1) Si
Milagro Sala fuera blanca, no estaría presa. Pasa que bueno, tenemos políticos
White Power en todos los partidos, por mucho que hablen de
"inclusión". Sacrifican a la negrita y listo. Mientras, hay algunos
que van por ahí haciendo de las suyas.
2) La
experiencia me dicta que hay que evitar las fiestas estas del trópico con
salvajes. Uno debe huir de la barbarie. Me ha tocado estar en fiesta de amigos
y vecinos de acá de Lugano, mi barrio, y puedo decir que he salido vivo de
milagro más de una vez. Pasa que he ido a esas fechas por compromiso, siendo
más joven. Ahora, con 27, esquivo esas ocasiones llenas de borrachos, locos y
atropellados. Me siento más cómodo en festejos con compañeros de facultad. A lo
sumo, una porreada podrá decirme "facho". Pero en fiestas de gente
popular, uno ve cómo se apuñalan, se gritan, se hacen de todo. Es terrible. Me
acuerdo cuando tenía quince años y dije, con respecto a un niño de un año,
"es una belleza". Un loco malo que había salido hace tres días de la
cárcel se burló de mí y dijo: "No es una belleza, es un bebé". Cero
sensibilidad tienen esos individuos. Solamente un Estado fuerte podrá poner la
mano dura que la Argentina necesita. Macri es un cagón, un blandito; es un
kirchnerista en materia de seguridad pública...
3) Me
encanta lo cabeza de termos que son: dicen que en la fiesta de Moreno había
pibitas de trece años. A mí no me vengan con izquierdas y feminismos ni todas
esas mierdas. Nena: si sos menor, te quedás acá en casa, corta la bocha. Tenés
que estudiar, tenés que hacer cosas de tu vida. ¿Qué es eso de tanta precocidad
y promiscuidad en todos lados? ¿En qué te has convertido, Señorita Argentina?
Porque vos podrás ser un comunista fatal con una estrella roja en el rosquete
pero de seguro que no dejarías que tu hija o hermanita se interne a la
noche en una fiesta del Conurmalo profundo, ¿o no? Tampoco de Palermo. O sea,
hay una edad para cada cosa. Después joden con legalizar el aborto. Y bueno, se
meten en esos antros con degenerados, delincuentes, borrachos, faloperos y
salen golpeadas, ultrajadas, robadas, traumadas y todo lo que termine con el
sufijo "adas". Si tuviera una hijita, la mandaría a hacer deportes, a
aprender idiomas, música. Lo daría todo lo que yo no tuve. A ver, no soy ingenuo:
las pibitas hacen sus cositas pero hay formas y formas. Uno tiene que cuidar a
sus seres queridos y a su imagen. No sea cosa que vayas caminando por la calle
y escuches un murmullo del tipo "ahí va el papá de la guacha que nos
enfiestamos entre cinco vagos". Un poquito está bien pero tanto no...
(Comentario sobre una noticia de octubre de 2016: unos idiotas acabaron
lastimados luego de una noche fatal de parranda sudaca).
4) ¿Vieron
que tengo don de clarividencia? Hace rato que vengo diciendo que hay que
controlar a los pibes, subirle los impuestos al alcohol y evitar los chongos,
bolichongos y las festicholas esas que hacen por ahí. Todo bien con la
exclusión y el verso del neoliberalismo pero eso no te da derecho para entrar
en un festejo, robar, matar, apuñalar y hacer desmanes a mansalva. Yo pasé
hambre y no me meto donde no me llaman, madre que los parió la CORREPI, los
CELS y todos los zurdos del orto.
5) Me
tiene podrido Urtubey. Es un traidor. La verdad, debería pasarse al PRO
directamente, no es ninguna renovación. Fue uno de tantos niños mimados de CFK
y ahora se hace el loco toro malo de allá de las provincias del norte. Un
boludo nomás.
6) Así
como los Kirchner renegaron de Menem, este hijo de puta de Urtubey reniega de
los K, quiere ser el nuevo caudillo provinciano en la Rosada, ese al que tanto
le teme Alfonso
Prat-Gay. El único que nunca renegó de sus orígenes, de sus lealtades, es Daniel Scioli. Es
corta la bocha: somos todos leche de los huevos del Turco, nos guste o no.
7) Me
encanta cuando los inmigrantes se defienden violentamente ante intentos de
robo. Por ejemplo, de vez en cuando muchos bolitas se organizan y le dan su
merecido a forajidos que andan por ahí. Me parece muy bien. A la persona que
viene en buena ley a ganarse el pan, no se la puede tocar. Propongo destierro
para los argentinos ladrones y una política amistosa para los que hacen las
cosas bien.
8) Yo
he conocido a vecinos que son piratas del asfalto y son señores, verdaderos
señores: nunca se meten ni se metieron con nadie. Eso es respeto, eso es tener
códigos. Y los tipos, bueno, se han comido años y años adentro pero no se la
agarran con la gente del barrio. Creo que habría que indultar a los ladrones
profesionales, a los que no lastimaron nunca a ningún trabajador, y enjaular a los
bobos que te pegan una piña o un corchazo por una billetera con cien pesos
mugrosos adentro.
9) Patria
Grande es que un tipo que llegó del Paraguay a la edad de ocho años y que vivió
en la pobreza se haya recibido de médico en la UBA, nada menos. Y encima, como
si fuera poco, el hombre fue tan valiente que mató a un ladrón en legítima
defensa. Creo que necesitamos más de ese tipo de inmigrantes: gente laburadora,
estudiosa y con los huevos en su lugar como para darle su escarmiento a los que
joden a los ciudadanos de bien. Si sos macho loco, chorro de verdad, no le
robás a un vecino. Si tenés pelotas, te metés en un banco, encarás al cajero
con un fierro y te llevás el botín en buena ley, sin haber lastimado a ningún
trabajador (Villar Cataldo, héroe sudamericano).
10) Me
encanta esa sonrisa cálida que tenés, ese espíritu feliz que se mantiene alto
pese a los golpes de la vida. Amo tu voluntad, tu garra, "con fe, con
esperanza". Sos un capo. Hay que tener huevos para perder y no borrarse.
Vos siempre estuviste, con tus defectos y virtudes, con tus errores y aciertos.
Nada, sólo decirte que voy a estar con vos hasta el día en que me muera.
Gracias por todo, querido Daniel Scioli.
11) Un
incondicional. Siempre estuviste y siempre vas a estar. Vos sos el único
peronista de verdad, no como el traidor de Ma$$a y los pendejos guevaristas que
siempre hablaron mierda de vos, pendejos boludos que le hicieron el jueguito a
Macri. Aunque ganes o pierdas, no me importa una mierda. Te amo y te voy a
seguir hasta el día que me muera. Yo no me olvido que en mis horas más
difíciles me mantuve "con fe, con esperanza" porque creí y creo en la
Gran Argentina, en la agenda del desarrollo nacional. Vos podés. Gracias por
todo, Daniel
Scioli.
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