Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 26 de junio de 2016

Sueños locos LXVI (Mafia a full)



  


  
Las situaciones y los personajes de este texto son ficción. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Se recomienda discreción a los lectores. Este escrito no es apto para menores de dieciocho años. Contiene escenas de violencia y lenguaje adulto. 

  Lugano, capital mundial de la locura. Y en el cuarto, en el estrecho cuarto del departamento ubicado en los monoblocks, mi hermano mayor y yo, apretados, enredados en miradas de duelo y reto. Lo oía con atención, cómodo, tendido en la cama. Él, en cuclillas, me mostró un juego de palabras: metió varias letras en forma de dados en una caja, sacudió bien fuerte, dejó caer en el piso el producto del azar, y se formó un mensaje que podría interpretarse así: "Discreción". Desde ya, alguna letrita faltó. Tampoco hubo tilde. Pero no se puede renegar de lo que dicen estas pequeñas magias adivinatorias. 

  Cinco minutos más tarde, mi hermano mayor ya en la calle, llega mi mejor amigo a visitarme. Hablo, claro, de amigos varones. La Virgen Atea no es novia pero tampoco es la clásica amiga tonta estilo "friendzone", es más bien un chico castrado, es un híbrido. Pero no viene a cuento la digresión. La cuestión es que un vago de Lugano al fondo, de Chilavert, me vino a ver. El "Gordo" no podía pasar en medio de esa estrechez de escritorio, camas marineras, silla, ropero y demás. Así que se quedó cerca del umbral, sentado al ladito de mis pies. Esta vez, el juego fue con dados, el tradicional. Salieron dos puntitos. No supe el significado. Él, amante de la cultura tumbera, compinche de todos los chorros del barrio, me dio una interpretación interesante del asunto, pura fascinación, embrujo, miedo y adrenalina para el porvenir...

- Mirá, esos dos puntitos significan que te las vas a tener que ver con la mafia. -

- ¿En serio? - No lo podía creer. Sentí algo de temor.


- Sí, amigo. Mafia a full.- El "Gordo" estaba pálido. 


- Yo pensé que los cinco puntos eran el asunto. -


- No, dos puntitos significa "mano a mano", a combatir. Van a pintar los guantes o las balas. Tenés que estar preparado. O podés activar y luego ir unos días a mi casa y después ver si te refugiás un tiempo en lo de tu amiga y luego, si el novio se siente zarpado, guampudo, te las tomás para Temperley con ese pibe amigote tuyo, ahí no te enganchan más estos giles del Uno y Dos.-


- Mirá, Gordo, el novio de ella es mi amigo. Pasa que vos flasheás telenovela de Suar y no es así. La piba está con él hace diez años, "la década ganada". No inventes cosas que no son. Nosotros, los de Letras, somos más evolucionados. No vemos garche en cualquier amistad. No te digo que la guacha no me parezca linda, claro que lo es. Pero el pibito es mi amigo y si tengo que poner el pecho por él, lo voy a hacer, es como un hermano para mí.-


- Bueno, vos entendés lo que te quiero decir, no te hagas el superado que sos de los míos. Si querés hacer el trío trencito de la alegría o hacer la fiestita swinger, problema tuyo, hermano. El tiro es que me encantaría tenerte siempre en mi casa, que estés con mi nene, que lo lleves al colegio y que comamos asado todos los días. Pero vos viste que la calle está dura: no hay laburo y mis viejos me la agitan y yo no puedo hacer nada. A duras penas que bancan a la gorda y bueno, al guachín, pobrecito.-


- Quédate tranca. Voy a salir de ésta. Si tengo que aplicar mafia, si veo que no me queda otra, activo y luego toco para lo de la pibita. Me van a entender. Es un tiempo nomás, hasta que el barrio se calme y Gendarmería ponga orden o vos me digas, gracias a la data que te pasan tus contactos, que se calmó la bola. Yo me paro de manos, vos sabés. Pero no me voy a quedar en silla de ruedas o en un jonca por uno de estos paqueros enfierrados del orto. -


- Cuídate. Yo te quiero mucho a vos. Sos como un segundo papá para mi hijo. Él te ama a vos. Tenés que estar bien. Pero ese barrio es una mierda. No te digo que sea Soldati pero la gorra anda cuando quiere por ahí. Los monoblocks son un mundo. No te puedo mentir: acá por Chilavert no es Puerto Madero pero bueno. Sí, está la Inta del otro lado de la autopista pero qué sé yo. Vos venís siempre para esta zona y nunca te pasó nada. Yo fui el otro día por ahí y se armó alto bondi entre unos guachos, ahí cerca de Coto. Quedaron un par todo chocolateados mal. -


- Lugano es Lugano. Eso de hacer divisiones en un barrio es cosa de chetos, de los hijos de puta de las inmobiliarias que inventan "Palermo Trolo" para alquilarle monoambientes a los cogotudos, a los nenes de papá. Acá hay villas por todos lados. Por ahí acá tenés más negocios, es un toque más lindo. Pero no mucho más. Encima, estás pegado a la General Paz. Te roban en Chilavert y nos vemos en Disney, amigo. Se refugian en Celina y listo el pollo.


  Les comenté que en estos días tuve boxeo en el lugar menos pensado. Y también narré mi sueño con "Puca". Este personaje ha vuelto a las andanzas y he tenido que padecer sendos timbrazos. Premio consuelo: el asalto al portero eléctrico fue para todos. Sin embargo, la queja por el cargador perdido del celular se concentró en mí debido a que un energúmeno basero del edificio se bajó del ascensor en mi piso y luego subió por escaleras hasta su guarida. Claro, en planta baja, el tablero que está encima de la botonera indicaba que el asaltante misterioso descendió justo justito donde mora este servidor. El idiota se distrajo un segundo, perdió el objeto de su obsesión y se ensañó con cuatro departamentos en especial, entre ellos el mío, obvio. Cuestión que la administración decidió que no se abra más la puerta desde arriba a los visitantes. Hay que bajar y ver quién entra. Porque con eso de que la entrada sea free, se arma el bardo: viene este comediante del Tercer Mundo a fumar, a protegerse del frío y a molestar y uno no sabe qué pensar. Si leyeron el texto que le dediqué a esa bosta de ser humano, se darán cuenta de que no es fácil enfrentar a un asesino cuyo padre también lo es. Valor no me falta pero temo las represalias. Si me arrojo contra él, tengo que asegurarme de irme ni bien lo deje maltrecho, lleno de golpes y dolor. Si una vez dada la merecida paliza no tomo la precaución de pedir asilo político en casa ajena, corro riesgo de muerte, literalmente.

  No sé si el sueño será premonitorio o no. Pero hay algo que es de todos los días: los duelos de mirada con las mafias locales. Sin ir muy lejos, me fui a ver el nefasto partido de Argentina con Chile, final de la Copa América Centenario, no pienso hablar del tema, a una estación de servicio de la Avenida Roca. Mientras caminaba hacía allá, cerca de la General Paz, tuve un episodio con un individuo muy extraño. Antes de cruzar la calle, miro al costado a ver si viene algún auto. Solamente vi a un peatón envenenado venir hacia mí por la vereda, se dirigía a mi esquina prudencial. Nuestras miradas de bronca se cruzaron. Él, posible delincuente. Yo, justiciero fatal. Él dobló y marchó en la dirección contraria, es decir, mano Pompeya. Sin embargo, me di vuelta y vi que me observaba. Caminaba torcido, con el pie derecho doblado. Era lento, defectuoso. Pero tenía la soberbia para voltearse en forma desafiante. Yo me paré y esperé la embestida de la bestia. Miré y miré. Intuí un posible combate, el clásico "¿qué mirás?" que antecede a la mayoría de los enfrentamientos casuales en los barrios. No sé si saben, burgueses que están del otro lado, chetos de la Capital Federal "bien" y de lugares como San Isidro o Vicente López, me leen mucho en esos pagos, que hay un código no escrito, una ley guardada en la oralidad, por la cual no podés establecer contacto visual directo con nadie que no conozcas de manera positiva. Tampoco hay que agachar la cabeza o ir mirando el piso, eso es una sentencia firme de robo y apaleo. Sí hay que ir con la vista al frente, cabecita en alto, hombros levantados y brazos que acompañen el movimiento. Un andar altivo es preferible a un andar temeroso. Es probable que, si adoptás una postura viril, tus potenciales victimarios busquen en vos el desafío a su hombría. Sin embargo, las estadísticas nunca publicadas por nadie, los números de la sabiduría popular, enseñan que hay que transitar la lleca a paso firme. No es bueno ser una tortuga porque es señal de debilidad, tal el caso de las viejas y los bobos. Tampoco hay que ir muy de prisa porque eso hacen las mujeres por más que tengan a un hombre adelante y no detrás. La mayoría de ellas son tan bobas que, en vez de aminorar la velocidad para obligar al otro a adelantarse, so pena de denunciarse como posible ladrón y permitir una huida a la corrida, pasan al sujeto por el costado y, como una ironía de la vida, entregan la espalda al presunto maleante. "La ocasión hace al ladrón". No se puede dar ventajas afuera.

  Esperemos, Dios mediante, que esto haya sido sólo uno de mis tantos Sueños locos. El barrio es picante, a veces se pone a todo ritmo. Pero bueno, es lo que hay. No queda otra más que entrenar, ponerse fuerte y prepararse para lo peor. Digo esto no solamente por vivir en Lugano sino también porque la Argentina está jodida, el mundo. Hay mucho quilombo en todos lados y nada, andan todos alterados. A mí no me la van a venir a boquear, de palabra no voy a perder. Si pelan un fierro, bueno, prefiero morir de pie y no vivir de rodillas. Por ahí tengo suerte, es réplica, y el otro termina cobrando más que Cristina, Macri, Calcaterra, Lázaro Báez y López juntos...

 Enlaces de interés:

http://surferpunks.blogspot.com.ar/2016/06/suenos-locos-lxv-el-ladron-del-barrio.html

http://surferpunks.blogspot.com.ar/2016/06/hacer-el-odio.html

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