Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

jueves, 2 de junio de 2016

Nuevas frustraciones

  

 Soy muy ingenuo, tanto que creo que las cosas deberían o podrían ser de otro modo. En mi fuero interno, me falta todo el pragmatismo que predico por ahí. No acepto el no, el perpetuo no, el rechazo y la falta de explicaciones concretas. Tal vez la vida no sea injusta sino que simplemente es y yo en vano me gasto en quejarme por lo que pudo haber sido, por lo que nunca fue. Porque siempre erro en la nada para sentirme lleno por castillos de aire. Subo las escaleras de mi fantasía y me mareo, me canso de tanto sudor a cambio de nunca llegar a los aposentos de la princesa. Todas las expectativas son falsas. Todo lo que haga o lo que diga está condicionado por venir de mí, un extranjero del país de Ilusión en el mundo de la perpetua negación. Ya lo dijo mi amigo Churchill: "El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo". Nosotros, los argentinos, tenemos un Churchill pero mutilado, el gran Daniel Scioli, que a cada rato repite "con fe, con esperanza". Quizás ganar consista en seguir y seguir pese a perder, perder, perder, perder, perder. Si los jugadores solamente fueran los ganadores de siempre, ¿dónde estaría su mérito? Los actores de reparto somos necesarios, somos los equipos chicos que le ponemos pasión al campeonato, los campeones morales, los esforzados, los que de vez en cuando podemos dar el batacazo y convertirnos en gigantes como Lanús o el Leicester de Inglaterra. Lo importante en cualquier caso es no "pechear", no aflojar como hicieron los fríos de Rosario Central, los que tienen por heladera al Gigante de Arroyito, esos que llevan parlantes a la cancha, los amargos del Interior.

  Digo "Nuevas frustraciones" en el título pero son las mismas de siempre: las mujeres que me bloquean por WhatsApp o Facebook, los besos que no pude dar, el amor que me guardé para hacer con la almohada, las cartas escritas a la luna, las miradas de colectivo, los sueños locos que nunca se concretan y las fotos sacadas conmigo mismo ante la ausencia de compañeras que me quieran. Nadie está obligado a quererme. Pero tampoco pueden obligarme a mí a no ser misántropo, misógino, ateo de la humanidad, la democracia y los valores falsos que venden con sonrisa empresarial y estrategia militar. No vuelvo en broncas porque no me hace bien pero nunca es tarde para recordar que no creo en este mundo mentido salvo cuando la luz verde y celeste de tus ojos me corta la mente, el habla, el dolor, la tristeza, el sentido y la pobreza de ser yo, tan solitario en un lugar donde se hace difícil hallar compañía. Extraño tanto a las que nunca tuve que podría resumirlas en una sola: Dama Pasada. Dama Pasada. Porque, secretamente, anhelo con fervor religioso no volver a caer en decepción. Siempre se dice que "no será la primera ni la última vez" pero yo ya tuve muchas veces, muchas revolcadas con el no, el silencio y mi yo puesto en lágrimas de ocaso y desazón.

  Mi padre me consuela con su vanidad de verme bello como él: "Pecás por lindo. Alguien como vos no puede estar solo. Las minas te ven sin nadie y piensan que sos un boludo, un loco o las dos cosas". Dureza paterna con un falso juego de espejos para sus ojos claros que no heredé más que en partes cortadas por el marrón del tiempo. Pobrecito. No fui el ganador que supo ser y que todavía es. 

  La soledad tiene el perfume de uno mismo, esas sensaciones encontradas en lo más lejano del corazón, donde todo se mezcla con todo y el fuego parece apagarse a cada instante, con cada negación, con la boca roja cerrada de un destino que no quiso amarte ni contemplarte bajo una luz nueva. ¡Qué impotencia que da poder escribir la historia de multitud de hombres y mujeres de papel pero no poder escribir la vida de uno! Puedo hacer de mi día a día una comedia con mis chistes, con las risas frescas que le robo a los demás, ocurrencias de locos pecados de la juventud, pero no puedo, nunca pero nunca, agregarle personajes a mis novelas. No es ajedrez ni literatura: no puedo hacer nada. Dependo de la voluntad, de la bondad ajena. Quizás mi error sea no poder generar amor del mismo modo que consigo, con gran facilidad, hacer reír. Admito este fracaso. No me siento bien. Sin embargo, me extraña que una dama un par de años mayor que yo obre de manera inmadura y desaparezca sin siquiera despedirse: la foto de una ventanilla de un avión que se va muy lejos y una mano hermosa recortada contra el horizonte del cielo inalcanzable para este hombre de a pie, que nunca pudo ver las nubes a la altura de sus hombros. Agonías. 

  Vos sos todos los colores que quiero ver. Parece cursi, gastado. La Virgen Atea, obsesiva del estilo, mujer intensa si las hay, podría colgarme de las bolas si leyera esto pero hoy te escribo a vos, nena (¿viste que soy generoso y que puedo rejuvenecerte? Para mí, es como que tuvieras 19. Y más con tus actitudes de bloqueo, típico de minita histérica, porteña, cheta y aburrida). Decía que tenés el color del sol, del cielo; el verde vibrante de la naturaleza y la nieve en la piel, tal vez como manifestación externa de un corazón que es una fábrica de Rolitos (hielo, por si te olvidaste, extranjera). Podría decir mucho todavía pero me guardo para más tarde: se viene un texto erótico con las cosas que me gustaría hacerte (todavía guardo esperanzas de darte "con de todo" porque tengo los huevos suficientes para pasar sonriente frente a vos, ahí donde estás, y nada más. No creas que voy a hacerle el juego a las feminazis. Me basta con que me veas más bello de lo que me conociste y que tus amigos mueran de envidia al mirar al hombre más lindo de Sudamérica). ¡Vamos Alan, carajo! ¡Viva Perón, Evita, el asado y el vino tinto!

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