Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

martes, 17 de enero de 2017

Los amores imposibles


 Soy una prosa, una prosa posible que se hace risa de los amores imposibles, de las chicas clasemierderas de la facultad y de las que van a bailar a discotecas cuya entrada no puedo pagar.

  No me ven, no me conocen. Me imaginan. Me creen feo, me quieren preso. Soy internet. Soy misterio, soy tu lectura en este mismo instante. Te tengo. Te penetro con mis palabras (quisiera entrarte con mi falo pero la pobreza me hizo eunuco). De repente, soy tu bronca, tu chivo expiatorio, la sangre que cae sobre tus hijos, los cuales no serán bautizados con agua. Soy blasfemia, soy un Jesús pornostar. Pero tu odio hacia mí, tu no pete a mi persona, es por lo que tengo de Cristo y no por lo que cargo de morbo (tu novio es como yo pero con un empleo estable, con auto y un departamento en un lindo barrio de Buenos Aires).

  Ser pobre no me la baja. Pero a tus ojos verdes, mi rubia, ser de la baja me castra. Y no soy nada. Ni un acoso. O tal vez sí. Soy "violencia simbólica". Soy el tan cacareado "patriarcado". Y, aunque no tenga un mango pero sí una banana, soy capitalismo. Vos, falsa conciencia, sos la Revolución. Por más que no sepas dónde queda Lugano 1 y 2.

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