tiene como cuarenta años más que yo. Lo único que me quedó claro luego de tanta oscuridad es que el sexo es vida y que la abstinencia mata. Si hubiera más chicas predispuestas al goce, no habría tanto loco suelto, tanto cliente de psicólogos, pastores, policías, políticos y charlatanes variopintos...

lunes, 8 de diciembre de 2014

De frígidas y machos malos y pegadores...

   




     No me simpatizan los barrabravas, ni siquiera los de mi club. Pero sí me gustaría marcar un matiz interesante: Alan Schlenker me parece un personaje fascinante desde lo literario, desde el punto de vista de las curiosidades. ¿Cómo un pibe de buena familia, de ascendencia noble, deviene en un sujeto acusado de homicidio? No sé si fue o no fue el asesino de Acro. Lo que me sorprende es que se haya metido en un mundo de "altos negros cumbieros". Otro hecho que deslumbra es que salió de prisión y se recibió de Ingeniero Agrónomo en la UBA, nada menos. Festejo que se haya redimido, que haya estudiado y que ahora se dedique a trabajar en el campo. Algún día alguien hará una película de su vida o escribirá una novela inspirada en él. Algunos dicen que es descendiente de judíos. Lo cierto es que es un muchacho muy apuesto, de muy buena estampa. No es un negrito de la villa. Quizás por eso zafó de la cárcel. En fin. De antología. Creer o reventar...
       (El otro Alan)

       ¿Qué te pasa Emma Watson, pedazo de inglesita de cuarta? ¿Apareciste el otro día en la ONU hablando de Feminismo y ahora sos la verdad revelada, Jesús dando el Sermón de la montaña? Te llegó a agarrar a solas y te doy hasta dejarte negra. A vos te hace falta una buena banana sudaca. Me tienen podrido los ingleses, la BBC y los gringos en general, que lo único que hacen es rasgarse las vestiduras por causas imaginarias. ¿A vos te hace falta algo ahí en Londres? No. Podrías hablar de manera más clara, sin eufemismos. Te hacés la pelotuda pero sos una terrible abortista. Yo soy un tipo tranquilo y no me considero xenófobo ni racista pero me caen mal los british, no los trago. Y no es solo por Malvinas. Me da bronca la obsesión que tienen en hacer maricones en todos los continentes en nombre de la "Ideología de género". Antes iban y te cagaban a tiros. Ahora nos dominan con la torcedura del buen sentido...   
          (Emma Watson y la puta que te parió)

  Esta madrugada se me dio por ir a cagar con El libro de la mujer del agente británico Osho, un indio cipayo si los hay. Uno tiene que conocer a su enemigo. Así que hurgando en esa basura más asquerosa que los soretes que estaba yo depositando en mi inodoro, me encontré lo siguiente: "Y el Papa está también en contra del aborto. ¿Por qué está esa gente en contra del aborto? Están siempre hablando de la inmortalidad del alma. Entonces, ¿por qué tener miedo al aborto? El alma es inmortal, así que no hay pecado en el aborto. Lo único que has hecho al abortar es evitar que el alma entre en este cuerpo. El alma encontrará otro cuerpo, si no es en esta Tierra, será en alguna otra, porque los científicos dicen que hay al menos cincuenta mil planetas. Ese es el número mínimo de los que albergan vida. Puede que haya más, pero cincuenta mil es casi seguro. Así que si no es en este planeta, será en algún otro... Y es bueno cambiar de gente, ¿qué hay de malo en ello? Si este planeta se está poniendo demasiado lleno, llevar alguna gente a otros planetas... Eso es lo que hace el aborto. El alma dice: «¿Puedo entrar, señora?», y tú dices: «No, esto ya está demasiado lleno. Prueba en alguna otra puerta.» Y hay otras posibilidades, así que no estás destruyendo nada. Esa misma gente por un lado dice que la vida es inmortal, que el alma es inmortal, y por el otro te asustan diciéndote que estás matando un alma, que estás matando una vida, hacen que te sientas culpable...
   Solo hay dos posibilidades: o el alma es inmortal y entonces no has matado nada; o el alma es mortal, y entonces tampoco has matado nada. Y estas son las dos únicas posibilidades. O crees en la inmortalidad del alma, y entonces no has matado nada porque no hay nada que se pueda matar, o crees en la mortalidad del alma, y entonces no hay nada que matar; no hay alma realmente, sólo hay cuerpo." (Osho, El libro de la mujer, Argentina, Editorial Debolsillo, 2003, tercera edición, página 156) 
     (A cagar con Osho)

  Lo que denigra a la mujer no es mostrar el culo o las tetas. Al contrario: eso la hace una diosa egipcia capaz de conseguir que miles de negros esclavos se cortan el pene por ella y sean para siempre eunucos adoradores de su sensualidad. Lo que de verdad denigra a la mujer es la frigidez, el exceso de ropa, la amargura y la cara de culo típica de las feministas y de las católicas corte Opus Dei o tipo catequistas asexuadas...
         (Frígidas)

   Messi es un gran jugador pero no juega contra nadie. No jodamos. En España hay dos o tres equipos nomás. El resto mira cómo se divierten los grandes. ¿Vieron cómo hacen goles el Real o el barsa? Como nada. Los equipitos estos de mierda como el Elche o el Levante regalan espacios, marcan mal, no achican, no meten, no traban, no van a las divididas, no buscan los rebotes, no trabajan pelota parada, no nada. No jodamos. Una vez Athletic de Bilbao perdió una final con Bielsa y los players estaban en el vestuario cagándose de la risa como si nada. Y el Loco les dijo que van a pasar muchos años para que tengan una oportunidad así. Vamos a decir la posta: el mejor fútbol es el argentino, donde nadie te regala a nada y los partidos son a suerte y verdad, a vida o muerte. Los futbolistas dejan todo en la cancha y se matan los noventa minutos y en el tiempo recuperado. Esto es fulbo carajo, con defensores negros y malos que te rompen todo y con volantes centrales que te comen las piernas. Acá se juega intenso, fuerte, se transpira la camiseta, se corre y se deja el alma en el verde césped. Las hinchadas alientan y los estadios explotan de pasión. ¿Qué mierda me vienen a hablar de "La liga de las estrellas"? ¡Por favor!
            (Fobal)

   Chicas: los estereotipos de belleza no van a cambiar porque ustedes sean unas gordas flojas, vagas, sucias, lesbianas y veganas. En todo caso, deberían comer menos, matarse en el gimnasio, tomar agua, consumir más proteínas, salir a correr, bañarse todos los días, perfumarse, vestirse bien, sonreír todo el tiempo y no consumir drogas, alcohol y tabaco. La belleza se construye. A mí jamás se me pasó por la cabeza que cambie el modelo de estética masculina. Trato de mantenerme en forma, cuidarme, asearme meticulosamente, usar cremas y ponerme buenos perfumes. Es así. No queda otra. El mundo no puede adaptarse a la pereza de uno. Por mucho que se esmeren las idiotas que estudian Filosofía y Letras alrededor del mundo, no van a conseguir que el común de las personas acepte la enfermedad, el vicio y la dejadez como un "modelo alternativo" de nada. El Feminismo no logrará la erección de nadie. Ninguno se va a rendir ante una obesa alcohólica, fumadora, drogadicta, tatuada, resentida, sucia, problemática y enemiga del sexo masculino. Lo lamento señoritas: van a tener que seguir amándose entre ustedes, en la secta LGTBIQ. Eso sí, no intenten imponer sus criterios enfermos a las masas porque será en vano. Nadie en este planeta les dedicará una paja a ninguna de su tipo...
       (LGTBergas o "LGTB: el ojete se te ve")

   La frigidez es una enfermedad que afecta mayormente a mujeres blancas, de clase media y media altas y delgadas. Las negras, indias y mestizas no suelen padecer ese mal. Tampoco las gorditas ni las pobres.
     (La frigidez: una enfermedad)

   Tengo un problema: yo no soy racista pero mi pija sí. No le gustan las negras mota ni las negras cumbia, esas que son wachiturras sucias, que van por ahí llenas de aros y que visten como varones. A la mía le van las gitanas, las asiáticas, las turcas, las árabes, las judías y las morochas finas como esas camareras de tez trigueña que uno puede ver por Buenos Aires...
       (Racista de verga)

Vivimos en un país en el cual un negro tumba de un golpe te tumba y te manda a la tumba...

    Yo respeto la libertad de los demás. Cada cual hace de su culo un pito. Me parece perfecto que la sociedad viva su vida sexual de manera liberada. Pero no considero ético que con nuestros impuestos se subsidie la sodomía. Hay chicos que se mueren de hambre en las provincias. Tenemos problemas de todo tipo a nivel país. ¿Estamos para tirar manteca al techo? Y si estuviéramos bien en lo económico, ¿es aceptable que le demos plata a esta gente en vez de invertir en educación, ciencia, tecnología, seguridad, defensa, salud y vivienda?
    Si a los travas le quieren dar ocho mil pesos de subsidio, ¿cuánto me corresponde a mí como chico afrancesado y delicado? ¿Cuatro mil pesos? Uso cremitas, ando perfumado, me cuido, llevo arito y soy culto y simpático...
          ("Travas" o trabas burocráticas y subsidios)

      A las veganas no les gusta la verga porque es de carne. Por eso le dan a la zanahoria. Tampoco les gusta el sexo oral porque no consumen leche, que es derivada del animal. O sea, papa y huevo; ergo, tortilla...
     (Verganas)

    ¡Chespirito no murió! Sus personajes van a estar presentes en el corazón de todos los jóvenes y adultos de América que nos criamos con su humor. Este comediante es inmortal. Lamento mucho su partida. Estoy muy dolido. Yo crecí viendo El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado, entre otros programas. En este momento me cuelgan algunas lágrimas pero la mejor manera de recordar a este artista es con una sonrisa. ¡Gracias por todo genio! ¡Dios te tenga en la gloria por haber hecho feliz a los niños de todo un continente!
     (Chespirito no murió ni morirá jamás)

  Voy a contar una historia divertida para este fin de semana gris: resulta que en la semana acompañé a mi madre a hacer unas compras por el Centro. Ella estaba contenta viendo las chucherías que tanto le gustan a las mujeres. Yo me quedé paralizado al observar a una chica perfecta que me hizo acordar a una compañera de la facultad: alta, blanca y delgada como el Obelisco, me encandilaba con brillantes ojos celestes enmarcados por anteojos de jovencita intelectual. Una lindura estilizada como una modelo de alta costura. No tenía pechos prominentes pero era muy delicada, muy fina, muy europea. Una diosa. Muy sensual. Ella miraba los objetos a la venta exhibidos en los estantes superiores y estiraba su talle gracioso con la delicadeza de un cisne. Vestía un pantalón negro pegado al cuerpo que dejaba escapar una bombacha violeta. Muy buen gusto el de la señorita que llevaba también una remerita blanca. No podía dejar de mirarla. Yo le sonreía como un idiota y buscaba en vano la claridad meridiana de esa mirada desdeñosa, altiva y soberbia. Repentinamente me dijo con un marcado acento ruso: "¿Qué tanto me mirrás? ¿Padrezco enfergma?" (Intento imitar la pronunciación de la extranjera, no son faltas ortográficas) Mi vieja dijo en mi defensa que yo la estaba observando para ver si ella necesitaba ayuda para bajar algo que estuviera arriba de todas las estanterías. Yo le dije a la señorita del Este que no la estaba viendo y me reí como jugando al inocente. Pasaron unos minutos y después nos fuimos. Mi mamá me sermoneó con eso de que no tengo que mirar así aunque agrego que comprende mi desesperación ante semejante espectáculo de belleza femenina. Yo le dije que las minas están todas locas y que se olvide de ser abuela algún día. Después seguimos caminando por las populosas calles de Buenos Aires como si nada hubiera pasado...
      (La rusita fría)

   Muchos dicen que yo soy puto porque rechazo a los machos, a los golpeadores, a los salafistas, a los mazorqueros, a los locos, a los gauchos malos, a los indios bravos, a los "altos negros cumbieros" y a los barrabravas. Pero hay algo que descubrí en este tiempo: jamás me pegó un homosexual. Todos los que me han robado, golpeado, o incluso los que han intentado matarme, todos esos eran machotes malotes. No me gusta el lobby gay pero reconozco que los varones homos, no así las lesbianas, son tipos buena onda, no se meten con nadie. Es más, hasta si pueden te ayudan. Los otros son animales salvajes, tipos peludos repugnantes, fumadores fatales, asesinos seriales, malevos y tumberos. Mi rechazo hacia ellos y hacia la cultura de ir por la vida ensartando a los otros. Esos son homosexuales reprimidos por mucho que se esmeren en gritar y en hacerse los chacales del Averno. Si son tan cabríos, ¿por qué no recuperan las Malvinas, manga de putos camuflados? Como esos que me quieren venir a buscar con la barra de Morón y Sacachispas...
        (Machotes macheteros)

"Ahí está, ahí está, el pegador, el pegador, el pegador. No para, sigue y sigue; no para, sigue y sigue".

  Recién una hippie me habló por chat y me mandó a hacer yoga para quitarme la energía sexual de encima. ¡Por favor! ¡Qué pérdida de tiempo! Yo no como vidrio. Después me dijo la boludez panteísta de que Dios está dentro nuestro y no afuera. Una máquina de los lugares comunes. Terrible. Una mujer como la que yo busco te dice "quiero tu fuego ahí abajo". Estas pibas chamuyeras me quitan la gana de todo. Demasiado esfuerzo hay que hacer. No me voy a poner a darle cháchara a una vegana tarada que por ahí ni se limpia la cajeta por no usar jabón hecho con grasa de animales. Estoy en una onda apática. Más misógino que nunca. Me da igual si muero sin sexo desde mi última vez a los 23 (tengo 25). Tampoco me voy a bancar una sesión de estupideces new age, que me baja la japi. ¡Déjate de joder! Aparte, como digo siempre, la mina que piensa mucho, coge poco. Lo mismo se aplica a las espirituales: las monjas, las orientales, las orientalistas, las cabalistas, las masonas, las testículos de Jehova, las del Opus Gay y así. Muchos me van a decir que tendría que haber hecho el sacrificio ya que a ella se le dio por hablarme primero pero no, gracias. Prefiero hacerme la del mono e irme a dormir tranquilo sin la típica frase boluda de "tenés que ir a un psicólogo". Prefiero ir de putas ya que ellas te escuchan y además cogés...
       (La hippie chamuyera)

  Una muy buena frase de las mías: "Yo tengo necesidad de sexo, no obligación". Esto lo digo porque hay muchos machos malos que me tratan de puto por no acceder a acostarme con la primera mina que se me presenta. No creo en eso de que el hombre le tiene que entrar a cualquiera. Hay que hacerse desear y respetar. No porque a una boluda se le dé por hablarte por el chat y te tire indirectas le tenés que pasar cabida. Ni ahí. Me dijo esta hippie anónima. "¿No te interesa agradarme"? ¿No te agrado?" Yo le dije que sí pero que tampoco me voy a esmerar. Todo porque empezamos a conversar y me mostré apático y desganado, según como el ánimo me encontró hoy. Fue así: le dije que es una chamuyera y ahí nomás me tiró que es desagradable mi manera de expresarme y que así nadie querría estar conmigo. Yo le contesté que no me esfuerzo por caerle bien a nadie. De ahí las consabidas preguntas suyas con pretensión de seducción. ¿Quién se creen que son estas pibas de mierda? ¿Me ven fácil? ¡No señorita! La que me quiera va a tener que rogarme. Sino no. No soy un negro de esos, pijas duras que se cogen hasta un trava. Soy orgulloso y no me bancaría un sincretismo de Freud y "terapias alternativas" por unos polvos.
         (La hippie chamuyera II)

  No me va esa de "mientras espero a la ideal, salgo con la equivocada". Tampoco es que aguardo la llegada del amor de mi vida. Estoy abierto a relaciones ocasionales, informales e informales pero sólo con mujeres que me gusten. No comparto la cultura del macho lechoso pija dulce fatal al que todo le da igual. A mí no me da todo lo mismo. Yo me respeto como hombre y como persona y quiero sentirme bien. No es por discriminar pero hay tipos de gente que no cuadran en mis gustos. Entonces dejo correr el agua ya que de esa zanja no he de beber... Qué sé yo. Me pasa que muchas en la calle se me tiran, me hacen ojitos, sonrisitas, miraditas, coqueteos y todas esas artimañas femeniles pero bueno, tengo otros gustos que más o menos he comentado en varias ocasiones...
          (Las fatales)

  Hoy me pasó algo muy curioso: subieron al premetro siete morochones fatales a la altura de la Villa 20. Iban con cañas de pescar. Se ve que se dirigían a los lagos de Parque Roca o el Autódromo. Estaban borrachos. Eran malos, muy malos y muy pardos. Estaban en cuero en un medio de transporte público. Salvajes totales. Se pusieron a hostigar a un bolivianito que estaba yendo a la escuela. Después se bajó el niño. Yo siempre los miré para ver qué eran capaces de hacer. Sabía que si perdía, tenía un policía arriba para respaldarme. Todo sea para combatir a las maras y al movimiento reguetonero-salsero. La cuestión es que uno de ellos dijo, en referencia a mí: "Hay que apretar a uno piola, como el rubio ese de ahí" (me miró a mí y no había nadie alrededor). Yo tengo el cabello oscuro. Quizás "rubio" lo dijo por mis rasgos, mi piel y mis ojitos pero lo cierto es que me sentí discriminado: ¿ser blanco me hace parece un burgués a los ojos de estos muchachos consumidos por las drogas y el alcohol? Hago muchos chistes de mal gusto pero no soy racista. Tampoco me gusta el racismo inverso, el de los marginales: el hecho de que yo posea aspecto europeo, no me hace un sujeto de plata. Por algo vivo en el mismo barrio que ellos. Es muy triste ser percibido como alguien débil, vulnerable y tentador para asaltar. ¡Si supieran que soy de la misma clase social! Vivimos en una lucha de pobres contra pobres: pobres de tez clara, pobres de tez trigueña. Lo único que me diferencia de esa pobre gente es la educación, que no es poca cosa. Sería bueno que nuestros gobernantes y nuestros intelectuales se dedicasen a formar a las futuras generaciones, en lugar de justificar a los bandidos so pretexto de que son hijos de la miseria. Asimismo, considero fundamental llevar el respeto y las buenas costumbres a todas partes, las reglas de urbanidad. No hablo de imponer el elitismo eurocéntrico. Pero tampoco se puede decir que "la cultura villera es expresión de la unidad latinoamericana". No. No se puede celebrar la precariedad y la indigencia. Hay que hacer culto del progreso, el trabajo y el estudio; vivir en dirección de los valores positivos elogiados por Su Santidad Francisco y evitar la lucha de clases y el resentimiento entre hermanos. Digresiones aparte, los muchachitos bajaron del vehículo y yo hice lo propio detrás de ellos tomando la distancia prudencial del caso. El vigilante de la Federal recibió mi queja en voz baja pero no hizo nada al respecto; en ningún momento advirtió la presencia de estos individuos menesterosos. El tipo iba entretenido hablando con el chófer de la unidad. Una versión argentina y vieja de El jefe gorgory. Lo bueno es que  estos galanes de telenovela no me vieron y yo, "el rubio", pude volver tranquilo a mi casita. Gracias a Dios...
      (Galanes latinos)

  Al margen del chiste del Señor Profesor Ariel Schettini, eminencia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, hay una realidad y es que Europa está "museificada", es decir, está muerta. La gente va allá a ver obras de arte, catedrales, castillos y palacios. Por el contrario, Latinoamérica es una tierra llena de vida, vigor, sexo, aventuras, sangre caliente, intrigas políticas, agitación social, adrenalina y peligros de todo tipo. Es un tema apasionante y toca la condición humana en lo más íntimo de cada sujeto: ¿qué prefiere cada uno? ¿Una vida llena de color, sabor y pasión pero a la vez expuesta al riesgo? ¿O prefiere el individuo aburguesado una vida en la cual está todo planificado y dirigido por el Estado y las corporaciones, donde todo es predecible y seguro hasta el punto mismo del aburrimiento, el tedio existencial y el suicidio? Obvio que existen matices y hay problemas en Europa y el Estado de bienestar tiende a su extinción como así también en nuestra región se han visto cambios positivos pero más o menos es clara la cuestión que planteo: ¿qué queremos como personas? Yo no puedo contestar. Simplemente problematizo, abro juego. La cancha está buena para encarar. En lo personal, me gustaría vivir algunos años afuera para ver y conocer. Aunque creo que me hartaría de tanta perfección y terminaría acá porque esta es mi tierra natal y me acostumbré al quilombo, a las necesidades y la miseria tercermundista...
       (Ariel Schettini: el amor de mi vida)

   Cuando vemos los altos indices de suicidios en los países donde se da el Estado de bienestar, lugares en los cuales los ciudadanos tienen la vida resuelta, nos damos cuenta de que estamos ante el fin de las ideologías: ya no hay nada por lo que luchar, ninguna religión, partido o entidad que merezca ser defendida. En esos lugares rige el relativismo absoluto. A los sumo se podría decir que la "ideología de género" es fuerte allí y eso de por sí es algo muy malo: los LGTIQ militantes, políticamente activos, ¿tienen fuerza vital, llevan consigo verdaderas ganas de vivir? El núcleo más duro, el de las lesbianas, siempre muestra mujeres eternamente enojadas, regañonas, quejumbrosas, amargadas y con el ceño fruncido. ¿Qué sentido le dan a la vida? Puro resentimiento contra el padre, el abuelo, el sacerdote, Dios y el hombre en general. "Patriarcado". De ahí a matarse hay un solo paso. Se supone que los gobiernos tienen, entre otras cosas, la misión de garantizar la felicidad de sus habitantes. ¿Son felices los que se definen a la negativa, los que ven enemigos por todas partes en una paranoia sin final ni retorno? Dejemos a un lado a las feministas, las abortistas, los amigos de la droga y a los reventados de los países industrializados en general. Vamos al tema de los suicidas: ¿son felices los que se quitan el ser? No. En conclusión, hay naciones que gozan de buenos estándares en salud, educación, empleo, vivienda, infraestructura, seguridad, medio ambiente y demás pero nada de todo esto tiene sentido cuando los particulares, aburridos por la existencia, deciden terminar con todo un domingo cualquiera antes del frío atardecer nórdico...
     (Miserias de los nórdicos)

  Adhiero a todo lo que dice el Papa. Hay muchos nacionalistas locos y malos y burgueses derechistas que no se dan cuenta de que le hacen el jueguito a los troskos al pedir un 2001. ¿Los hijos de ellos van a ir a morir a Plaza de Mayo? No. Entonces deberían dejar pasar. Hay que respetar el sistema democrático, la Constitución y las instituciones que tenemos. Obvio que Cristina y este régimen partidocrático no es lo mejor pero no se lo cambia con discursos grandilocuentes, grupos de Facebook, insultos, amenazas, trompadas, corridas en las calles, disparos y caos generalizado. Justamente, los sectores más preparados para un eventual escenario de conflicto social y guerra civil son aquellos enrolados en la izquierda radical: PO, MST, Quebracho, Madres de Plaza de Mayo y otras organizaciones terroristas. Ya sé que entre estas agrupaciones hay años luz de distancia y diferencias ideológicas. Pero hay un amplio espectro de lo que es la izquierda que copa todas las paradas. Ya no hay Fuerzas Armadas y Gendarmería y Prefectura, con Berni a la cabeza, van a defender el modelo que rige hoy en día los destinos de la Nación. Así que me parece que hay que hablar con mesura y no echar leña al fuego. Uno desde su lugar tiene que tratar de colaborar con la paz. Esto se hace una bola de nieve: nunca falta un maldito demente que decide interpretar las cosas a su modo, armarse y cometer una masacre. Al que no le guste, que se presente a elecciones. Dios quiera que pasemos las Fiestas con total tranquilidad y sin sobresaltos...
     (Comentario en referencia a una nota que el Papa dio a "La Nación" en estos días)

  Me pone muy feliz que la Argentina haya sumado un nuevo título en materia deportiva. Me alegro mucho por las bellas y talentosas leonas y por Luciana Aymar, la mejor jugadora de todos los tiempos, que ayer se retiró. Yo seguí todo el campeonato del 2010 en Rosario y la Maradona del hockey la descosió. Ayer en Mendoza se la vio un poco limitada por los años y por la emoción de ser su último partido. Sin embargo, dio lo mejor de sí e hizo el gol en la definición por penales australianos. Un orgullo para los argentinos tener una nueva medalla. Además, es bueno que siga creciendo el deporte femenino. La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer pasa por la integración en el trabajo, el estudio, en la cultura y en competencias como esta. Estas chicas entrenan y se superan día a día. Son ejemplo de esfuerzo y perseverancia y están alejadas de la queja y el resentimiento. Ojalá más señoritas y señoras en la Argentina practicasen actividades como hockey, fútbol, boxeo, artes marciales, natación, atletismo y demás. Tendríamos una población más sana física y mentalmente. Nuestras féminas estarían lejos de las drogas y el alcohol, el sedentarismo y la televisión, y serían estímulo para que todos vivamos en una comunidad impermeable a los "mercaderes de la muerte", como llamó Su Santidad Francisco a los narcos. En mi opinión, la ciudadana argentina tiene que ser fuerte, independiente, atlética, educada, inteligente e independiente. Una piba que fuma marihuana no es rebelde, es una pobre pelotuda que necesita ayuda, amor y contención a través de instituciones como la Iglesia y granjas de rehabilitación más el apoyo del núcleo familiar. No son piolas las que se drogan, toman y están por ahí tiradas los fines de semana. Son una boludas totales. Ahora se las ve bien con sus tangas clavadas en el ojete y con las tetas que les llegan hasta el mentón. Pero el tiempo pasa y la ley de gravedad se hace valer: los pechos empiezan a caer y el culo también. ¿Y qué queda de esas damas otrora doncellas tan hermosas? Humo, olor a tabaco, dientes amarillos, arrugas, mal aliento. No hay excusa hoy en día para no cuidarse: hay gimnasios en todos los barrios con precios accesibles y hay parques donde ir a correr y hacer abdominales. Se puede y se debe estar mejor. Si me quejo de esto,que supuestamente entra en el dominio de la privacidad ajena, es porque con plata de todos los contribuyentes se sostienen los hospitales, las cárceles y comisarías que reciben reventadas, borrachas, chorras, locas, faloperas y aborteras. Dios quiera que cada vez más chichis quieran ser como Las Leonas y no como las gatas que bailan cumbia en las bailantas...
       (A propósito del retiro de Luciana Aymar)

domingo, 7 de diciembre de 2014

Sueños locos XXX (Fernanda)

 





   ¡Ay de mí y de esa tarde gris y calurosa! ¡Qué tarde húmeda! Recuerdo la piel de su frente mojada por una leve película de sudor y veo ahora ante mí esos cabellos marrones llenos de perfume y vida e ilusiones y ensueños y venenos. Faltaba una hora para el atardecer. Me encontré con Fernanda de casualidad. Yo salí a patear la calle y a perder los vacíos del hastío. Iba envuelto en mis vapores mentales. Me volatilizaba al mentar mejores esferas, mejores planetas. Lo que veía de Plaza Democracia me parecía bien pero lamentaba en ese minuto único la corrupción eterna del tiempo. Parece que la única constante es que todo se va, se borra, se desvanece como un sueño. Como si el devenir fuera la única seguridad que tenemos. Yo me lamentaba porque estaba llegando a la calle Berón de Astrada y tenía pánico de que todo se pierda para siempre. ¿Sería la misma placita con cuarenta grados de calor, sol chocante y miles de almas allí retozando? ¿No era mágica esa sensación de ser el único ciudadano que camina ante la posibilidad de que el cielo se caiga en un diluvio sin igual? Yo era ahí sin nadie a mi alrededor salvo la dama fuerte, vigorosa, resuelta, atrevida y valiente. Pocas veces vi en una joven un abdomen tan duro y unas piernas tan sensuales. Parecía que su jean podía explotar en cualquier momento. En verdad, no era pechugona pero lo que no tenía adelante, lo tenía atrás: era una cola dura, violenta, desubicada, osada, provocativa, tentadora, impresionante, asesina, inigualable y hasta imposible. 

        Pocas palabras. No fue una tipa del lenguaje conmigo sino de la lengua. Me metió la suya en mi boca y me sentí penetrado por un beso mágico y criminal. Violó mi calma. Fue una perturbación grande y hermosa. Exploté de alegría al sentir el ardor de las venas suyas sobre mi cuello. Los brazos de Fer eran casi tan fuertes como los míos. Una señorita esclava del gimnasio. La mejor de todas. Los ojos color dulce de leche me los tiró encima y me manchó el corazón. Ahí estaba yo con la espalda pegada al paredón de la Escuela 15 en avenida Cafayate y Berón de Astrada. No podía escapar de esa furia erótica que me ataba al deseo, que me aplastaba y me tocaba. Deslizaba las manos con una habilidad indescriptible mientras me quitaba la respiración. Lo único que podía darle a mis pulmones era ese suave aliento a menta. Vivía en ella y por ella. Si hubiera querido, me habría asfixiado sin que yo me diera cuenta realmente. Estaba perdiendo la conciencia segundo tras segundo. La más bella de las agonías se consumaba en mi carne. No había escapatoria. Tenía que entregarme en cada gesto, en cada leve movimiento. Si la ofendía con algo que podía percibirse como rechazo, podía aumentar el deseo de ella hasta el punto de volverla loca y hacer que estalle una desesperación en su mente afiebrada. Le di el control de la situación. La dejé hacer, la dejé pasar en mi intimidad. Obvio que me hallaba a gusto pero también estaba un poquito sorprendido. Nunca me había ocurrido algo así. Tuve que ceder en todo. Se encontraba totalmente decidida. No le importaba nada, ni siquiera mi voluntad, que le era enteramente favorable. De haber sido yo un sujeto frío, lo mismo me habría calentado con tal de sacarme del letargo. Sinceramente, siento admiración ahora que puedo ver todo en retrospectiva. No es para menos. No es cosa de siempre...

        Fernanda me tenía prisionero. Movía su lengua dentro de mi boca de un modo increíble. Y los dedos suyos volaban sobre mi piel. Mucho no puedo recordar lo que sucedía alrededor. Sólo que la gente en la parada de colectivos nos miraba. Y miraba también la gente horrenda que viajaba en el 101, una de las peores líneas. Por lo demás, no podía quitarme de la situación. A Fer no le gustaba que abriera los ojos. Me pellizcaba. Quería que me concentre en eso hermoso que estábamos haciendo. Me dejaba tocarle la cola y ella me hacía lo mismo a mí. Era un ida y vuelta por momentos pero el partido estaba a favor de ella en balance. Yo perdía por goleada. Se ve que salió de su casa decidida a buscarme. Era la primera vez que nos queríamos de ese modo. Fue algo raro, repentino y casual de mi parte. Yo iba en actitud de nada. Jamás salí en cazador. Se dio y me dio. La atmósfera se prendió fuego. ¡Tanto era lo que esta señorita trastornaba el universo! Algunas gotitas cayeron de las nubes como si el cielo tuviera por voluntad apagar el incendio de nuestros cuerpos. Fantástico. En un parpadeo cualquiera sentí que me estaba bajando la presión. Sin embargo, me sobrepuse a mi debilidad orgánica y seguí apretando. Parecía que era una lucha por consumir la carne del amante en base a agarrones, abrazos, mordiscos, estrechones, caricias y palabras calentitas. La escena era tan buena que los espectadores se volvían locos de envidia. Nunca me sentí más dichoso en mi puta vida. El mundo se me paró y varias veces me acabó ahí nomás. Los vagos y borrachos pasaban y gritaban "¡Aguante Boca!" por la camiseta que llevaba la joven pegada al cuerpo. Ella dejaba escapar alguna risita y me pisaba con zapatillas Topper de lona blanca. Era sencilla en todo. Apostaba al arte de amar y de seducir, no como esas heladeras que se tiran toda la ropa de los shoppings encima y no por eso calientan algo. Lejos de mí esas frías y frígidas de los barrios caretas...

      El supermercado chino está enfrente de donde se desarrollaron todos estos sucesos. Ahí fuimos a comprar bolsitas del amor. Y desde ahí nos fuimos a mi casa a terminar lo que habíamos empezado. En suma, todo muy bien pero no tengo el número de ella y no sé si pasó o no. Lo soñé. ¿Por qué? No lo sé. No todo es todo lo que se ve y no todo lo bueno hace bien ni todo lo malo hace mal. La verdad es que hay una posibilidad constante de que todas las fantasías se hagan realidad. Por eso me considero dichoso aún en medio de la sequía de estos días...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Viejadas (documentos pontificios desclasificados del otoño e invierno del 2014)

   


    Me gustaría romperle la cabeza delante de sus esposas a todos esos burgueses hijos de puta que miran a Lanata. Ese gordo falopero y fumador se dedicó a difamar a un hombre inocente como el Padre Grassi. ¿Qué diferencia hay entre Klarín y el Gobierno K si los dos son anticatólicos a ultranza?
       (Tarde de furia)

  Creo que la Judía, sí, con mayúscula, me embrujó porque desde que corté con ella, hace ya dos años, nunca más nadie me dio bola. No me extraña que me haya lanzado un hechizo la maldita para que ya no tenga sexo con nadie. Me da bronca. Me dio muy mala suerte esa piba. Y lo más triste de todo es que tengo un amigo que quiere que vuelve con ella. Ni en pedo. No porque sea paisana, me da igual y hasta me gusta la idea, sino que me da cosa sus poderes mentales y que me pueda dejar otra vez en esta sequía sin final. O sea, la vuelvo a poner en esa hermosa vagina askenazi y capaz que agarro la maldición de la impotencia sexual o de algo peor, como puede ser que la platea femenina me vea como el tipo más feo del planeta, cosa que quizás está pasando en este momento...
          (La judía despechada)

  A pesar de todas las cosas malas que pasan en la Argentina, tengo que admitir que "este país está condenado al éxito". Somos una nación tan grande y poderosa, con un Estado tan potente y omnipresente, que es inevitable que nos vaya bien. Tal es así que nosotros usamos el 7% de nuestra capacidad como ciudadanos y tenemos la mejor de todas las patrias de América. Otros pavos como los europeos y los japoneses hacen esfuerzos sobrehumanos para estar bien. Nosotros no hacemos nada y somos los mejores del continente. No me quiero ni imaginar el día que empecemos a laburar de verdad. Por algo será que acá vienen millones de inmigrantes a probar suerte. Tenemos un Gobierno Todopoderoso como nunca se vio desde los días de Perón. Y tenemos también una Ciudad de Buenos Aires que cada día es más bella pese a todo. Y esto no lo digo desde una política a corto plazo, desde un partidismo sino que veo cómo funciona el poder y veo su proyección en el mediano y largo plazo: toda una región nos sigue, posa sus ojos sobre nosotros. Los nombres de nuestros dirigentes van a pasar a los libros de historia pero nuestra bandera seguirá en alto en todos los mástiles de la República. En definitiva, tenemos la bendición del Papa Francisco más la inercia misma de las cosas, la cual nos dará un porvenir de gloria...
        (El ascenso del porvenir)

  Si ustedes escriben en Google "Acoso: visto desde otro punto de vista.", el primer resultado que les va a aparecer es una entrada a Taringa con un texto de mi autoría que subió un muchacho ecuatoriano. Sinceramente, no lo conozco pero le estoy agradecido. Él compartió con toda la comunidad aquel trabajo mío intitulado "La mentira del acoso en las mujeres". Me siento muy orgulloso de mi obra y de la difusión que está teniendo. Es verdad que siempre me censuran pero yo no me rindo. "Piensa mal y acertarás". A mí no me importa que las freudo-marxistas lésbicas me manden a matar y a torturar. No me importa nada. Yo estoy re loco y voy a dejar todo por mi causa. Cuando pongo mi pluma en la lucha contra el Comunismo estoy sirviendo a Cristo y a su Iglesia. Y no hay mayor amor que dar la vida por los amigos. Me importa un bledo estar solo, tener pocos amigos y ser un paria en la universidad. Me cago en los masones y los usureros. Yo hago lo que tengo que hacer y digo lo que tengo que decir. No soy de esos que obran según la opinión de las personas. Cuanto más me insulten y me defenestren, cuantas más amenazas reciba, más firme me mantendré en mi postura. Soy negro, católico y peronista y me la re banco porque tengo los huevos grandes como una casa. Ya sé que difícilmente llegue a tener el éxito de los idiotas pagados por la Burguesía pero me consuela el saber que a mí muerte seré un referente para la juventud, esa misma que yo quise rescatar aunque sin suerte. ¡Viva la Patria carajo!
           (Yo)

  ¡Qué buena que está mi profesora de Gramática! Creo que voy a recursar diez años seguidos esta materia. Hasta hoy la odiaba pero ahora creo que me voy a dedicar a esta especialidad dentro de las letras. Una divina la veterana. Hay lindas profes en Puán pero esta le pasa el trapo a todas...
           (La profe hot)

  Hay muchos pelotudos que se dicen católicos pero defienden a USA, un país judeo-masónico por naturaleza...
          (Pelotudos agringados)

  Esto lo dijo una mujer en referencia a la decadencia femenina en nuestro tiempo: "Alan: lamentablemente la culpa de esto la tenemos todos. Las mujeres por querer equipararnos con el hombre, y los hombres por no poner los límites correspondientes. Hoy en día ya es habitual ver como hombres "mandan" a trabajar a sus mujeres, es casi una obligación...Muchos y muchas hoy en día trabajan para servir al sistema, ropa de marca, celulares caros, cable, pañales descartables, comidas afuera, viajes lujosos. No digo que uno no viva, pero fijate que antes la mujer quedaba en casa resguardando a su familia. Hacía la comida y ahí ahorrabas el tener que comprar comida afuera. Hoy es casi normal que el hombre coma afuera en los trabajos. La mujer antes cosía la ropa y ahorrabas en comprar ropa de "marca", y así puedo segur enunciando. Gastos superfluos como el cable, el plan de BlackBerry, el Plasma, el alquiler del dto. para vivir en "la gran ciudad" no existían y se podía vivir sin eso, porque justamente eso no es una necesidad. Ojo, tiene una utilidad, pero si le vamos a buscar utilidad a todo...vivimos comprando cosas, y seguimos a merced del sistema. La mujer tenía su rol, y el hombre también, bien demarcado..Se gastaba menos porque se vivía con más humildad, y la mujer cuidaba más a sus hijos. Se compraban terrenos y uno producía lo que comía, no alquilabas un dto con expensas caras por usar la pileta y el solarium del edificio. El modernismo también nos trajo esto. Muchas mujeres dicen que es mejor la calidad a la cantidad de horas que pasan con sus hijos pero se equivocan, a los ejemplos me remito..No se tiene control de nada de lo que hacen hoy en día los niños, dejan los hijos al cuidado de la caja boba, o de la mucama boliviana. Obviamente que no es bueno irse a los extremos...pero con los ejemplos que hoy pululan...."
           (De pluma ajena)


  Muchos hablan de tener el culito blanco, de ser niños alemanes locos y bobos, de no tomar sol porque quema y esas pavadas de homosexuales que no se cogen a una judía por una superioridad racial imaginaria pero yo pregunto algo, ¿a quién prefieren esos bobos? ¿A sus compatriotas morochos de las provincias o al inglés invasor solamente por ser de tez clara? Yo me cago en la puñetera raza blanca y en todas esas fantasmagorías. Hermano mío es el indio, el gaucho y el morocho que tienen bolas para matar gringos conmigo. He dicho. No a Stormfront. ¡Aguante el Nacionalismo Católico! ¡Viva Rosas! ¡Nalgadas para las putas extranjerizantes! ¡Mueran los inmundos, impíos, asquerosos y salvajes unitarios!
           (Niños alemanes locos)