Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 25 de junio de 2016

Buenos Aires 2099



                                                           
 Cuerpos enredados. Calor que no deja pensar. Masa sudorosa. Máquinas sexuales con forma humana. Hereje aquel que no participe de las orgías de todos. ¿Como hilvanar una frase larga si el bochorno veraniego tiene abombado al narrador? La mugre sigue cayendo de esas pieles inmundas revolcadas en sus "sí mismas". Enemigos de la luz se entregan de lleno al hambre del cuarto oscuro y al fuego fatal de los genitales incendiados.

 Una rubia excusa de ojos verdes y labios sangrientos introduce en su boca una gran palabra de amor. Una y otra vez, resuelve con su cabeza esa explosión sanguínea retardada por un mágico control de las posibilidades. El hombre se evapora en esa conversación corporal satisfecha de ardores y desesperaciones varias. Los jóvenes queman etapas como un coche quema nafta; el auto va a su destino y el hombrecito o la mujercita van al placer.

   La muñeca se mueve como ninguna otra. No parece humana esa voracidad. La tez de ella quema como el verano en la ciudad. Parece como si ese calor fuera programado como una estufa. Arde y hace arder. De su lengua emerge un vapor invisible que alienta al hombre en su insensatez. Parece que en su cuello se escondiera una droguería con recetas magistrales para la potencia amatoria. Nunca duerme el varón que despertó a la primavera en esos pechos de plástico.

  Del otro lado de la pared, hay otros dos amantes que se dan vida sin parar. En este caso, la máquina es el macho. No descansa nunca. Trabaja todo el tiempo en el goce de su amiga. Parece un muñeco de torta por la sonrisa perfecta y los ojos claros como agua de mar. Tan bello el David de carne y hueso que la piel trigueña hace resaltar lo excelso de la mirada marina. Belleza viril que moldea el cuerpo de la afortunada que se ahoga en baba y gritos secos. Ningún vecino se queja de ruidos molestos: todos están en lo mismo. Hasta hay quienes poseen amantes bestiales de su mismo sexo. Todos gozan la perfección de un mundo feliz.

  Estamos en la Buenos Aires del 2100. Los varones son consoladores humanos. Las mujeres son hembras feroces, hienas del sexo. Nadie está solo. El Marques de Sade ordenó que todos deben saciar sus apetitos sin importar la voluntad del otro. Para evitar problemas, el sádico más recordado de todos prescribió que hombres y mujeres deben ejercer la profesión más antigua del mundo de manera voluntaria. Todos trabajan para todos. La comida crece en las huertas ubicadas en las terrazas de los edificios. La vida es una fiesta.

 Fútbol, sexo, drogas, dietas, gimnasio, modas y autos hacen la experiencia humana de este siglo XXII. Un ángel me dijo que no dijera nada pero tengo que contar todo antes de que Dios me pida cuentas. Parece que no pero falta poco para que acontezca todo lo que aquí se cuenta. Por favor, primero leá y luego hable o calle según su apetencia...

  Nadie trabaja. El proyecto Venus prevé el sustento de todos y todas. Las mujeres reciben topetazos entre las piernas y suero intravenoso en el brazo para evitar la muerte por deshidratación. Así todo el día las damitas y las damajuanas cantan el bello sueño del amor en el mismo momento en que los varoncitos deliran en entrepiernas de fuego. Todos gozan. Para el amor no hay edad. La vida es una sola y hay que vivirla a pleno ya que después no se sabe que hay. Lo importante es vivir hoy sin pensar en el mañana. Puede ser que Dios no exista pero no vale la pena preocuparse por ello. No hay pruebas de la existencia divina pero esos pechos enormes son tan irrefutables como los miembros de esa sociedad de juegos en la piscina...

 Caballito se llama ahora Caballito y Yegüita. Los jardines cuelgan de los techos. Lo que no cuelga se fuma y lo que se fuma te cuelga. La atmósfera seminal no se detiene nunca. La transpiración ahoga e iguala a todos. Los viejos aportan su sucia experiencia y los pequeños ponen sus ganas de aprender. No falta nadie. Los curas, viejos fachos por antonomasia, se esconden en sus iglesias si es que no aceptan predicar la fe del amor. Las monjas son objeto de fantasía. Se guardan en sus claustros antes de que se las manden a guardar. El que no coge se deja y el que se deja coge el doble. La matraca suena todo el tiempo.
                     
  Hay mujeres y hombres para todos. Nadie está solo. No existen los fracasados. Siempre hay hierba para perfumar la casa y talco para el lavado de cerebro (hay que limpiar las malas ideas). No falta nada. En la heladera, hay leche de soja y empanadas de morrones. La Ciudad no teme más a ningún sindicalista con cara de gorila. No hay desabastecimiento. El campo es cosa del pasado. Está ahí como si no estuviera. Todo departamento se abastece a sí mismo. Hay un debate público acerca de lo moral o inmoral sobre comer cucarachas. Hay quienes las crían para comer y quienes ven con  malos ojos esta practica que lleva casi ochenta años en  Buenos Aires. Todavía hay quienes comen vacas pero son mirados con algo de recelo. Tal vez a los viejos se les acepta más pero no queda bien que un  joven se coma a una pobre vaquita.
                      
 La poca ropa que se usa es transparente: bolsas de plástico para envolver las bolas y evitar que estas se raspen en las aerosillas que recorren Buenos Aires. Las mujeres también tienen un plastiquito protector. Los huevos y la pochola valen más que el alma para estos desalmados que son cultores de lo que ellos llaman "naturismo". Eso sí, se ven muchos sombreros con forma de pelela sobre esas cabezas teñidas de rubio, pelirrojo, marrón, negro, blanco, naranja, verde, azul, violeta, amarillo, rosa, celeste, turquesa, fucsia, lila y gris (hay colores nuevos que nadie puede nombrar ni imaginar o concebir si quiera). Además de sombreros, hay zapatos de todas las formas posibles. No está bien visto que la gente camine descalza en ninguna parte: los hongos siempre amenazan. La ropa invisible, las pelelas y los zapatitos forman el atuendo de estos singulares personajes tapados por aros y tatuajes de todo tipo.
                        
   Ya hablamos de Caballito y Yegüita (primer barrio feminista de la Ciudad). Otro barrio que cambio su nombre es Villa Soldati. Ahora se llama Villa Sol. Belgrano es Vegano y Flores es Flores Verdes. Mataderos se llama Fumaderos y La Paternal es ahora La Matriarcal. Saavedra se llama Moreno pues a la Legislatura se le ocurrió honrar al prócer de la Primera Junta en detrimento del cornudo conservador. Ah, ya no hay barrios con nombres de Santos: San Telmo es Telmo a secas y San Nicolás es Frida Kahlo. Recoleta es un nombre antiguo; es Regordeta (en honor a las pobres gordas discriminadas por la sociedad fascista de antaño). Liniers fue bautizado como Barrio Popular Latinoamericano Che Guevara. Quizás uno de los pocos cambios de mi agrado fue del de Villa Mitre por Villa Rosas. ¡Al fin una buena! Bastante con que Villa Santa Rita sea Villa Atorrantita y Parque Patricios sea Paco Patricios.

  Los partidos del Conurbano también cambiaron de nombre. La Matanza pasó a llamarse Kirchner una vez muerta Cristina y San Isidro fue rebautizado como Isidro Casanova (un grupo de posdesconstraturacionistas tardíos pensó que las cosas están en su nombre y que todo es una construcción cultural y bla, bla, bla. Quizás una que causa gracia sea la de Florencio Varela que se rebautizó como Florencia Varela por un travesti que fue atropellado por un auto en el camino General Vegano (hubo un General del extinto Ejército Argentino que puso bombas en diez frigoríficos de Buenos Aires y alrededores). Verdad como mentira es que todo cambió para seguir igual. Con el tráfico de palabras se consigue cambiar la realidad. Las villas son barrios populares y los complejos habitacionales son ciudades dormitorios. En definitiva, ya no hay ricos ni pobres porque una vez que la droga se legalizó y se distribuyo gratuitamente, el dinero perdió su razón de ser.

  Entonces decíamos que Julieta Brosky le da fuego a Pinocho para que se fume los polvos más ricos de su vida. Decíamos también que David Fernández es un toro salvaje y un David de carne y hueso (vaya uno a saber qué Miguel Ángel lo hizo tan bello). Increíblemente, hasta los más feos tienen pareja. Como si un dios aparte les hubiera construido compañeros a imagen y semejanza. Como si fuera poco, la Argentina se llenó de negros africanos que mantienen relaciones sexuales y juegan al fútbol a cambio de un plato de comida. También hay negras dominicanas que fueron liberadas de las ya suprimidas redes de trata aunque por imperio de la costumbre, esas mujeres se buscaron maridos para no estar solas. Todos tenían una mujer, un perro o un cigarrillo para satisfacer sus necesidades inventadas. Hasta habían mujeres con ocho hombres y hombres con siete hombres y diez hombres con una sola mujer y una sola mujer con dos mujeres y dos mujeres con tres tipos y un tipo con un tipo, una tipa y una gran tripa y así con todas las combinaciones inimaginables. Combos sexuales que llegaron para quedarse.

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