Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 18 de octubre de 2014

Psicóloga

         




           ¡Las cosas con las cuales uno se tiene que desayunar! ¡Las cosas que uno se tiene que enterar! ¿Qué de malo hice yo para enterarme de la historia que les contaré a continuación? Antes de entrar a la facultad me quedé charlando con un portero de la zona. Se dio la casualidad de que gritó a viva voz el nombre de mi equipo favorito de fútbol a un propietario amigo suyo y justo aparecí yo para buscar entretenimiento en la conversa...


- ¡Menos mal que ganamos un partido, pibe! ¡De seguir así vamos a quedar punteros pero con la tabla al revés! -
- Es bueno ir a estudiar con una alegría. -
- ¿Qué estudias pibe? -
- Letras. -
- ¿Querés que te cuente una historia posta? -
- Por favor, señor.-


        Siempre me gustaron las historias del pueblo.  Me fascinaron toda la vida aquellas pequeñas cosas llenas de argentinidad y pasión...


- Escuchá bien porque esta no te la podes perder. ¡No la sabe nadie flaco! -
- Lo escucho maestro.-
- Parece que acá vive una rubia extranjera que es psicóloga. Está fuerte la mina pero dicen que es un poco histérica y que le hace jueguitos y pruebas a todo el mundo.-
- No entiendo.-
- Creo que se dice "test". Vos que sos más joven...  ¿Me equivoco o no? -
- Está en lo cierto.-
- Soy viejo pero a tu edad me cogí a medio mundo.  Yo tengo ojos verdes pero en aquel entonces era flaco y tenía pelo largo; todas se me abrían de piernas.-
- No lo dudo pero quiero que siga con el relato porque se va a hacer tarde y no me voy a enterar de lo que pasó con la loca esta.-
- Bueno, pibe. Te decía que la mina esta está mal del bocho pero tiene un ojete espectacular. Parece que una vuelta fue uno a su consultorio y le dijo no sé cuántas cosas y que sé yo cuánto.-
- No se detenga y recuerde cada detalle que es importante.-
- "No puedo tener erecciones y me dijo el sexólogo que me vendría bien un poco de terapia",  esto le dijo el flaco a la tipa según lo que me enteré yo. "Voy a tratar de ayudarlo en lo que pueda",  así le contestó la flaca al tipo.-
- Dígame los diálogos textualmente así no nos detenemos con acotaciones.-  Le dije para que no se detenga en sus aclaraciones vulgares.
- Necesito ayuda porque me estoy perdiendo de un montón de cosas.-
¿Por qué paró? -  Le pregunté.
- Pasa que me estaba acordando de algo muy raro. Parece que la mina se acordó de la cara del tipo y ahí se armó la podrida.-
- ¿Qué pasó? -
- Parece que la mujer se dio cuenta de que el tipo se la estaba chamuyando: ella sospechó que eran ratones del paciente para que ella se ponga en bolas. Cuentan que la rubia se acordó de que el flaco la seguía por la calle y hasta se hizo una paja con ella al lado y luego salió matando del ascensor del edificio. La mina no lo denunció porque sabía que el pibe se dedicaba a escribir y a hacer todas esas boludeces que hacen los pendejos de tu edad.-
- Usted también fue joven. -
- Por supuesto que fui joven pero no era tan pelotudo para hacerme la del mono y salir corriendo. Bueno, resulta que la minita se calentó y lo mandó a la mierda. "¿Sos o te hacés? ¡Enfermo mental! ¿Te pensás que un gorrito te va a tapar la cara de psicópata que tenés?  ¡Ándate ahora o te mando el patrullero!  ¡No me vas a venir a joder al laburo!",  le dijo la putita esta.
- Siga pero sin acotaciones.-
- ¡A los bifes! -
- ¡Vamos que no me quiero ir sin escuchar el fin! -  Exclamé impaciente para que el viejo no se detenga en sus observaciones carentes de sentido.


 - No me voy a ir porque yo le voy a pagar la sesión. - dijo.
- ¿Pensás que me vas a coger?  ¿No te dije que soy de otro? - Preguntó ella.
- Yo quiero que me pegues como aquella vez que escribí con aerosol en la puerta. - Le pidió el loco.
- ¿Querés que te pegue? - Preguntó la rubia.
- Sí - Le dijo el loquito.
- ¿Cómo terminó todo el bardo este?  - Pregunté yo.
- Lo dejó de cama tres días.-
- ¿Lo cagó a palos? -
- No: le pegó una cogida la yegua que el flaco se tuvo que ir en ambulancia de tantos polvos que se echó. Viste cómo es esto, pibe: las minas son todas unas histéricas; le das la verga y no quieren pero si pedís otra cosa que no sea culear, ellas mismas se desesperan y te montan como caballo de carrera. - Esto me dijo el portero en criollo.

Poema en prosa sobre la verde Natura...

     

       Verde grandeza de la Natura revista a mi prosa con la magia de lo bello. Todo lo artificioso no es más que un leve susurro ante el canto de los pájaros y la fresca caricia del crespúsculo. Lluvia de cielos, tormenta de dorados reflejos, edades naranjas y nubes celestes. Con magnificencia se levanta el aroma de la tierra cuando el paladar exige tragos de paz y melodías del infinito. 
        Poco a poco van fluyendo los marcos hacia otros cuadros y es el sujeto objeto del mundo circundante. Piedras duras se hacen flores ante el avance de la primavera. Aunque repentinamente desaparece hasta la visión de todo lo anterior...
         Este es tan sólo el principio de mis breves instantes. Dios dará ocasión de próximos encuentros con la creación. Ahora me voy antes de que el día se vaya de mí. ¡Adiós, tarde mía!

          Nota al margen: Dan ganas de ir a la orilla del río a arrancar amapolas de lo alto de tus altos pechos hechos en la gloria de las mariposas y las flores de los sueños llenos del veneno que contamina el aire...hoguera que quema a los pájaros, los árboles, las flores, el luto y el sentimiento de las alas rotas...

Alegrura y amargría (poema del 13 de agosto del 2007)






Angustia fatal de existir
recordando la vida
hoy muerte en mi sentir
de tendencia suicida.

Solitario amanecer
pálido y anaranjado:
un yo ha de perecer
por un vos sonrojado.

Azúcar de lágrima rosa
en su pena sin cielo,
vuelve triste mariposa
de su tan frío hielo.

El sol es la tela 
que reviste a esa virgen
cuyos ojos hoy fingen
que por mí desvela.

Paralizada la caminata
por ese oscuro mirar altivo
de la que baja escalinata
sin darme amor alternativo.

Soy fugitivo 
de su ayer,
hoy vengativo
y mal placer.

Hoy por hoy
siento gran placer
por donde voy
al traer su ayer..

          A la misma de siempre...
          A la que empezó para ser
          por y para siempre
          mi eterna cárcel en el ayer...

viernes, 17 de octubre de 2014

Ideas antes de dormir...

       



           Es muy importante la educación para que las personas se sepan defender en la vida. El camino a eso que las feministas y los zurdos llaman "emponderamiento" no pasa por el aborto. No es que por el hecho de no tener hijos vas a conseguir acomodarte los huesos. Yo estoy solo y a duras penas me mantengo con un trabajo los fines de semana. Pero sí es verdad que al estar educado, al ser consciente de los propios actos y sus consecuencias, uno evita traer más problemas a su realidad. En la adolescencia y juventud hay que procurar estudiar, capacitarse, "abrir la mente", otra expresión muy progre, y evitar lo más que se pueda ciertas ataduras y lugares incómodos. Me resulta muy triste que las chicas morochas del Conurbano o de Lugano 1 Y 2 terminen todas embarazadas antes de los 17 y que luego tengan que abandonar el secundario para ir a laburar de limpieza. Eso en medio de novios celosos, padres que las quieren rifar con "un buen partido" que las quiera fifar y un mundo que excluye, que "naturaliza", término progre de nuevo, el hecho de que la mayoría de los que limpian pisos tienen la piel oscurita. Es insoportable esto. La degradación del ser humano. "La explotación del hombre por el hombre". Sinceramente, me indigna la sociedad racista, hipócrita y criminal. Esto se soluciona con igualdad de oportunidades iniciales, con conciencia y una escuela que forme ciudadanos con valores morales. Da impotencia que en el siglo XXI pibas de mi edad se vean obligadas a llevar la pesada herencia familiar: maternidad precoz, alcohol, drogas, tabaco, sedentarismo, encierro, hacinamiento, televisión, violencia. Penoso. Se supone que en esta época de las nuevas tecnologías, todo debería ser más sencillo. Es decir, las facultades debieran estar repletas de estudiantes llenos de sueños...
                 (La mujer)

         Los discursos de la representación casi no sirven ya porque, justamente, son representación y no acción. Paso a ejemplificar: las feministas dicen representar a la mujer y en verdad no hacen más que echar a perder la defensa de las mujeres en medio de inmundas acciones contrarias a la moral y el orden público: atentados contra templos católicos, exhibicionismo, vandalismo, etc. Otro ejemplo: los comunistas hablaron toda la vida de "el proletariado" y sabemos todos que eso fue un doble discurso porque en la realidad los "representantes" de los obreros vivieron y viven mejor que los zares. Más: los curas que amigos de la opulencia, personajes que Su Santidad Francisco combate con el ejemplo. Esos son indignos de transmitir el Evangelio. Y así hasta llegar a los nacionalismos, movimientos muy heterogéneos entre sí pero con la particularidad de congregar a tipos muy exaltados y embravecidos que, lejos de encarnar las más altas virtudes de su nación, muestran una ignorancia brutal acompañada de los más nefastos vicios como el alcoholismo, el tabaquismo y la irá por la irá misma todo en en medio de gritos y de una decadente parafernalia castrense...
              Triste y muerta la patria que conciba la vida como una sucesión de años en los cuales los mortales habrán de matarse los unos a los otros por ella; triste y muerta la patria cuyos hombres y mujeres se pasen los años suyos matando a personas de otras patrias hasta morir ellos también en refriegas insensatas. De esa noche baja de carceleros, cuarteleros, locos, arrabaleros, perros, asesinos e incendiarios no saldrá sino la desesperanza y la negación inmortal del día y del amor, de las banderas y del mismo ser humano creado a imagen y semejanza de Dios...
                     (El ocaso de la representación)

viernes, 10 de octubre de 2014

La civilización (pensamientos sueltos sobre Occidente)

       






        

          Me voy a violar a la diosa Fortuna y le voy a romper la rueda por puta hija de puta: ella no me tira ni una buena. Pero de ahora en adelante, me la va a tirar bien tirada todos los días. Y todo lo bueno va a ser para mí, simple mortal siempre olvidado por esta deidad maldita. Ella nunca me escogió a mí pero ahora la voy a recoger y la haré mía hasta mi muerte. Porque yo siempre me afané en los momentos difíciles para estar bien posicionado en el momento de la cosecha, que nunca llegó. No importa. Ella me va a dar todos los favores que me negó durante años... 
                                  (La Fortuna)
  
       Cada vez falta menos para que termine el año. Es tiempo de barajar y dar de nuevo. Es cierto que podrían ocurrir sucesos extraordinarios en medio del totalitarismo de la vida cotidiana y el aburrido mundo circundante. Sin embargo, hay que ser prudentes con las expectativas para evitar sufrimientos innecesarios y frustraciones desmoralizadoras..
                                 (La rutina)

        En este momento hay muchos desacatados que están perturbando los equilibrios de la Cadena del ser. Por eso el mundo está tan alterado y algunas cosechas personales no se dan por más que uno siembre por todos lados. Hay una tensión en el ambiente que va a tardar por lo menos dos años en irse. No digo que se vaya a ir del todo la negatividad que impregna el aire porteño pero sí el grueso habrá de retirarse con buenas medidas, con buenas políticas. Entonces la materia cósmica estará en todo y en todos bien predispuesta a mejores afanes, a mejores fines, que a su vez se valdrán de medios más nobles... 

             (Una idea impresionante) 

        Siento una morbosa fascinación por los relatos de gente pérdida en el extranjero. Textos como Viaje al corazón de las tinieblas de Joseph Conrad o Viaje al fin de la noche me perturban profundamente. Me imagino en el exterior enfermo de tanta promiscuidad, de tanto descuido. Como el "Síndrome de la heladera vacía" pero en versión sexual: luego de tanta abstinencia, la locura termina desatándose de golpe. Pequeñas dosis a lo largo de los años no matan a nadie, por el contrario. Pero gozar de golpe de todos los deleites de la carne, podría fulminar a cualquiera y más en un contexto selvático. Más de una vez me vi muriendo en alguna selva sudamericana o en el corazón del África. Esa es una forma heroica de suicidarse semana tras semana, en medio de mosquitos y calores insoportables; en medio de un sol que no da respiro sino que se afana en secar y matar a todos los vivientes...

                                 (Civilización I)

        Este año leí el libro Los antimodernos. Se trata de esos pensadores y artistas que, instalados ya en plena Modernidad, se atreven a criticarla. Tipos como Charles Baudelaire que, pese a haber desarrollado formas artísticas nuevas, se atreven a cuestionar su tiempo con técnicas y contextos contemporáneos. A mí me pasa igual: estoy atravesado por la era de la computación, las redes sociales, la televisión por cable y los más modernos medios de transporte y comunicación. Sin embargo, desconfío profundamente de todas estas cosas. No reniego de ellas pero sí de lo que representan o de los intereses que pretenden representar: el "Zeitgeist", "el espíritu de nuestro tiempo". De ahí que me imagine internado en una febril agonía de tierra adentro, lejos del ser porteño y cosmopolita, de este río marrón que nos conecta con todos los océanos del mundo...

                            (Civilización II)

       Hubo un escritor inglés llamado Rudyard Kipling que hablaba de "la pesada carga del hombre blanco" para justificar el colonialismo y el Imperio Británico en lugares como India. Y yo a veces siento esa pesada carga pero no como conquistador sino como conquistado por patrones de conducta que esperan de mí: muchas veces me han censurado por ciertas acciones nimias y me han dicho: "Sos un chico blanco, no podés hacer eso". Y sí, resulta que no puedo gritar los goles de River, comer con las manos o hablar con naturalidad de sexo porque una persona con mi aspecto no está moralmente habilitada para hacer "cosas de negros". ¡Por Dios! ¡Qué tilinguería racista! No me interesa estar en la casta dominante. Prefiero el mundo oscuro y salvaje de los dominados con sus ecos atávicos de épocas inmemoriales. Se trata de "pueblos sin historia" porque guardaron sus verdades eternas en la memoria. Son gentes que no envejecen y que no han de perecer porque no conocen el devenir constante, vertiginoso y decadente de Occidente que habrá de terminar en la muerte...

                      (Civilización III)

       Son planteos que hago nada más. Simples comentarios a las Guerras de las Galias que confío a los dioses inmortales. Bajo ningún punto de vista pretendo imponer, justamente, mi punto de vista. Pero sí puedo decir, a riesgo de ser odiado por todos, que es preferible unos pocos fundamentos inmutables que mil novedades que mañana habrán de ser viejas ante el surgimiento de otras cosas nuevas. Así al punto que todo lo que surja se hará pasado, y todo el presente igual hasta confrontar con un futuro final de extinción por la fuerza y el imperio de una historia que avanza lineal. El tiempo cíclico es eterno en su estancamiento. Obviamente que me dirán "fundamentalista" por aferrarme a unos pocos fundamentos como bien he dicho antes pero creo que Occidente padece, sin darse cuenta, el "Fundamentalismo de lo nuevo", ese que habrá de consumir el planeta por causa del Materialismo extremo. Algún día los hombres que nos sucederán, renegados ya de la idea de Fausto de alcanzar la eterna juventud, habrán de irse de sí mismos en pos de buscar experiencias metafísicas, de trascendencia. Y no hallarán una vida nueva, una otra vida, sino que tendrán lisa y llanamente un encuentro único con la muerte, de la cual no hay retorno. Entonces y solo entonces la humanidad se dará cuenta de que para trascender primero hay que descender hasta lo más hondo de los infiernos, atravesar el destierro de este mundo, beber de este valle de lágrimas hasta el final y ahí sí, sólo ahí habrán de contemplar la luz brillante del origen y el misterio inefable de todos los siglos todos...

                    (Civilización IV)

       Ahora sí: el Coliseo lleno, repleto de gente hasta el cielo. Miles de almas gritando en sudor por goles. Pasiones de millones. Y un jugador que decide tirar la pelota afuera para que el partido vuelva a empezar, para que no se muera con una "definición banal" que podría clausurar el resultado por siempre. De eso se trata un poco la vida. No se puede ganar todo el tiempo. No hay que ganar in eternum. Es fundamental empatar o perder muy a menudo para sostener un divertido relato épico sobre los "campeones morales". A nadie le gusta realmente un partido de entrenamiento. Es necesario que muchas pelotas peguen en los palos, que no entre nunca o que entre sobre el final. Hay que volver al comienzo. No cerrar los encuentros. Empate permanente o derrota complicada, barro y miedo. Y si el arbitro te puede perjudicar, mucho mejor. Tiene que salir todo mal. ¿Es soportable que todo salga como se planeó en el vestuario? Los penales hay que patearlos por arriba. La bocha es más linda cuando está bajo la suela del tipo que ama el vértigo. Un verdadero jugador tiene que ir por toda la cancha con un ida y vuelta electrizante; el volante que hace grande al fútbol mundial es el que sale a revolver todos los espacios trabando, metiendo, distribuyendo, anticipando y proyectándose en ataque con el balón dominado o sin él. Un Fernando Redondo cualquiera. Dinámica y movimiento. No tiene gracia pegarle tres veces de afuera y clavarla en un ángulo sin más. En lo posible, Dios tiene que cambiar la posición de los arcos para que no se dé y para que la afición le pida a Él de manera tal que el Altísimo sienta humillada a la criatura. Ese es el motivo del constante trazado de las líneas de cal: el mismo Señor las borra todo el tiempo para desviar la atención. Ahora sí: la analogía es clara. ¿No comprenden? Es que quise gambetear con el sentido. Pero se las tiro cortita y al pie: prefiero el espectáculo antes que la victoria y la efectividad y hablo de la existencia misma. No soy bilardista en absoluto...

                        (Civilización V)

       La vocación del ciertos tipos urbanos como yo por lo que los burgueses consideran "problemas" no es más que una manifestación del espíritu medieval de salir a buscar aventuras. Se hace aburrida una vida sin sobresaltos, una vida enteramente planeada y dirigida por la empresa privada o por el Estado o por uno mismo. El azar que nace de la pereza o de la confianza libertaria tiene un encanto muy particular. Así resulta que por caminar por una calle nunca antes transitada uno se encuentra con un libro muy especial o con una señorita muy alegre, muy bondadosa. Esas son las cosas de la vida que para mí tienen sentido. Es como descubrir un bar frente a una plaza por casualidad, solo por errar, y ahí sentarse a escribir o a leer. Por esos paseos censurados por la sociedad de consumo he llegado a la conclusión de que el Imperio del siglo XXI tendrá placitas como las nuestras sembradas a lo largo y ancho del mundo. Y allí pequeños consejos de argentinos regirán los destinos de las naciones luego de jugar a la pelota y de tomar leche chocolatada con facturas. Ya van a ver...

                        (Civilización VI)

         Esta tarde estaba pensando, para seguir con mis breves textos sobre lo exótico, que hay un momento en el que la civilización sale al encuentro del tipo extraviado como si se tratase de un niño perdido en medio de mil mundos. De ahí que vayan mil barcos por alguien cuyo exilio fue casi voluntario. Pero la mejor parte es cuando dicen cosas como "el horror, el horror", frase inmortal de la literatura. Me han preguntado alguna vez si tengo miedo a volverme loco. Yo creo que estamos todos así pero hay momentos en los cuales se manifiesta la verdadera naturaleza del hombre; es cuando la Ley se queda corta por ser tan solo una letra fría basada en el interés de unos pocos particulares y no en el corazón de los individuos, que sienten, aman, sufren y padecen el yugo de una sociedad cuyos códigos fueron escritos para reaseguro de los potentados. Las leyes son las espadas con las que matan los varones "civilizados", esos que prefieren tener clientes y "recursos humanos" ya que el espectáculo de la pena de muerte pasó de moda...

                      (Civilización VII)

¿Por qué la civilización sale al encuentro de los hombres que intentan evadirse de ella? ¿No teme acaso ser recibida a flechazos en el corazón de las tinieblas? ¿O se habla de "hijo pródigo" cuando se piensa en un sujeto que se alejó de la línea recta del progreso, esa que ha consumido a varios? ¡Por Dios! El amor es para cuando el corazón está sensible y receptivo; después es tarde. El pecho se vuelve de piedra y la piel se torna más áspera que el metal. La ciencia no puede resucitar a los muertos pero al menos puede procurar no derramar muerte por ahí en forma de ingeniería social...

                    (Civilización VIII)

        Y ahora sí, a dormir. Siempre dije que no hay diferencias entre el estar despierto y el estar dormido porque "la vida es sueño". Nos mienten de tantas manera desde los medios, la escuela y la universidad. ¿Por qué no podríamos creer como verdad eso que nos pasa cuando tenemos la cabeza apagada?

                      (La vida es sueño)

          Para mí si la justicia no es social no es más que injusticia con un disfraz de institución puesto por los ricos. Porque siempre se escriben leyes para defender a los que tienen: no hay códigos para impulsar la inclusión y el pleno empleo; la vivienda y la educación; la salud y la cultura. Así estamos como estamos, con un país donde las viejas gritan por sus dólares y se cagan en los que no consiguen trabajo por su color de piel...

                       (Justicia) 

           No creo en la mentira del Laicismo porque la mayoría de los que piden "educación laica" son ateos. Entonces deberían decir "queremos adoctrinamiento ateo para todos" y ya. Y conste que yo no soy cura, seminarista ni ninguno de esos viejos momias que sienten que se van a ir al infierno por mirarle el culo a una mujer creada por Dios. Pero sí pienso que hay que llamar a las cosas por su nombre y no andar con dobleces ni engaños...

                   (Laicismo)

              Hace un tiempo que no hablo de mi tema preferido: el de las mujeres. Muchas veces dije que no las hay. Pero ahora quería ser más especifico: cuando veo perfiles de chicas de mi barrio, Lugano 1 Y 2, y de los sitios circundantes, me doy cuenta de que la mayoría de las jóvenes tienen hijos, están casadas, juntadas o de novio. Es un desastre la situación. Acá en este rincón final de la Capital vale más que en cualquier otro lado mi frase histórica: "No hay mujeres". A eso hay que sumarle, yendo a mi situación estrictamente personal, que estudio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, un sitio que cobija lesbianas, asexuadas, frígidas, ateas, brujas, feministas y hombres. En resumidas cuentas, dado mi lugar de residencia y mi facu, estoy prácticamente condenado a la castidad. A eso hay que sumarle que los fines de semana vendo juguetes en una feria, es decir, todas vienen con sus nenes a comprar muñequitos y pelotas y no están en plan de levante porque tienen maridos, concubinos, novios o lo que fuere. Por lo demás, las que fueron madres se consagran de lleno a sus chiquitos y ya no ven potable a ningún varón a menos que quiera hacer las veces de papito, cosa que yo no quiero. En síntesis, está muy mal el panorama de conquistar por estos días...

                    (No hay mujeres enésimo volumen)  

      Para reforzar esto que digo, he realizado un trabajo de campo de gran valor antropológico y sociológico: me he hecho amigo de dos muchachos que trabajan en una parrilla que está debajo de mi casa y en la cual se come muy bien. Y bueno, al pasar muchas horas con ellos por las noches, contemplo la clientela y el panorama de la zona, acá en el mítico Lugano 1 Y 2. Es así que veo un desfile de cochecitos de bebés y de bellísimas mujercitas con chiquitos de la mano o en brazos. Y sino, todas o casi todas acompañadas de sus respectivos chongos. Lo que veo es desolador. Es cierto que la investigación que estoy llevando a cabo está dando sus frutos ya que puedo sustentar todas mis afirmaciones con datos empíricos extraídos del lugar de los hechos, del terreno. Sin embargo, en lo concerniente a mi persona, objetividad científica al margen, todas las imágenes almacenadas en mi retina constituyen un duro golpe a mis aspiraciones románticas, afectivas, sexuales e instintivas...

                 (No hay mujeres un millón)

        Creo que nunca lo dije abiertamente pero por la noche veo cosas con los ojos del alma: demonios del desaliento y la depresión me asaltan siempre cada vez que voy a dormir. Son las fuerzas del inframundo que pretenden llevarme con ellas. De día no lo siento pero antes de quedarme dormido empieza la danza de la muerte en torno a mí. Es un espectáculo impresionante. Modestia aparte, me siento muy importante para merecer que legiones infernales me visiten todas las madrugadas. Espero, Dios mediante, beber los tragos amargos de la melancolía con resignación y evitar las malas decisiones, esas que podrían llevarme abajo. Es cierto que por estos días estoy viviendo en un abismo interior, en un hundirme en mi ocaso. Bajo la luz del sol no me asalta temor alguno pero cuando la tarde comienza a declinar, cuando aparecen las primeras estrellas en el horizonte, es entonces cuando mil perturbaciones sobrenaturales inician su marcha amenazante contra mi humanidad. No le deseo a nadie esto. Son poderes difíciles de conjurar. De todas maneras confío en que en alguna vez este tormento acabará y la luz del mediodía se quedará para siempre a mi lado en forma de una amor, de una flor y un poema de paz. Mientras tanto, disfruto estas horas soleadas a sabiendas de que vendrán los corsarios del más allá con el fin de robarse mi espíritu...

               (El demonio y el desamor

       Y bueno, soy un inadaptado social, un decadente, un loco y un perverso y no me importa. También soy la oveja negra de la familia y tampoco me importa. En definitiva, no me interesa nada en la vida. Solo hundirme en mi ocaso pero en paz conmigo mismo: quiero ver cómo el atardecer agoniza lentamente en mis ojos. Me gustaría irme con él y confundirme en la oscuridad del cosmos. No hay nada. Sólo dejarse ir. No vale la pena luchar contra el animal ni maltratarlo en pos de una domesticación que sólo beneficia a los dueños del circo. En algún sitio habrá silencio, nada más que silencio. Siempre fui un incomprendido. Sé muy bien que cuando me vaya seré elogiado por los mismos que me defenestraron con sus miradas idiotas. Pero eso me resbala: el honor, la gloria y el dinero. Lo único que me da felicidad de verdad en esta vida es salir a caminar y sentir que renazco cuadra a cuadra en la Ciudad. Cuando uno se tiene a sí mismo, tiene todo. Porque entra de nuevo a la existencia despojado de bagatelas, adornos, joyas y apariencias. No me voy a cargar con nada porque no me voy a llevar nada. Me tengo a mí. Nada más. El resto puede perderse en la noche de los tiempos y morirse allí, donde impera la materia...

                     (El loco)

          ¡La vanidad! Hay muchos que defienden a sus hijos sólo por defenderse a sí mismos en ellos. Es decir, al negar la maldad de sus retoños, niegan también la mala crianza que le dieron a esas pobres criaturas endiabladas; me refiero a esos especímenes que perturban el orden público y se escudan en la niñez como pretexto de toda clase de desmadres. Los padres que luchan a capa y espada porque sus niños no sean retados en ninguna parte son los mismos que golpean a los profesores y maestros y que hasta son capaces de inventar causas de abuso sexual contra sacerdotes por el mero pecado de enseñar la Virtud en la época del Progresismo...

                   (Gente llena de hijos) 

         El cuerpo es un misterio que tal vez ni siquiera el espíritu pueda penetrar. ¿Cómo explicar sino tantas contradicciones de la vida de la carne? Una frase para la historia: "Entre hacer el amor con una mujer y matarla a los golpes no solamente existe una diferencia de intención sino también de grados de intensidad porque, en definitiva, es el mismo cuerpo el que puede amar u odiar y manifestar con los signos de los hechos las potencias del sentimiento, de la irracionalidad ya negativa ya positiva del ser humano". Hacía rato que quería decir esto. No me atrevía por el poco miedo que aún conservo al qué dirán. No es que viva pensando en lo que dicen los demás pero todavía tengo una cuota pequeña de decoro y buen gusto. Pero no por mucho tiempo...

                     (El cuerpo)

           Quiero hacer una reflexión y no una apología, que no es lo mismo. Digo esto porque tengo un estilo muy filoso, siempre al borde del abismo cuando no en su fondo. Y sé que lo mío enerva a personas de todas las ideologías; a ateos y a creyentes. Sin más preámbulos: hace mucho que vengo pensando que es impresionante cómo un mismo acto, el coito, puede ser un gesto de entrega, de amor, de vida, pasión y unión entre dos seres. Pero ese mismo acto puede también transformarse en una de las acciones más aborrecidas por la sociedad: la violación. Una palabra, un monosílabo, un sí o un no, puede definir el destino de un hombre y de una mujer: de la felicidad al ultraje hay una diferencia de consentimiento, que no es poco. Un varón afortunado y una dama amada o un individuo vil y degradado y una persona dañada. ¡Increíble el misterio de la carne! Fruto podrido del pecado original, fermentación que puede alegrar el corazón o envenenar el alma. El vino de la existencia, el vino de donde vino el ser. En ambos casos, tanto en el positivo como en el negativo, existe la posibilidad de un embarazo. Esto lo digo solamente para corroborar que las consecuencias son similares pese al desarrollo. En definitiva, el alma está sometida a la tormentosa tiranía del cuerpo durante sus días en este mundo: de las caricias al golpe hay una variante de movimientos, nada más...

                      (El cuerpo II)

La desgracia (poema del 5 de septiembre del 2007)





Estimada Señora Desgracia:

Con odio venenoso me dirijo a usted
para reprocharle su malicia
de ponerme entre la espada y la pared.

Yo no le di permiso
para meterse en mi vida;
perdón si no soy sumiso
pero me duele esta herida.

Existe en mi ser
una sometida región
por su maldito ser
que olvida mi religión.

Todo el tiempo me grita
con su tragedia eterna:
hipócrita, usted se irrita
si mi actitud no es tierna.

Usted merece el podio
de la criminalidad;
no se enoje si la odio,
usted es perversidad.

Usted es un alma vacía
del concepto de solidaridad:
usted es la puta sangría
de mi tan larga soledad.

Váyase de mi existir
para no volver jamás
o tendrá que morir
porque no la banco más...

           Atentamente, yo...

domingo, 5 de octubre de 2014

Prosa seca

   



        Las promesas se secan al sol mejor de lo que son. Don de dioses decir esto y don de gente admitirlo. Bah, pavadas que resuenan, que rebotan junto a la lluvia del asfalto. Estas son las construcciones imaginarias que nacen de la fatiga, el aburrimiento y el abatimiento. Son las sequedades de una primavera muerta antes de nacer, antes de florecer en lares mejores o en plantas vulgares. Se siembran genios para cosechar ingenio. O eso dicen. Pero la inteligencia y la razón se han ido evaporando en un ciclo de locura y perdición, como ese colectivo que atravesó La Matanza por la noche; el mismo que anduvo por parajes oscuros y que luego se internó por Lomas de Zamora. Es esta mi obsesión de obsesionarme, de ver transporte público por todos lados; viajes en espiral que desaparecen antes del amanecer. ¡Alto! Tengo que hacer una confesión: yo acumulo palabras tras palabras pero estoy dejando algo afuera. Y es que tengo miedo a perder, mucho miedo. Estoy escribiendo en el medio del pánico, de la confusión. No puedo sostener la cabeza con claridad. Algo en mí desvaría más de lo que lo hago yo. Es jugar con bolas de fuego. Es difícil de expresarlo así sin más. No hay medio para transmitir la masa amorfa que recorre este cerebro que tengo encendido desde hace rato. Se me está incendiando el cráneo. No puedo ver del todo bien. Segundo a segundo se está marchitando algo mío, algo que mañana va a resucitar con más fuerza. Es el cansancio que me desplaza, que me gana. ¿Soy yo o no soy yo? ¿Uno es su vigilia a pleno, su lucidez total? ¿O puede que en estos delirios se deje entrever una dosis de verdad atávica, regresiva y total?
        La sed me traga el cuerpo por dentro, me absorbe. La saliva me está ahogando. Me estoy tomando a mí mismo. El agua nunca es suficiente. Ni siquiera todos los ríos del mundo podrían saciarme. Las mejillas se me hunden y por la deriva del cuello comienza a descender mi lengua. Todo se pierde en la nada del interior, en ese tobogán que va hacia abajo de uno. Ese es el pulso de la vida que se consume en un pasar desapercibido, en un lento, monótono y molesto extinguirse. De fondo, una llovizna tenue que suena a sequía después de un fin de semana de locos. Y ahora, poco a poco, la parte trasera de mi cabeza, esa que mi nuca envuelve, siente la dureza; el traqueteo ese que se produce cuando la respiración se hace más lenta. Es como si en un momento fuera a quedarme duro sin poder escribir nada más. Y sí, entramos en lo autorreferencial, en la escritura que habla de la escritura porque no hay musas inspiradoras. La idea ya trillada acá de que "no hay mujeres". No las hay. Es necesario consumar. Sería una grata experiencia sentarse a experimentar formas nuevas en un estado de relajación, de liberación. Pero parece que el desgano que genera la soledad habrá de ganarme una vez más. Un círculo vicioso de eterna corrupción. Esto me asusta. No parece que vaya a cortarse. Y yo no quiero cortarme porque sería romper el cielo. No lo haría jamás Estos entreveros de muros sentimentales se destruyen de la mano de un amor. ¿Cuándo llegará? Dicen que "todo llega" pero a mí me vienen con esa frase tonta desde los 15 o 16 y ahora tengo 25. Quizás lo que más me amargue sea la falta de respuesta que tienen escritos como este, que no suelo dar a la publicidad. Estos textos tan íntimos nacen y quedan muertos en esta bitácora: solamente son leídos por las curiosas que son traídas hasta aquí por Dios o la Fortuna, que él ha creado para lavarse las manos antes los hombres por el crimen de hacernos existir en un mundo infeliz. ¿O yo tengo la culpa de lo que hizo el idiota de Adán? Acá estoy pagando las consecuencias de pecado original. Así sin más me despido en esta orgía de mi corazón vacío con mis piernas heladas y mi juventud desesperada...

Experimentante...




La lluvia da silencios
de otros vientos
menos vientos
de una lluvia de silencios.

Otros ayeres,
otros tiempos.
Rebotes del siento,
del nada.

Estrofas cuadradas,
evaporadas,
quemadas,
cantadas.

Negro y naranja;
nada, nada. Fatiga.
Menos voces,
más roces.

sábado, 4 de octubre de 2014

Felicidad de arrabal...

       






 Tan solo una tarde más. Una tarde de ayer. Sí, ayer otra vez. Viernes 3 de octubre del año del Señor 2014. Año de pocas bendiciones y pocas plegarias. Año de dolor y soledad. Nada más. Pero por un rato pude ser feliz. ¿Cuándo? Sí, ayer. Iba en el 36. Viernes otra vez. Iba para Lugano, un lugar muy oscuro de esta tierra. Miraba por las ventanillas del colectivo. Siempre voy mirando. La vista es un sentido muy importante en mí. Me encanta mirar. No me gusta mucho ser mirado pero sí mirar. Miro todo. Perdido en mis pensamientos, mis suspiros y mis reflexiones, la avenida Rivadavia había quedado lejana como la nada. Mi quietud se cortó cuando vi a una rubiecita preciosa de ojos verdes hablando por celular. Sentí un acento foráneo, otro idioma. Yo estaba sentado frente a ella, cara a cara. Tal los asientos de algunas de nuestras líneas. No entendía bien en qué hablaba la chica. De fondo, el murmullo del resto de los pasajeros, el ruido del motor diesel, el tránsito y la lluvia. De golpe advertí que la gringuita tenía una "Guía T". Estaba pérdida la pobre. En un momento, cuando estábamos en la Autopista Ricchieri, me preguntó cómo ir hasta Palermo. Le dije que estaba yendo para el otro lado, al revés. Sí, para Villa Celina. Una rubita divina en medio de la pequeña Cochabamba que tenemos del otro lado de la General Paz. Una experiencia verdaderamente antropológica. El precio que tiene que pagar la "raza superior" por tanto racismo.
           
  A la altura de la calle Murguiondo, subió la Gendarmería para pedir documentos. Ella mostró su pasaporte. A la vuelta, en la Avenida Cruz y Cafayate, bajamos. Yo la acompañé a la parada. Llovía. De noche. Ella y yo solos ahí, hablando de todo. Me contó que es alemana, que tiene 18, que está acá haciendo un voluntariado y que vive a una hora de Suiza. La sonrisa perfecta de ella y esos ojitos verdes me alegraron mucho. Me sentí vivo: adrenalina, ansiedad, locura, vértigo y pasión. Todo lo que busco en una mujer, en una relación, una experiencia o lo que sea. No quiero otra cosa. No me gusta lo "común". Anhelo con toda el alma que un día cualquiera venga antes que la muerte esa dama que me haga feliz y que corte con esta vida de miseria, soledad y marginación en pos de un mundo nuevo de amor, alegría e imaginación. Quiero todo. Desespero de esta nada. No doy más. Odio estar solo, no tener un empleo estable, no poder irme a vivir fuera de la casa materna; y odio sentir que no tengo futuro. Estoy necesitado de una nueva epifanía, de una manifestación real de lo divino en nuestros días. Quiero cambio. Quiero cambios. A pesar de querer tanto en tan poco tiempo, no me atreví a pedirle el número de celular: no quería que se sienta invadida, acosada. Es una señorita europea en Sudamérica. Así que yo le escribí mi nombre y le di mi teléfono. 22 hs en un barrio periférico de la Capital. ¿Se podría sentir bien una extranjera con un desconocido?

     Ojalá que me llame. Ojalá que se acuerde de mí. Sería un sueño tener una novia así. Pero bueno, si no llama, no importa. Por lo menos vi a una diosa en mi barrio, ahí en el cruce de las avenidas Cruz y Cafayate. Es lo que hay. No hay más. Por mucho que uno pida, no hay más, no hay nada más. Solo hay un dios que no existe. Y no hablo de Dios, que existe pero lejos de todos nuestros problemas y dolores. A mí me toca sufrir en esta tierra, llorar y lamentarme por la soledad. Ver morir mis días sin nadie alrededor. Tengo 25. Me dicen que "ya va a llegar". Cuando tenía 16 me decían lo mismo. No va a venir. El Mesías fue colgado, no va a venir. Cuando vuelva, va a ser para moler a palos al resto de la humanidad. Es terrible. El mundo es una gran tragedia por mucha comedia que yo le ponga. No sé, no sé nada. No puedo pensar ni escribir. Solo sentir esas ganas locas de que suene el teléfono con algún mensaje de texto o algún llamado. No sé si va a pasar. Lo quiero con toda el alma pero no está en mí manejar la voluntad ajena. Solo me tengo a mí mismo. Me siento solo en el mundo. No veo nada más. Desesperación. Haber probado la miel y que me haya sido arrebatada hizo que mi hambre se multiplique, que mi deseo explote en este punto de alienación y delirio. Qué sé yo. No puedo escribir más. Dejo acá.