Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

lunes, 23 de mayo de 2016

Hacerse cargo

 

 Me da miedo saber que de la nada se puede ir ese algo que me brinda algunas satisfacciones, una esperanza pequeña de ver otras luces, otros días, un sol roto pero digno de alcanzarse. Es duro decirlo pero me acuerdo de una chica rubia de fuego que fue penetrada por un eunuco. La compadezco. Hay cosas que no tienen explicación. Tal vez sólo se trate de jugar con los hielos de alrededor. La veo caminando bajo la muerte del cielo y las pisadas extraviadas del asfalto; la veo tan común que la hallo especial, la enamorada de mi mente otra de estas horas más que recientes.

  Puede desaparecer. No hay nada, no hay nada. Siempre quedo conmigo mismo, siempre y siempre soy mi constante, mi continuidad. Tenerse a uno es maravilloso pero a veces no parece alcanzar. Si no puedo gustarle a alguien más, ¿será que realmente valgo la pena? ¿O está mal medirme en relación a la estima que me tiene o no me tiene una mujer determinada? He dicho que el que desespera de la soledad es porque desespera de sí. Claro. Es obvio, o así parece. ¿Pero no es admisible admitir el anhelo de otra presencia? 

  Admito que hay algunos momentos en los cuales me encuentro débil, vulnerable, frágil. Reconozco que necesito ayuda. Pero una ayuda de verdad, no palabras estúpidas. Necesito dormir alguna que otra noche con alguien, recibir mensajes, sentirme deseado. Es fuerte ver todo lo que veo: la impresión de estar solo como si fuera el primer hombre del mundo. El mundo no me alcanza. Me siento terrible cuando me veo ajeno a todo deseo por parte de las otras...

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