Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 4 de febrero de 2017

Antirrutina



  Un camino distinto, siempre. Los ojos volando durante la caminata y un cielo que se hace para vos, ahí donde las esquinas, tentadoras, invitan andares nuevos.

  Caminar por ese barrio, orgía de casas entremezcladas; el mismo paisaje que viste ayer desde un edificio muy alto.

  La marcha de presunto sinsentido tiene una motivación secreta: bajo los lengüetazos secos del sol, puede aparecer un tesoro. Tesoro puede ser mujer, amigo, oro. O, por qué no, el tesoro puede ser una amiga de oro.

  La escritura mía, mi yotexto, mi yoprosa, mi yopalabra, es una caminata escrita. A su vez, el caminar mío es el errante indagar en la novela de la vida, en sus capítulos de cuadras vomitadas de infinito.

  ¿Encontraré alguna vez en alguna vereda circunstancial un genio al cual pedirle tres deseos? ¿Será que en una tarde acuosa pinte un ángel que necesite que alguien lo vea volar? Creo que la segunda venida de Cristo me hallará feliz en el libre tránsito de una plaza circular.

  Ahora, si me lo permiten, pregunto lo siguiente: ¿estará entre los lectores el hijo de la Virgen María? ¿Y vos? ¿Quién sos? ¿Dónde estás? Te rebotan las paredes y el viento. ¿Vas a matarme por eso?

  En esta caminata prosera, que no grosera, veo del otro lado una humanidad que nace en vos, sin partos ni partidas. La mirada se disuelve contra el templo de la vida y los pájaros arrancan vientos de tu cabeza inútil.

  Ya no hay nada. Una noche, ésta, postrado en olvido recuerdo la luz de varios días, el encender de estrellas distantes que diluvian agonías tintas para que los planetas confundan las ciudades.

  Quimeras, quimeras. No hay amiga, genio, tesoro ni milagros de vos. No flor, no espejo, no yo, noyo. Solo Dios y esa cruz de caminarte, de prosear Buenos Aires con los pies y la cabeza.

  Caminar y escribir.

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