Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

viernes, 30 de marzo de 2018

Veredas verdad



  Ver todas las calles de Buenos Aires. Penetrar los pensamientos de miles y miles de mujeres. Conocer los secretos mejor guardados de la Argentina. Todo lo anterior son anhelos de alguien que ve la ciudad, pero que no consigue seducirla.

lunes, 26 de marzo de 2018

Un mundo imperiosamente real



  Tuve días muy muy malos. Hubo adolescencias en las que me quise asesino de mí mismo. El tiempo pasó y me dejó al borde de los treinta. Un hombre. Cuando vi Europa con mis propios ojos, y no en fotos de otros, supe que fue sabia la decisión de no quitarme la vida.

 Creo que el castigo eterno al suicida pasa por contemplar qué le habría sucedido de bueno si no se hubiera finiquitado. Por ejemplo: viviría un amor intenso con la chica de sus sueños, pasearía feliz por las calles de Londres, tendría el trabajo que siempre quiso...

  No tiene sentido entregarse al sinsentido, a la desesperación. Frase hecha a pura verdad: "Todo pasa". Todo pasa. Hasta el mismo Cristo se sintió abandonado por el Padre. Tres días más tarde, resucitaría.

  Hay que aguantar. No queda otra. Tarde o temprano, todo va a estar bien. Aunque el mundo se muestre imperiosamente real, un día cualquiera sobreviene el milagro.

Pormenores casi fantásticos



  Un punto para la convergencia. Se ve una piedra donde apoyar la cabeza. Se marcha en esa dirección. Cada día que pasa le roba tiempo al amor fraterno. Todo un reinicio de la máquina que es uno, con la memoria sobrecargada. 

 Entre piedras, palos y nuevas tecnologías, pasa el escribiente una vida de hoy más hoy, de escape hacia adelante. El anhelo, claro está, versa sobre llegar al tiempo de la recapitulación, de la anécdota.

  ¿Cómo nombrar al deseo irracional por el mañana? Difícil. Mientras tanto, persisten las inseguridades de un sujeto rayano en la indigencia. 

  Como dice el Papa, "recen por mí".

domingo, 25 de marzo de 2018

Rincones



  La iglesia, el parque, la biblioteca, la avenida y el centro comercial al fondo. Día domingo. Se ven pasar bellezas, mujercitas hechas de sol y aire. Figuritas que se van como hologramas imposibles de abrazar. Flacas, rubias e irreales. 

  Uno, el desconocido. Forastero en mis propios pagos, voy con la desesperación del extraño perdido. Busco verdades en rostros de plástico. La mentira miente. 

  Muchos se jactan de acabar. Por mi parte, soy feliz en un comienzo constante...

jueves, 22 de marzo de 2018

Más allá de los sueños



 Más allá de los sueños y del planeta que plantea ser bestia y no Dios, vive un algo de nosotros que nos precederá por siempre. 

  Nadie romperá tu mañana. 

Un escrito nuevo



  Un día sobre otro, una acumulación de pequeñas victorias. Ver las marcas de la infamia, los nudos de la antiobra confusa y convulsa. Fabricar semanas de milagros con tal solo caminar sobre las aguas. El legado será haber pasado por el mundo haber sido parte de él. 

Zxcvbnm,.-



  Internet funciona como un mar donde uno deposita su botella con mensaje adentro a la espera de algún lector que lo salve de ciertos naufragios morales. Es decir, ver que la producción de quien escribe se recibe bien genera, entre otras cosas, entusiasmo, y justifica las angustias que padece el que eligió hacerse a las aguas de las letras. 

  A veces, cuando camino desocupado y con hambre por las calles egoístas de Buenos Aires, concibo la absurda esperanza de recibir un correo electrónico de un salvador inesperado que me ofrezca un empleo relacionado a la escritura, o la docencia. O algo por el estilo. Incluso, en un rapto casi de locura, imagino que me den plata por mantener el blog. Mejor aún: una editorial me pide que escriba un libro. Delirios nomás. 

 Hay una certeza en todo esto: aparezca o no aparezca el mecenas, o el amigo solidario, el tiempo se me pasa entretenido en mis anhelos, en sueños que tal vez nunca se cumplan, pero que al menos me alejan de la pesadilla de despertar todos los días a dudas que parecen sin fin. 

  Escribí. Escribí, caminé y recé. No me entregué al suicidio ni al robo. Busqué y busqué la forma de ganarme la vida. Me refugié bajo techos ajenos y comí de los platos de otros para no perecer. Ahora estoy bien. Todo lo anterior escrito en este párrafo pretendo algún día sea una expresión de victoria, victoria sobre los trances amargos de la juventud. Hoy tengo por realidad escribir, caminar y rezar a la espera de algún milagro que me alcance para escapar.  

La invención de



  No parece alcanzar. Lejos, lejos. Entonces surge la posibilidad de una ciudad nueva, al norte. Una ciudad más pequeña, allá en la Argentina Profunda. Evitemos nombres y demasiadas explicaciones. Basta con abocarse a la invención de un nuevo comienzo. Tal vez surjan problemas en mañanas desconocidas. Sin embargo, los males probables puede que vengan con el gusto de la aventura. O, mejor aún, capaz que sale todo bien y sea festejada la decisión de dejar Buenos Aires en pos de un cambio de aire. En fin. Todo por hacerse.  

El imposible nuestro de cada día



  Hoy quise verte y no pude. Pasé muy cerca de vos con la esperanza de encontrarte. Algunas cuadras nos separan ahora, no muchas. Casi que somos vecinos. Sin embargo, por culpa mía, ya casi no hay espacios para borrón y cuenta nueva. Si revuelvo en mi cabeza, hallo que hice todo todo mal. Así ando de capilla en capilla, de cruz en cruz. 

  Mi peor Cuaresma. Hecho un Cristo sufriente: pobre, desnudo, solo y burlado. Intuyo que resucitaré. No sé cuándo. La vida me condenó a conocer la castidad, el hambre y la miseria. Yo no quería ser un dios de los humillados, un señor entre bandidos y mendigos. Tal vez, con algún milagro extra, puede que me convierta en el escriba que siempre quise ser. 

miércoles, 21 de marzo de 2018

La cuadra del sí


  Un discurso que no ofenda a nadie, que incluya, pero sin demagogia ni excentricidades. Un texto que sea propio, no copia de modelos de corrección política con formas protocolares estandarizadas por el Ente Nacional de Disidencia. ¿Será posible? Quizás lo más sensato pase por admitir lo imposible de una palabra universalmente aceptada. 

La Mesías



  Cuando era ateo, allá por el 2005, en un otoño triste de mi adolescencia, vi a una vieja con una remera que decía "Dios es mujer". Pese a que todavía no había ingresado en las aguas benditas de la Iglesia Católica, sentí un rechazo natural por esa propaganda absurda. Por más que me digan "misógino", "patriarcal" y todas las sandeces repetidas ad nauseam por la izquierda, digo que el Señor es el primer varón, el hombre entre los hombres, creador y redentor. Sin embargo, ahora me corro de mi lugar de católico fervoroso y paso a un jugueteo: ¿por qué nunca oí hablar de "la Mesías"? Me parece raro. O pasé la vida distraído, o, efectivamente, casi no se ha concebido el mesianismo en clave femenina. 

  Extraño que, en este tiempo de profunda experimentación con la lengua castellana, no haya surgido la voz que predique el advenimiento de la Mesías. Una pena. Tenemos presidenta, pero no una redentora, una salvadora. Tal vez el progresismo conciba un hecho encarnado en lo colectivo. Es decir, la idea de alguien poderoso quizás choque con una manera gregaria de ver el mundo. No me da el intelecto para ahondar más en el tema. Dejo la puerta abierta.

  Ahora vuelvo a la clave íntima. A ver, yo aguardo a la Mesías que ha de redimirme. No del pecado, no de un hecho social como un siglo de incredulidad. No. Espero la salvación de la soledad, ¿la salvación de mí mismo? 

  El juego pinta interesante: ¿habré de ser como los judíos, que esperan a un mesías que no ha venido todavía? ¿O aguardaré un regreso, tal cual los cristianos, que velan por la segunda venida del Señor Jesús? ¿O me pasará, tal como a los hijos de Israel en el último día del mundo, que me hallaré frente a frente con quien rechacé? 

  Me veo como a un judío en cuanto a mi concepción de lo mesiánico. No creo que haya habido en mi pasado ni rastros de la Mesías. Sí tuve grandes profetas y matriarcas, tipo la Virgen Atea, o la Piba Troska, personajes literarios de mi creación que tienen inspiración en muchachitas de mi entorno.

  Espero a la Mesías. Ojalá no tarde cinco mil años en llegar. Ahí sí que podría perder la fe para irme al ateísmo en cuestiones del amor, lo que me dejaría a un paso de ser un bolchevique de las relaciones humanas. O un mero materialista, un coleccionista de cuerpos. 

  Quería dejar tratado el tema con claridad. Para mí, para mi yo futuro, para mi conciencia. Para los que siguen mi obra. Para los que la estudiarán a futuro. Para todos. Tal vez haya escrito también para la Mesías. Nunca se sabe. El día y el lugar de su aparición permanecerán en el misterio hasta la consumación de los hechos. La fe se trata de esperar. 

Un otro verdaderamente otro



  La obsesión de llegar a vos, persona anónima, para decirte que hay alguien que escribió con el anhelo de tu vista. Un encuentro, tal vez reencuentro. O un recuerdo. O la burla de gente que me odia, que me critica por atrás, que me quiere mal. O, por qué no, la admiración de alguien que me desea buena suerte y mucha felicidad. Del otro lado, puede haber infinidad de sentimientos. Imagino algún ser extraviado que le comparte estas páginas humildes a sus amigos solamente para ahondar en el misterio del hombre joven de ideas raras. Puede que exista también la censora que se afane en encontrarme en orsai para mandarme en cana y ganar una estrellita para las tetas justicieras y militantes. En definitiva,  digo lo no dicho. 

Un derecho vergonzoso



  Guardar un número y callar. Esperar. Caminar por caminar, en vano para aquella persona que se entere de la cantidad de kilómetros recorridos. Nada más que sentir la soledad más plena, fría como el viento de Bruselas, que quema con fuego invisible la cabeza del pobre desprevenido. 

  Bélgica, tierra gris de suicidios, lenguas mezcladas, sombras vivas y sueños del nunca. ¿Te volveré a ver? No lo sé. Estimo que sí. Si no te veo nunca más, no importa: llevo al día de hoy la marca de los miserables que mendigan en Gare du Nord, sobre una calle que de progreso tiene el nombre nada más. 

  

Lo futuro



  Una relación proporcional entre los avances del siglo y el aislamiento de un sujeto en particular. ¿Cómo hacer para hablar solo ahora que las paredes son los ojos de los otros? Inventarse a uno mismo para no reventarse con otros. 

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  Palabras que no podrán decirse. Palabras que tal vez no existan. Palabras que esperan ser inventadas. Palabras que guarda alguien celosamente. Palabras que pertenecen a este siglo. Palabras que palabras. 

Parrabasadas



  Barrabasadas decía el criminal que soltaron el día en que la parte mala del Pueblo pidió la muerte de Jesús, con la complicidad de Roma, claro está. Parrabasadas escribe el incauto, el inculto pobre que lamenta algunos de sus días. 

  Tal vez todo el sinfín de palabras no pueda convenir a su sentir. Sin embargo, todo emerge, siempre. Nada que no se haya dicho antes. ¿Quién dijo que hay que ser original todo el tiempo? ¿Acaso la originalidad perpetua no es una forma de repetición? Para pensarlo nomás. 

domingo, 18 de marzo de 2018

Libre albedrío y predestinación



  Muchas veces pienso que las personas tenemos caminos para elegir, sí. Pero caminos ya elegidos por Dios. Una suerte de predestinación mezclada con libre albedrío. Se puede decidir por cualquier menú, siempre y cuando aparezca en la carta. Pasa lo mismo con la democracia: votamos entre candidatos que nos fueron impuestos por poderes muy superiores.

  Y digo hoy que cada cual sigue su ruta. Sin embargo, nos cruzamos con gente que va en otras direcciones. Confluencias en tiempo y espacio. Y después sobrevienen las despedidas - o no - y los destinos personales. También hay choques, pero ello se da por la impericia de los conductores, no por error del Señor, que jamás se equivoca. 

Hundimientos



  Ser un destino, un ejemplo a seguir, un testimonio de época. O ser solamente una página que miles y miles leerán para aprendizaje o entretenimiento.

  ¿Lo importante? Pasar con convicción los malos momentos, aferrarse a eso tan uno que cada cual lleva en sí mismo. 

Otro nublado


  Con motivo o sin él, puede haber un texto. La primera rebelión consiste en desechar ese mandato que dice que todo debe servir para algo. ¿Y si alguien no quiere servir para nada? 

  La palabra, el principio de todas las cosas. Con esta escritura, con la escritura, pintamos sin materiales, hacemos música sin instrumento, filmamos un corto sin cámaras. Pero lo más loco pasa por crearse y creerse una historia de amor aún estando en una soledad elevada a la enésima potencia.

Síntesis monstruosa



  Una tarde de lluvia y otra tarde de lluvia. El sol, por ausente o por vencido, funciona como anhelo, pero como recuerdo queda lejos. 

  La ciudad entre las ciudades. Un río en el centro, una torre universal, varias iglesias, varios museos. En las afueras, parques gigantes, urbes de verde pobladas por árboles longevos y casi sabios.

  La concordia entre el pasado y el futuro del que camina, mira y espera. Un hoy, otro y unas nubes por cielo, premio y castigo. 

  Como sorpresa, saber que lo muy deseado puede hacerse realidad de un momento a otro. Y lo temido, también. De ser turista en Europa a indigente en Buenos Aires, mi historia. 

Resurrección lejana



  La ciudad se mueve bajo los pies peregrinos del que no encuentra santuario alguno. Las calles meretrices amontonan tiendas por doquier y las casas permanecen con puertas y ventanas cerradas. No existe, no, punto de partida al cual regresar. Un domingo sin ocaso espera en el horizonte.

  

viernes, 16 de marzo de 2018

Mal en mal



  Acaso, sin decir nada, hablarás más y mal de algo. No te asustes de las palabras por venir porque tendrás quien te defienda. Mientras tanto, mirá el cielo. 

miércoles, 14 de marzo de 2018

Mal de fondo



  Hecho ajeno, hecho otro fulano. Olor a jabón blanco en la ropa y un techo cerrado. La angustia de no saber cuánto dura la Cuaresma personal. Saber que el que se suicida no resucita en vida. 

La oración



   Hay tanto para escribir en una oración que me fue permitida, oración que intentaré continuar lo más que pueda, hasta que alcance a decir que aguardo un milagro, milagro que ya va a llegar por la infinita misericordia de Dios.

lunes, 12 de marzo de 2018

Círculos finales



  Soñé con la rotura de un vaso. Temí que fuera premonitorio lo visto. Al despertar, increíblemente, rompí un vasito. Me sentí prefigurado a una ruptura, o a varias rupturas, que la tarde de transición me ha dejado. 

  No importa ya todo lo anterior. Por primera vez en la vida, siento que el tiempo me juega a favor. Cada segundo que viene a mí, cada futuro converso al presente, me renueva y me confirma la satisfacción por decisiones pasadas. 

  En resumidas cuentas, uno se acerca a nuevos cielos en la medida en que no se deja agarrar por los brazos de los muertos que, con rencor, rompen la tierra en su afán de romperte a vos. 

jueves, 8 de marzo de 2018

Menos imposibles



 Pensamiento recurrente: ¿en algún lugar del mundo hay alguien que sea para mí? ¿Seré yo de alguien alguna vez? Vale aclarar que el olvido de estas preguntas también es harto recurrente en la mía cabeza. 

  No me satisface no corresponder a personitas que andan por ahí. Tampoco me satisface no ser correspondido. Muchas veces la soledad emerge de la falta de entendimiento entre hombres y mujeres. 

  La soledad quizás duela por una cuestión de vanidad: no escuchar el propio nombre en boca de otros, no verse en los ojos de otra persona, no sentir el tacto que te indica que estás vivo. ¿Estar solo entre la gente es pasear por el mundo como un muerto que no puede ser visto? 

  Vos, yo, la soledad, el dolor. No importan. No importan las lágrimas tuyas que no vi ni las crisis mías que otra no vio. Tampoco importa la soberbia de una profesora del arte de la estupidez. No hay mujeres reales ni ideales ni hombres buenos. Lo único que cuenta es este texto que vivirá más allá de nosotros que, cuando ya no seamos cuerpos, sabremos que la vida fue una broma y que Dios es tan bueno como el sol en el invierno. 

Mujer mejor



  Millones en la ciudad y uno, que tal vez conozca tan pocos en su vida. Y, sin embargo, en un golpe de suerte, el que escribe puede llegar a ser lectura de millones. Ya 200 mil me leyeron alguna vez. ¿Habrá más? 

  Escribo para vos, para todos, para Dios. Me leés por algo. Hay algunos que me siguen por masoquismo, por buscar la polémica que justifique la llegada de su Estado policial. Otros, en pleno de aburrimiento, consiguen un pequeño recreo entre estas líneas. Y bueno, modestia aparte, hay gente que sigue mi humilde obra. 

  Mi mayor anhelo es poder entrar a esas casas que nunca voy a pisar. Probablemente, el hombre del otro lado jamás me vaya a ver. Lo mismo que esa chica que llegó hasta acá de casualidad. Igual, ese estar sin estar constituye mi milagro de cada noche.

  Creo que, contrariamente a lo que dicen muchos, la palabra escrita tiene infinitas maravillas que dar al mundo. Poder entregarme a esta pasión justifica todas esas caminatas en las que busqué inspirarme. A su vez, esta escritura desde el celular me alienta a recorrer más y más kilómetros en busca de imágenes que devengan sueños. Veré por las calles casas bajas, torres nuevas, autos viejos, árboles añosos y mujeres de ojos claros, marrones y caros. Quizás, entre todas esas caras, haya estado la tuya.

  Creo en las armas más que en las letras y en los hechos más que en las palabras. No anhelo fundar una religión, una secta o un partido. Mi intención pasa por crear un espacio ajeno a los rigores del mundo. A su vez, creo que esta lectura, y muchas otras, pueden proporcionar un pequeño goce en medio de las fatigas de cada día. 

  

miércoles, 7 de marzo de 2018

De


 Un juego de anonimatos. A las palabras ya no se las lleva el viento. Lo dicho nada en la superficie del mundo de hoy. Y lo no dicho te come la cabeza todas las noches. Y yo, con este texto mediocre, te recuerdo que tengo derecho a expresar mi opinión. 
 

París



  Fui, vi, estuve y volví. París, ciudad sobrevalorada para mi gusto. No niego la belleza de las mujeres y la educación de la gente. Tampoco pongo en duda lo admirable de los monumentos, calles y avenidas. Sin embargo, me reservo mi derecho a no amar por obligación cultural a la capital francesa. Creo que volveré. Eso sí, nunca idealizaré un lugar inflado por el turismo. Mi amor estará repartido por siempre entre Londres y Buenos Aires.

lunes, 5 de marzo de 2018

qwertyuiop



  Todo el año tiene algo de Cuaresma si sos pobre, ¿o no? Tal vez. No importa igual el falso lamento mío. La única verdad es que Dios milagrea cuando nadie se lo espera. 

Lo invisible



  Suena la noche y sueña con vos el que alguna vez te vio. No hay nombres. En algún lugar, inversores invisibles crean la riqueza del mañana. Hoy, pobre de encantos, te invito a viajar en el auto que no tengo. ¿Será que alguna se fija en mí con la idea de que devendré hombre que todos respetan? 

Otra vez otra voz



  Y otra vez otra voz. Se escucha cruzar mares y montañas. Se escuchan plegarias y blasfemias. Se ve el campo y el cielo. Se ven iglesias y burdeles. Se toca tierra y agua. Se tocan los buenos y los malos. Se gusta la vida y la muerte. Se gustan las virtudes y los pecados. Se respira aire y fuego. Se respiran vientos y multitudes. Pero no importan todas estas cosas porque serán consumidas por el olvido. Y una vez que haya olvido, habrá Dios para siempre. 

¿Más misterios?



  La rafaga otoñal que no alcanza a soñar. Mientras se espera, se escucha el ruido de la sala de máquinas de los ascensores y algún coche aislado en la noche. 

  Ya es mucho. 

sábado, 3 de marzo de 2018

WE SHALL NEVER SURRENDER




  Aunque mi camino abunde en lágrimas, sudor y sangre y todo se torne fracaso más fracaso, seguiré sin perder el entusiasmo. Ése será mi éxito. 

jueves, 1 de marzo de 2018

Reina mundo



  El mundo tan azul, tan verde, tan vos. Con esas tardes que pintaste de tu violeta, tatuaste de negro puro todas mis páginas en blanco.